Un Sevilla de f¨¢bula apabulla al Fiorentina en el S¨¢nchez Pizju¨¢n

Alg¨²n d¨ªa, en alg¨²n momento, alguien tendr¨¢ la suficiente frialdad en el an¨¢lisis para calibrar lo que est¨¢ haciendo el Sevilla. Toc¨® una nueva disertaci¨®n de grandeza, que ya rebosa por sus poros, para acariciar la cuarta final de la Liga Europa de su historia. No se debe escapar porque no solo manda el 3-0. Tambi¨¦n el espect¨¢culo ofrecido por un equipo que se manej¨® de manera magistral en un segundo tiempo impresionante, donde bord¨® el f¨²tbol para destrozar al Fiorentina y acercarse a una nueva final de la Liga Europa. Que el Sevilla es un grande del f¨²tbol europeo resulta ya un hecho indiscutible. Mientras agranda su leyenda, tiene ya en su mano volver a disputar una final continental. Tremendo el Sevilla, magistralmente dirigido por Emery, feliz en su competici¨®n favorita, escribiendo otra vez su historia con letras de oro.

Un Sevilla que supo sufrir para luego arrasar a un rival que sucumbi¨® ante su pujanza y el prodigioso fervor de la grada. En el extraordinario grupo que ha construido Emery, los m¨¦ritos se reparten entre todos sus componentes, solidarios en el esfuerzo, aunque frente a los italianos brillaron con especial intensidad Aleix Vidal y Krychowiak. Espectacular el extremo, que jug¨® de lateral y meti¨® dos golazos. Impresionante el polaco, por su esfuerzo y generosidad, por su f¨²tbol de fuerza que contagi¨® a sus compa?eros. Vol¨® el Sevilla, gigante y primoroso, aupado por los suyos. Volvi¨® a triunfar Emery con su planteamiento y con sus cambios. Por ejemplo, con la entrada de Gameiro, que marc¨® en el primer bal¨®n que toc¨®, cuando el Sevilla fue un aut¨¦ntico cicl¨®n.

La m¨ªstica acompa?a al campe¨®n. Es un hilo invisible que enlaza la alegr¨ªa de su afici¨®n con el enorme rendimiento de sus jugadores. Tambi¨¦n un ¨¢ngel de la guarda que vela por los intereses del Sevilla, capaz de sobreponerse al torrente de f¨²tbol de ataque de una Fiorentina de muy buen toque y escasa eficacia. Con modos de equipo grande pero sin su pegada, el conjunto italiano se desat¨® en un primer tiempo mod¨¦lico de sus futbolistas, guiados por un Joaqu¨ªn fant¨¢stico y con ganas de revancha. Ese ¨¢ngel de la guarda salv¨® al Sevilla en una ocasi¨®n de Mario G¨®mez a los cinco minutos y, sobre todo, dos minutos despu¨¦s de que el Sevilla hubiera golpeado en una jugada estupenda. Mat¨ªas Fern¨¢ndez se encontr¨® con un pase de la muerte de Joaqu¨ªn y lanz¨® el bal¨®n fuera de manera incre¨ªble.

Antes hab¨ªa llegado un gol muy del campe¨®n. Una fant¨¢stica recuperaci¨®n de Krychowiak y un contragolpe guiado de forma excepcional por Reyes y Vitolo. Bacca se movi¨® en el ¨¢rea como en el sal¨®n de su casa y le dej¨® el bal¨®n a Aleix Vidal, que golpe¨® a gol. Un lateral derecho que mete goles. El f¨²tbol total de Emery.

Ese f¨²tbol tan espl¨¦ndido que el Sevilla utiliz¨® para despachar al Fiorentina en un segundo tiempo primoroso. Jugadas espl¨¦ndidas y combinaciones de ensue?o se convirtieron en dos golazos y m¨²ltiples llegadas al ¨¢rea rival. Una gozada el Sevilla, dominador de todas las facetas del juego, imperial en una semifinal de ensue?o. El Fiorentina, arrasado por la voracidad de los andaluces, apenas supo dar respuesta ante tanta embestida. Sue?a el Sevilla con una nueva final, aunque habr¨¢ que culminar la bella obra iniciada en Nervi¨®n con un buen partido en Florencia. En la cuna del Renacimiento, el Sevilla debe acordarse, por ejemplo, de lo que sufri¨® en la pasada temporada, cuando solo un gol de Mbia en el descuento lo meti¨® en la final de Tur¨ªn. Un a?o despu¨¦s, el sue?o se mantiene intacto. Impresionante el Sevilla, un se?or equipo que puede con todo. En la otra semifinal, el N¨¢poles no pas¨® del empate en casa ante el Dnipro (1-1).