Por qu¨¦ no odio a los Cavaliers

A estas alturas ya sabr¨¦is que nac¨ª y crec¨ª en una peque?a ciudad de Kansas. All¨ª solemos pensar que nuestra tierra es menos importante que otros lugares de Estados Unidos. L¨®gico si pensamos que, por ejemplo, Nueva York tiene indudablemente un mayor peso global. En cualquier caso, ¨¦sa es una percepci¨®n reduccionista porque los kansasenses tambi¨¦n tenemos nuestras virtudes: siempre llevamos cerveza a una fiesta o somos el acompa?amiento ideal si necesitas a alguien que empuje tu coche.

Sea cu¨¢l sea el efecto que genera el lugar de origen sobre nuestra personalidad, hay algo innegable: la percepci¨®n que otros tienen de nosotros hace que los habitantes de Kansas sintamos debilidad por los perdedores. Y ah¨ª no soy muy diferente de mis conciudadanos. Llegado el caso siempre empatizo m¨¢s con el m¨¢s d¨¦bil. No es una posici¨®n c¨®moda porque siempre hay una buena raz¨®n para que ese equipo no sea favorito y mi entusiasmo acaba inevitablemente minando mi felicidad. A pesar de todo me resisto a renunciar a esa forma de entender la vida, creo que me ayuda a comprender mejor al oprimido, al humillado, al [Nota del editor: Que s¨ª, Paul, que ya lo hemos pillado. No seas cargante].

Los kansasenses tenemos nuestras virtudes: siempre llevamos cerveza a una fiesta o somos el acompa?amiento ideal si necesitas a alguien que empuje tu coche

As¨ª que teniendo en cuenta mi contexto geopsicol¨®gico, parecer¨ªa natural que no pudiese ir, bajo ning¨²n concepto, con los Cleveland Cavaliers, favoritos a ganar el anillo a pesar de la excepcional temporada regular de Golden State Warriors, con 67 victorias. (Lo cierto es que cualquier equipo con este LeBron James en plenitud de facultades ser¨ªa favorito para el t¨ªtulo).

?Qu¨¦ me ha pasado? ?Acaso estoy traicionando mis se?as de identidad? Por un momento incluso a m¨ª me lo parec¨ªa pero tambi¨¦n baraj¨¦ la posibilidad de que simplemente JR Smith me hace gracia. Entonces record¨¦ otra caracter¨ªstica propia de los que venimos del Medio Oeste: somos gente pragm¨¢tica. Como tal, me resulta incomprensible que 16 de las 30 franquicias jueguen playoffs, m¨¢s a sabiendas de que la gran mayor¨ªa de esos equipos son comparsas sin la m¨¢s m¨ªnima posibilidad real de ganar el campeonato. Son tan ¨²tiles como un grupo de pol¨ªticos en un bote salvavidas.

Ocho equipos ser¨ªa un n¨²mero razonable para ahorrarnos a los Bucks, los Pelicans y los Celtics

Por supuesto, eso no sucede porque s¨ª. Los partidos de playoff son una fuente de ingresos y la NBA sabe que, a m¨¢s encuentros, m¨¢s dinero.

Pero me pregunto si no ser¨ªa m¨¢s interesante (y en consecuencia m¨¢s rentable, pues la escasez hace que el valor aumente), si llegasen menos equipos a esta fase. Digamos ocho, un n¨²mero lo suficientemente razonable como para ahorrarnos los partidos de los Milwaukee Bucks, New Orleans Pelicans y Boston Celtics.

Tal vez as¨ª regresar¨ªa a mi esencia autodestructiva y se despertase un sentimiento de aversi¨®n hacia los Cleveland Cavaliers. Tal vez as¨ª volver¨ªa a animar a cualquier equipo sin posibilidades.