Nadal neutraliza a Berdych y se clasifica para la final de Madrid
El espa?ol vence (7-6 y 6-1) al checo y aspira a su tercera corona consecutiva en Madrid, la quinta en total En la final se medir¨¢ al escoc¨¦s Murray, verdugo (6-3, 6-4) de Nishikori
No es sencillo apaciguar a una mole (196 cent¨ªmetros y 95 kilos) que sirve ca?onazos que alcanzan los 216 km/h y que, adem¨¢s de tener una mira telesc¨®pica en el brazo derecho, pelotea que da gusto. No es sencillo, sin duda. La empresa exige agallas y resistencia, un contragolpe m¨¢s feroz si cabe. Y as¨ª lo hizo Rafael Nadal, que logr¨® neutralizar el bombardeo del checo Tomas Berdych (7-6 y 6-1 en una hora y 44 minutos) con un escudo en la defensa y una pica en la ofensiva. Venci¨® el de Manacor y tendr¨¢, por tanto, la oportunidad de levantar su tercer cetro consecutivo en Madrid ¨Csu quinto en total¨C. Para ello tendr¨¢ que doblegar en la final de este domingo (19.00, La Sexta) al escoc¨¦s Andy Murray, verdugo (6-3, 6-4) del japon¨¦s Kei Nishikori.
Es, sin duda, uno de los mejores partidos que he jugado este a?o"
Pese a que el protagonista se apoye en el partido a partido, el de este s¨¢bado no fue uno m¨¢s. No fue un paso, sino un brinco. Si no el mejor, el pulso contra Berdych fue uno de los m¨¢s nutritivos del a?o para Nadal, que si en Montecarlo dej¨® buenas sensaciones en los duelos contra Ferrer y Djokovic, pese a caer contra el serbio en la semifinal, en Madrid ha confirmado una progresi¨®n. Cumpli¨® frente a Johnson y Bolelli en las dos primeras rondas y aprob¨® el examen frente a Dimitrov, palabras mayores ya. Y esta vez, frente al n¨²mero siete del mundo, contra un adversario que permite calibrar un estado mucho m¨¢s real, recuper¨® algunos trazos de su mejor versi¨®n para alcanzar su primera final de un Masters 1.000 en 2015.
Nadal, un t¨ªtulo solo este a?o ¨CBuenos Aires, torneo de categor¨ªa 250¨C supo atarse los machos y defenderse; supo interpretar los momentos delicados y no perder nunca el temple; y supo, por encima de todo, poner sobre la arena su arsenal m¨¢s incisivo y su bandera: la ambici¨®n. Pese a que Berdych le oblig¨® durante todo el primer set a jugar dos metros por detr¨¢s de la l¨ªnea, por la potencia de sus golpes, logr¨® contener la embestida del gigante. Replic¨® con varios passings poderosos y un drive punzante, que poco a poco le hizo recular al checo (52% de puntos ganados con el segundo servicio), un jugador de una anchura de hombros imponente, envuelto en una vestimenta verdosa que le hac¨ªa parecer un militar.
A diferencia de otros d¨ªas, Nadal no esper¨®. Contuvo, pero despu¨¦s atac¨® y atac¨®. Se?al fant¨¢stica, sin¨®nimo de que esa mente carbura poco a poco y de que la fe aumenta en un momento clave, a solo dos semanas de que comience su liturgia de Roland Garros. Pese a ceder los dos primeros servicios de Berdych en blanco, se mantuvo en pie y no perdi¨® el color. Despleg¨® poco a poco su mejor tenis y rebaj¨® al checo en el tie break (7-3) que decidi¨® el primer parcial.
Cuando uno viene de una din¨¢mica irregular todo es m¨¢s complicado"
Despu¨¦s, el segundo fue coser y cantar para ¨¦l. Ni rastro de los fantasmas, de las dudas, de ese lastre psicol¨®gico que arrastra desde que cayera en Wimbledon el a?o pasado y su cuerpo le dijera basta. La mu?eca, el ap¨¦ndice, la espalda. Una tortura para cualquiera. Este s¨¢bado, contra el mismo rival que le ape¨® en Australia en enero, jug¨® agresivo y decidido. Se dio una alegr¨ªa para enviar un mensaje de ilusi¨®n y desembarcar en su s¨¦ptima final en Madrid ¨Cseis en la Caja M¨¢gica y una (2005, su primera victoria) en el Arena de Vistalegre. De ah¨ª ese salto para festejar el triunfo al final del partido, como aquel que acaba de marcar un gol por la escuadra.
¡°Es, sin duda, uno de los mejores partidos que he jugado este a?o¡±, declar¨® despu¨¦s, a¨²n sobre la arcilla de la pista central. ¡°Estoy muy contento. Esta semana era vital para m¨ª y el hecho de estar en la final es una noticia inmejorable. El a?o pasado Madrid me sirvi¨® de mucho y este a?o tambi¨¦n¡±, admiti¨® el ganador de 14 grandes. ¡°No sab¨ªa si pasar¨ªa la primera ronda; esta es la realidad de la situaci¨®n. Cuando uno viene de una din¨¢mica irregular todo es m¨¢s complicado. Cambiar las din¨¢micas es dif¨ªcil y las din¨¢micas positivas uno se las tiene que ganar¡±, concluy¨®. ?l se lo est¨¢ ganando. Poco a poco, no se rinde. El punto de giro llegar¨¢ tarde o temprano.
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