DeAndre Jordan y el esc¨¢ndalo de las faltas y los tiros libres en la NBA

El tiro libre es unas de las acciones elementales del baloncesto. Sin embargo, a determinados profesionales, figuras incluso de este deporte, se les viene encima el mundo cuando acuden a la l¨ªnea situada a 4,60 metros del aro. Esa es la premisa sobre la que se ha reavivado el debate en los ¡®playoffs¡¯ de la NBA. DeAndre Jordan, p¨ªvot de los Clippers, es uno de esos jugadores con malos porcentajes (un 42% en los ¡®playoffs¡¯, antes de que empezara el cuarto partido). Los Rockets, su rival en las semifinales del Oeste, lo saben bien. En ese cuarto partido, en el que fueron vapuleados por 128-95 y tras el que pierden por 3-1, su entrenador, la exfigura de los Celtics, Kevin McHale, trat¨® de explotar la circunstancia.

McHale orden¨® a sus jugadores que cometieran repetidas faltas sobre Jordan. Para dicha misi¨®n utiliz¨® a varios de sus reservas, como el exalero griego del Barcelona Kostas Papanikolaou. El caso es que DeAndre Jordan tuvo que pasar el trance y bati¨® el r¨¦cord de tiros libres lanzados en media parte, concretamente en los 19 minutos que estuvo en pista fue ¡°llevado¡± a la l¨ªnea de tiros libres en 28 ocasiones.

En la segunda parte, los Clippers abrieron una brecha ya tremenda y aun as¨ª, a¨²n recurrieron a alguna falta de ese tipo. DeAndre Jordan jug¨® 29 minutos, anot¨® 14 de los 34 tiros libres que lanz¨®, cerca del r¨¦cord de 39 que tiene Howard cuando jugaba con Orlando Magic en un partido ante Golden State en enero de 2012. El partido fue un constante desfile a la l¨ªnea de tiros libres: 63 lanzaron los Clippers y 30 los Rockets, de los que por cierto solo anotaron la mitad.

El debate se centra en el deterioro que supone para el espect¨¢culo que, cada dos por tres, deba detenerse el juego para lanzar faltas personales. Se cometen, adem¨¢s, cuando el bal¨®n no est¨¢ en juego, de una forma descarada, en la que el propio infractor levanta el brazo por anticipado porque precisamente su objetivo es que los ¨¢rbitros se?alen la infracci¨®n.

McHale entiende que as¨ª rentabiliza el juego porque el equipo rival suma poco, dados sus malos porcentajes desde la l¨ªnea de tiros libres, mientras que su equipo recupera el bal¨®n y puede anotar de dos en dos o de tres en tres.

La t¨¢ctica es ya vieja, aunque no se suele utilizar muy a menudo. Se denomina ¡®Hack-a-Shaq¡¯ porque en su momento fue muy empleada con el p¨ªvot de los Lakers y los Suns, Shaquille O¡¯Neal, un espl¨¦ndido jugador pero muy negado desde la l¨ªnea de tiros libres. El impulsor de la estrategia fue Don Nelson, el entrenador de Golden State, Knicks y Dallas. Primero la implement¨® ante el alero de los Pistons y los Bulls, Dennis Rodman. M¨¢s tarde hizo lo propio ante Shaquille O¡¯Neal. Ambos concluyeron sus carreras con porcentajes inferiores al 58% de acierto en tiros libres.

M¨¢s recientemente, otros equipos han recurrido a la t¨¢ctica frente a jugadores como Dwight Howard y su compa?ero de equipo, Josh Smith. Se da la circunstancia de que los Rockets cuentan con varios de los peores tiradores de tiros libres de la Liga, adem¨¢s de Howard y Smith, tambi¨¦n el reserva, Clint Capela, que solo ha anotado 4 de los 23 tiros libres que acumul¨® en los 12 partidos que disput¨®.

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