El mejor momento del d¨ªa
Ancelotti renunci¨® al juego interior, con la suerte de que el Atleti no se entaraba de nada. Tanto fue as¨ª que Ramos lleg¨® a jugar de espaldas, como Benzema
Hay una cosa que hace muy bien Modric que es ponerse cadav¨¦rico en el centro del campo y preocupar a los rivales. Se mimetiza tanto que llegan a salirle ojeras en la segunda parte, como si llevase 45 minutos sin dormir; a veces su marcador se queda quieto porque no sabe si quiere irle con pasecitos o preguntarle d¨®nde pillar. Cuando avanza el partido Modric se acerca al borde del escenario, como Bono, y le dice a Patrick Bateman: ¡°Soy el diablo y soy exactamente igual que t¨²¡±. Modric en realidad es buena gente, pero lo han dibujado as¨ª. Cuando falta Modric no falta s¨®lo un cerebro de la guerra, tambi¨¦n falta una est¨¦tica, un Edimburgo de los ochenta.
Ronaldo se present¨® solo en el ¨¢rea para atraer al portero y vaciarle la porter¨ªa a Chicharito
Ante la baja del jinete la decisi¨®n de Ancelotti fue poner al caballo. Subi¨® tres pasos a Ramos, pero durante el partido Ramos dej¨® a Kroos la circulaci¨®n del bal¨®n y ¨¦l fue a colocarse en una vaga mediapunta, un hombre flotante entre l¨ªneas que no ten¨ªa mucho sentido, pero trajo al Atl¨¦tico de cabeza porque provoc¨® el mismo desconcierto que Woody Allen atracando con una pistola de jab¨®n. La idea era que, con los creadores James e Isco marginados en banda, Ramos entrase en el ¨¢rea a cazar centros. Pero hab¨ªa tambi¨¦n una proposici¨®n est¨¦tica. Consist¨ªa, como pasaba con Pepe ante el Bar?a, en mandar por delante a Luca Brasi. Ramos no s¨®lo es el invento de un dios loco que quiso regalarle al Madrid su salvaci¨®n y su condena: tambi¨¦n es un hombre que cuando se deja ver es sospechoso. Conoce la jerga. En la final de la Eurocopa le aplast¨® la espalda a Balotelli dentro del ¨¢rea a los tres minutos de tal forma que el ¨¢rbitro, asustado, gir¨® la cabeza ostensiblemente hacia otro lado mientras Balotelli ped¨ªa perd¨®n.
Ancelotti renunci¨® al juego interior. Muchos minutos el Madrid pase¨® por el alambre con la suerte de que el Atleti no se estaba enterando de nada. Tanto fue as¨ª que Ramos lleg¨® a jugar de espaldas, como Benzema. Isco se aparc¨® solo en la izquierda entregado a la irrelevancia. Arriba jug¨® Chicharito, que antes del partido alz¨® los brazos al cielo como si estuviese sacrific¨¢ndose como un cordero: en realidad est¨¢ enamorado, que es parecido. El Madrid casi tira la Liga por culpa de una rusa y ha vuelto de entre los muertos a la Champions gracias a una espa?ola. La temporada parece el programa pol¨ªtico de Vox.
Y Cristiano, pronunciado como Kevin Spacey al morir mientras recuerda a su odiada ¡°y Carolyne, y Carolyne, y Carolyne¡± en American Beauty. En conversaciones posteriores al partido detect¨¦ fastidio con el portugu¨¦s, del que se sugiere que no ha vuelto, ni volver¨¢, de una cierta intrascendencia. Cristiano Ronaldo ayer avanz¨® con el bal¨®n como contra una muralla en el 87, reuni¨® a la defensa ante ¨¦l, porque le tienen p¨¢nico, la solt¨® a James, que hizo un ca?o a Godin para devolv¨¦rsela, y se present¨® solo en el ¨¢rea para atraer al portero y vaciarle la porter¨ªa a Chicharito. Cuando el Madrid est¨¦ deprimido, o quiera cambiar de vida, o a?ore otras ¨¦pocas, siempre podr¨¢ decir que Cristiano Ronaldo es su mejor momento del d¨ªa, como el de Spacey en la ducha.
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