El Madrid se ventila al Bilbao en pleno rodaje para la Final Four

Desde que el pasado jueves sellara en Estambul el pasaporte a su tercera Final Four consecutiva, el alma del Madrid de Laso vive en el d¨ªa 15 de mayo. Lo que pase hasta ese d¨ªa de San Isidro forma parte de la preparaci¨®n f¨ªsica y mental para la gran misi¨®n pendiente del equipo: la conquista de la novena Copa de Europa del club. Rumbo a su d¨ªa D, los blancos descontaron el partido n¨²mero 61 de la temporada con una pl¨¢cida victoria por incomparecencia. El Bilbao Basket no lleg¨® a aterrizar en el Palacio y cay¨® sin rechistar ante un repertorio que se entreg¨® a los ensayos y la dosificaci¨®n de fuerzas porque hizo pronto los deberes. No hubo rastro del cuarto clasificado de la Liga Endesa ante un Madrid que alcanza en el liderato a Unicaja, al que recibe en cuatro d¨ªas.

La disposici¨®n de los blancos desminti¨® el car¨¢cter experimental del quinteto de Laso. El t¨¦cnico dio carrete desde el inicio a Campazzo para atajar a Colom, recurri¨® a Llull en el puesto de dos para contener a Bertans y encarg¨® a Rudy el marcaje de Mumbr¨². El resultado fue una defensa intensa y solidaria que abrum¨® a un Bilbao nublado como la ma?ana. Mientras se produc¨ªan las maniobras de ajuste, Felipe Reyes decidi¨® que era buen momento para volver a recordar la diferencia entre lo contingente y lo indeleble. El capit¨¢n madridista concentr¨® las virtudes de su libro de estilo en 6m 39s que finiquitaron la contienda antes de que comenzara. En ese tiempo anot¨® siete puntos, cogi¨® tres rebotes, recibi¨® tres faltas y desmoraliz¨® a todo el juego interior de Sito Alonso (con la sensible baja de Hervelle). No regres¨® a la pista hasta el tercer cuarto. Hab¨ªa cumplido con creces.

La exhibici¨®n de Felipe redonde¨® un parcial de 13-5 con el que el Madrid marc¨® territorio y agiliz¨® los tr¨¢mites de un encuentro sencillo por lo apocado del enemigo. Rudy complet¨® la faena y dej¨® el tanteo del primer cuarto en un contundente 23-7. En esos 10 minutos el Bilbao tan solo encontr¨® espacio para anotar un triple de Bertans y un par de canastas de Williams. Un desalentador 3 de 17 en tiros de campo que sell¨® la rendici¨®n prematura de los hombres de negro y dio paso a la fiesta madridista. Sergio Rodr¨ªguez (8 rebotes y siete asistencias) y Campazzo (13 puntos) administraron la aplicaci¨®n defensiva tirando de agitaci¨®n en cada viaje al aro rival y Carroll le a?adi¨® al plan los puntos necesarios para encender el tocadiscos.

La estad¨ªstica al descanso retrataba a la perfecci¨®n la distancia abismal que se viv¨ªa sobre el parquet: 25-14 en la pelea por el rebote, 70% en tiros de dos para los blancos frente al 33% del Bilbao, 55% desde el triple por el 17% del rival, 52-24 en el marcador y 76-13 en la valoraci¨®n. Laso aprovech¨® para ganar profundidad de banquillo sacando a Bourousis del div¨¢n, desatando los muelles de Slaughter, cincelando la aportaci¨®n epis¨®dica de Nocioni y dando v¨ªa a libre al carisma de Campazzo. Todo iba rodado para los blancos hasta que se dobl¨® el tobillo derecho de Carroll. En el tercero de sus tres triples sin fallo, el escolta de Wyoming realiz¨® un mal apoy¨® en la ca¨ªda y estremeci¨® a la parroquia local que, a 19 d¨ªas de la Final Four suspira porque no haya bajas en la tropa de asalto a La Novena. El primer diagn¨®stico apunta a un esguince leve.

Carroll se march¨® a la pata coja rumbo al vestuario sin esperar a ser atendido pero, a pesar del contratiempo, el Madrid no dej¨® de correr. Los puntos de Todorovic y Bertans quedaron diluidos por la aportaci¨®n coral del elenco de Laso que mediado el tercer cuarto estir¨® el demarraje hasta los 30 puntos de ventaja (60-30, m. 26). Hay acab¨® un partido que, en realidad, nunca existi¨®.