Pozzovivo, v¨ªctima de la desgracia
El escalador de Lucania se cae y conmueve al pelot¨®n, varios minutos inm¨®vil en mitad de la carretera: su vida no corre peligro
Uno de los t¨®picos que tanto ayudan a definir el ciclismo dice que la rueda siempre rueda y que, por tanto, nunca avanza, siempre vuelve al punto de partida. Y vale la afirmaci¨®n tanto para las glorias como para las tragedias, como ayer temieron los aficionados con un poco de memoria observando en mitad de una curva ancha y de amplio radio, en el descenso del puerto llamado de Barbagelata hacia Chiavari y sus calas un bulto inm¨®vil cubierto por una tela de aluminio dorado. Esquiv¨¢ndolo, veloces, bajaba el pelot¨®n, y a los ciclistas se les hac¨ªa un nudo en el est¨®mago pensando en quien pod¨ªa ser su colega ca¨ªdo.
Gan¨® al 'sprint' el l¨ªder en rosa, el australiano Michael Mathhews
Era Domenico Pozzovivo, quien la ¨²nica vez que habl¨® feliz fue antes del comienzo del Giro, cuando le comunicaron que ante la ausencia del ganador del 14, Nairo Quintana, y dado que su equipo, el Ag2r, era el primero de los 22 por orden alfab¨¦tico, le correspond¨ªa el dorsal n¨²mero uno del Giro del 15. Despu¨¦s llegaron una mala contrarreloj por equipos, un corte debido a una ca¨ªda masiva ¨Cun h¨ªpster con una bicicleta de pi?¨®n fijo y el torso desnudo se meti¨® en medio del pelot¨®n que marchaba a 60 a la hora por las calles de G¨¦nova el domingo¡ªque le cost¨® m¨¢s de un minuto y, finalmente, la tremenda ca¨ªda de lunes, su traslado al hospital y, finalmente, las buenas noticias: traumatismo craneal, fuerte golpe en la ceja, la cara hecha un cromo, no corre peligro su vida. ¡°Est¨¢ l¨²cido y respira¡±, titulaba la web de La Gazzetta dello Sport. Nadie conoce las razones de su ca¨ªda, ¨¦l solo, en una zona de buen asfalto y sin obst¨¢culos.
Hace cuatro a?os, en otro d¨ªa de calor y velocidad, el pelot¨®n lanzado hacia el mar desde las colinas que bordean la costa de G¨¦nova y sus tierras, se mat¨® Wouter Weylandt, un ciclista belga que se destroz¨® en una ca¨ªda. El Giro retir¨® el dorsal 108, el del desgraciado corredor, que desde entonces no porta ning¨²n ciclista. Muchos no pudieron dejar de recordar aquel momento viendo a Pozzovivo en el suelo, y recordando la carrera de un ciclista, un escalador diminuto de 32 a?os, a quien la vida no ha tratado, quiz¨¢s, como merec¨ªa. El a?o pasado, despu¨¦s de un magn¨ªfico Giro, Pozzovivo sufri¨® una ca¨ªda mientras se entrenaba y se rompi¨® la tibia y el peron¨¦. Se perdi¨® la Vuelta. Regres¨® a la competici¨®n en Lombard¨ªa y llevaba un comienzo del 15 espl¨¦ndido, con victorias de etapa en la Volta a Catalunya y el Giro del Trentino, y un magn¨ªfico octavo puesto en la Lieja. Pensaba que el podio del Giro le esperaba.
La etapa, corta y disputada sin respiro, con una gran fuga a la que el pelot¨®n no dej¨® ni un metro de libertad pese al empe?o en contra de gente como Gilbert o Jes¨²s Herrada, la gan¨® al sprint, una llegada masiva, el l¨ªder, vestido de rosa Michael Matthews.
V?DEO: As¨ª fue la ca¨ªda de Pozzovivo
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