El Sevilla, finalista de la Liga Europa

Dise?ado por el raciocinio y el trabajo de Unai Emery y esculpido por el talento demoledor de Monchi, el Sevilla volvi¨® a escribir una p¨¢gina de oro en su centenaria historia. Lo hizo, adem¨¢s, con la solvencia propia de los grandes, haciendo f¨¢cil lo que se presentaba como una dura prueba, alegrando los corazones de sus aficionados con una suficiencia propia de un equipo campe¨®n. As¨ª, con una autoridad que dio miedo, cercana a la dictadura deportiva, el Sevilla se clasific¨® para su cuarta final de la Liga Europa tras destrozar a la Fiorentina en cinco minutos. Se trata de su segunda final consecutiva, a la que accede como campe¨®n. La m¨ªstica del Sevilla con esta competici¨®n es alucinante. Ha sembrado un camino de ¨¦xitos que tendr¨¢ su colof¨®n el pr¨®ximo 27 de mayo en Varsovia, donde se enfrentar¨¢ al Dnipro, que dio la sorpresa al eliminar al N¨¢poles. El premio, adem¨¢s de lo que significar¨ªa ser el ¨²nico equipo de la historia que atesorara cuatro torneos de la Liga Europa, es may¨²sculo: entrar en la fase de grupos de la pr¨®xima edici¨®n de la Liga de Campeones.

El ¨¦xtasis andaluz ven¨ªa casi asegurado por el espl¨¦ndido resultado cosechado en la ida. Un 3-0 que aplacaba los nervios y permit¨ªa al Sevilla planificar la vuelta con muchas garant¨ªas. Emery hab¨ªa avisado de la peligrosidad de la Fiorentina, de su f¨²tbol aseado y de su calidad t¨¦cnica. Montella apost¨® demasiado fuerte. Dise?¨® un equipo con un centro del campo muy blando y se la jug¨® quitando del once a su goleador, Mario G¨®mez. Si bien es cierto que el alem¨¢n se encuentra en horas bajas, tambi¨¦n lo es que se trata de un futbolista destinado a rendir en este tipo de encuentros, de m¨¢xima exigencia.

No empez¨® mal la Fiorentina, tocando bien el bal¨®n, buscando la velocidad de Joaqu¨ªn por la banda derecha. Hubo solo un momento de apuro. Sergio Rico sac¨® una mano espl¨¦ndida para desviar un bal¨®n imposible a remate de cabeza de Gonzalo. La espl¨¦ndida parada del joven portero abri¨® la senda de la gloria. El Sevilla, bien dispuesto, seguro de sus posibilidades y r¨¢pido al contragolpe, dibuj¨® dos acciones que fueron detenidas con faltas. Pizarro derrib¨® a Aleix Vidal. Su defensa entera se derrib¨® luego cuando no supo atajar el bal¨®n enviado por Banega.

Bacca irrumpi¨® en un mar de piernas para marcar por alto. Infame la defensa de la Fiorentina, destrozada por una falta, golpeada por la voracidad del delantero colombiano.

El gol acab¨® con la Fiorentina, atenazada por el 3-0 de la ida, incapaz de dibujar un plan para avasallar a este fant¨¢stico Sevilla. Juega bien el conjunto italiano, pero es d¨¦bil. No se puede ser competitivo con tantas concesiones en defensa. El Sevilla, en plan campe¨®n, volvi¨® a golpear en una magn¨ªfica jugada de estrategia. Un producto m¨¢s de la inagotable factor¨ªa de Emery, deseado ya por los grandes de Europa. Banega la puso con temple al ¨¢rea, donde irrumpi¨® Coke para dar el pase de la muerte. Volvi¨® a ayudar Basante, infame en su despeje. Carri?o, el jugador total del Sevilla, puso el 0-2.

El marcador tuvo el efecto de convertir una semifinal europea en casi un amistoso. As¨ª se desenvuelve el Sevilla en su competici¨®n preferida, la que m¨¢s ama. Se traduce esa m¨ªstica en un dominio absoluto de los resortes del juego, en una especie de dictadura en los partidos que ha sometido a equipos tan bonitos como el Borussia, el Villarreal, el Zenit o la Fiorentina.

Apenas hubo tiempo para m¨¢s en un segundo tiempo que sobr¨® absolutamente. Son¨® el himno del Centenario y Rico, que se hace portero, se luci¨® en alguna ocasi¨®n m¨¢s. Ilicic lanz¨® un penalti de forma horrible y no hubo ni pasajes legendarios protagonizados por hombres como Palop, Puerta, Mbia o Gameiro. Todo fue f¨¢cil, sin ¨¦pica, con la eficacia y la pegada de este Sevilla con aires de campe¨®n. En Varsovia, el equipo andaluz aspirar¨¢ a su cuarta Liga Europa, todo un hito hist¨®rico. El rival, un equipo novato pero peligroso, el Dnipro.