Boca-River, del f¨²tbol a la guerra qu¨ªmica

Todo el mundo sab¨ªa que iba a pasar algo. El tercer Boca-River en dos semanas, el partido de vuelta de los octavos de la Copa Libertadores, el definitivo, no pod¨ªa ser un partido normal. Pero nadie imagin¨® que llegar¨ªa tan lejos.

El partido del a?o en Argentina se suspendi¨® porque un tipo encapuchado logr¨® introducir gas lacrim¨®geno en la manga que en teor¨ªa deb¨ªa proteger la salida de River a uno de los campos m¨¢s peligrosos del mundo.

Durante m¨¢s de una hora se intent¨® de todo para volver a jugar, pero varios futbolistas de River segu¨ªan con los ojos rojos y muy afectados. El partido se suspendi¨® pero buena parte de la hinchada de Boca no quer¨ªa irse del campo de ninguna manera. Se quedaban para abuchear a River, para tirarle de todo. Despu¨¦s de una hora, al polic¨ªa intent¨® sacar a River. Imposible.

Ca¨ªa de todo mientras los miles que a¨²n segu¨ªan en el campo gritaban como locos. "Aserr¨ªn, aserr¨¢n, de la Boca no se van". Bengalas, botellas, y hasta un dron con la camiseta de River y una b para burlarse de su descenso aparecieron en el estadio que rompi¨® as¨ª cualquier norma de seguridad.

Una parte minoritaria del p¨²blico comentaba el "papel¨®n" tambi¨¦n internacional que estaba haciendo el f¨²tbol argentino. Pero la mayor¨ªa del estadio parec¨ªa disfrutar m¨¢s de la situaci¨®n que de un partido normal que en ese momento iba 0-0 sin mucho brillo. La megafon¨ªa intentaba in¨²tilmente convencer a la gente de que se fuera. No hab¨ªa manera.

El ¨¢rbitro argentino Dar¨ªo Herrera anunci¨® la suspensi¨®n del encuentro pero no a?adi¨® detalles sobre la suerte del encuentro que decidir¨¢ un clasificado para la fase de cuartos de final contra el Cruzeiro brasile?o.

River sali¨® del partido entre una lluvia de botellas. Boca sali¨® entre aplausos y los jugadores, a su vez, aplaud¨ªan a la grada.