¡°Me cas¨¦ con el f¨²tbol y le soy fiel¡±
Chicharito, el h¨¦roe madridista de la eliminatoria de cuartos, atribuye su poder¨ªo a la educaci¨®n conservadora en Guadalajara
El d¨ªa que Javier Chicharito Hern¨¢ndez marc¨® su primer gol en Primera con las Chivas de Guadalajara, lo primero que hizo al salir del estadio fue llamar a su abuelo, Tom¨¢s Balc¨¢zar.
¡ª?C¨®mo me viste abuelo?
¡ªRegulars¨®n nom¨¢s.
Tom¨¢s Balc¨¢zar, el abuelo materno del joven nueve, fue un ¨ªdolo de las Chivas de los a?os 50, famoso por su poder¨ªo a¨¦reo. Su yerno, Javier Ch¨ªcharo Hern¨¢ndez, tambi¨¦n fue jugador de las Chivas. El hijo del Ch¨ªcharo, apodado Chicharito, es el ¨²ltimo bucle de la saga. Conocido en la familia desde su m¨¢s tierna infancia por su empecinamiento, por su ambici¨®n, por querer seguir los pasos de sus ancestros a toda velocidad. Su abuela Lucha Anaya, esposa de Tom¨¢s, record¨® en una entrevista con la ESPN que le pon¨ªa freno cada vez que le ve¨ªa abrumado porque no le convocaba la selecci¨®n:
¡ªLos tiempos de Dios son imperfectos.
Educado en la autocr¨ªtica, la contenci¨®n y la perseverancia, buen estudiante en colegios privados donde alternan los hijos de la burgues¨ªa de Guadalajara, ciudad conservadora, de profundas ra¨ªces cat¨®licas, a sus 26 a?os el mexicano se las ingeni¨® para aguantar la marginaci¨®n a la que lo sometieron en el Madrid desde agosto: disput¨® 870 minutos de 4.600 posibles.
No dej¨® de evocar a Tom¨¢s y Javier, su abuelo y su padre, exjugadores de las Chivas
Parec¨ªa condenado a la irrelevancia cuando el mi¨¦rcoles, en la vuelta de los cuartos de la Champions, hizo el ¨²nico gol de la eliminatoria. Cuando lo sustituyeron con un calambre en los aductores medio Bernab¨¦u le aclam¨® mientras se encaminaba al banquillo cojo y llorando. ¡°?Chi-cha-rito-chi-cha-rito...!¡±.
¡ªSent¨ª emoci¨®n¡ª dijo, pasada la medianoche, al salir del vestuario. ¡ªEmoci¨®n por todo lo que significaba este gol y por lo que significa en este a?o. Por toda la paciencia y el trabajo que he tenido que hacer para estar listo cuando las oportunidades llegaran. Y gracias a Dios llegaron.
Ce?ido en una camisa vaquera negra engomada, luciendo un reloj igualmente negro y pesado, y calzando botines de cuero de Louis Vuitton del mismo color luctuoso, cumpl¨ªa escrupulosamente con la etiqueta del funeral en la noche que lo acababa de consagrar como al ¨ªdolo madridista de esta Champions. Su gol hab¨ªa permitido al Madrid superar al Atl¨¦tico por primera vez en ocho encuentros.
"Dios sabe el camino que tiene para cada uno. Yo se lo agradezco d¨¢ndolo todo por mi vida"
Alguien le pregunt¨® si le hab¨ªa valido la pena venir cedido por el Manchester United. Se mostr¨® comedido.
¡ªYa veremos¡ª, dijo. ¡ªEl futuro depende de muchas circunstancias, no solo de m¨ª. Aqu¨ª hay que vivir del presente. As¨ª es de bonito el f¨²tbol. A veces te quita y a veces te da much¨ªsimo. Yo lo estoy disfrutando como nunca porque lo que m¨¢s amo est¨¢ en este rect¨¢ngulo verde. Y qu¨¦ mejor que en este glorioso estadio y con el mejor equipo del mundo.
Chicharito no dej¨® de evocar a su padre y a su abuelo, los gu¨ªas profesionales que orientan sus pasos desde que comenz¨® a caminar sobre el rect¨¢ngulo verde en M¨¦xico:
¡ªHe crecido en una familia de futbolistas. He respirado f¨²tbol desde que nac¨ª, por mi padre y por mi abuelo. Ellos me han ense?ado much¨ªsimo de todo lo que hay dentro y fuera del rect¨¢ngulo verde. Todos los pros que puedes adquirir y los contras que se te presentan si dejas de hacer las cosas que debes.A veces te toca bailar con la m¨¢s fea y otras con la m¨¢s bonita. Me lo ense?aron desde que debut¨¦. Yo me he casado con esta profesi¨®n. Le quiero dedicar todo. Le soy lo m¨¢s fiel que puedo para dar todo lo que est¨¦ en mi mano y as¨ª conseguir mis sue?os. Luego Dios sabe el camino que tiene para cada uno. El agradecimiento a Dios no solo se hace rezando. Se hace disfrutando, trabajando y d¨¢ndolo todo por tu profesi¨®n y por tu vida.
Sonre¨ªa Chicharito en plena madrugada del jueves. Mientras se apagaban las luces del Bernab¨¦u y las sombras se iban confundiendo con su atuendo. La oscuridad lo envolv¨ªa pero sus dientes brillaban con un fulgor perfectamente blanco.
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