Empate a porteros en Anoeta

Si al f¨²tbol le quitas la tensi¨®n es como si a la ¨®pera le quitas la m¨²sica. En ambos casos, es otra cosa. Y la Real sufre una bajada de tensi¨®n prolongada que le saca de los partidos y apenas funciona con peque?as dosis de adrenalina. El Villarreal se maneja con pulsaciones normales, aunque a veces tambi¨¦n le entran ganas de relajarse en su objetivo de defender su plaza en la Liga Europa, apenas amenazada. Por eso el partido de Anoeta ten¨ªa aires de pretemporada, por momentos, solo rotos por los golpes de ambici¨®n del Villarreal. La calidad le impulsaba tanto o m¨¢s que el ¨¢nimo. Trigueros y Pina tienen la br¨²jula siempre orientada. El primero lo intent¨® con un zurdazo precioso, el segundo con dos cabezazos no menos preciosos a los que respondi¨® Rulli con la agilidad habitual. Por delante, Jaume Costa era un tormento para la defensa realista, apareciendo por todos los lados, siempre veloz, tragando kil¨®metros con la ansiedad de un maratoniano. Para alegr¨ªa de la Real, el peque?o centrocampista cerr¨® los ojos cuando cabece¨® un centro a placer. No se puede tener todo.

El principal problema de la Real es que no ten¨ªa nada. Apenas le rescataba del sopor la profundidad de Carlos Vela. El resto estaba maniatado por el Villarreal en todas las l¨ªneas del campo. Ning¨²n blanquiazul superaba a ning¨²n amarillo, y a¨²n as¨ª al equipo de Marcelino le faltaba punch. Campbell atolondrado y Gerard desactivado propon¨ªan poca garra a la fortaleza del Villarreal. Pero Marcelino, acosado por las bajas, no ten¨ªa recambios, con cuatro futbolistas del filial en el banquillo. Para colmo, mediada la segunda mitad se lesion¨® Dorado, continuando una plaga que ha diezmado al equipo castellonense.

El descanso moviliz¨® a la Real, como si un rayo hubiera ca¨ªdo en mitad del vestuario A la obligaci¨®n de ganar se a?ade la necesidad de agradar al entrenador que bien pudiera estar urdiendo una renovaci¨®n amplia de la plantilla para la pr¨®xima temporada. Fue otra Real, le hab¨ªa subido la tensi¨®n y la elev¨® al m¨¢ximo Canales, con su verticalidad.

Pero era noche de porteros. El protagonismo de Rulli lo hered¨® en la segunda mitad Asenjo, con dos ejercicios soberbios ante un cabezazo de ??igo Mart¨ªnez y un zurdazo de Chory Castro. Fueron acciones de reflejos sublimes, como las del argentino Rulli.

Pero la gloria la pudo conseguir un chaval que debutaba, Fran Sol, al poco de ingresar en el partido y en la Primera Divisi¨®n. Fue un centro precioso de Moi G¨®mez al que bastaba con ponerle la u?a para empujarlo. Pero el muchacho abri¨® demasiado el comp¨¢s e incomprensiblemente lo envi¨® fuera. Parec¨ªa la ¨²ltima oportunidad de inclinar el partido hacia uno de los lados: el del Villarreal jer¨¢rquico de la primera mitad o el de la Real rabiosilla de la segunda. Pero a¨²n hubo un gol anulado a Victor Ruiz (por el pelo del flequillo) y un cabezazo en el minuto 93 de V¨ªctor Ruiz que repeli¨® el poste. ?Justo o injusto? El f¨²tbol no entiende de eso.