?Trata de arrancarlo, Fernando!
La escena se produc¨ªa as¨ª: Faemino y Cansado, ataviados con una bata de cient¨ªfico, sin pantalones y tocados con un gorro de waterpolo, intentaban encontrar la f¨®rmula para que Carlos Sainz volviera a ser campe¨®n del mundo de rallies. Corr¨ªa el ¨²ltimo a?o del pasado siglo y todav¨ªa coleaba la escena ocurrida en 1998, cuando Sainz perdi¨® el t¨ªtulo a 500 metros de la meta. C¨¦lebres fueron los gritos de su copiloto, Luis Moya, aquel desesperado ¡°?trata de arrancarlo, Carlos, por Dios!¡±. En el sketch, la pareja de humoristas buscaban la manera de parar al finland¨¦s Tommi Makinen, que corr¨ªa en un Renault 4, tomaba las curvas a 180 km/h y no ten¨ªa carnet. Y resolv¨ªan qu¨¦ hacer con el franc¨¦s, Didier Auriol, al que hac¨ªan soplar ¡°porque va haciendo eses y huele a an¨ªs que apesta¡±. Al final, descartada la soluci¨®n de poner chinchetas, que se elegir¨ªan japonesas para no da?ar al Toyota de Sainz, conclu¨ªan que lo mejor era ser segundo, que da m¨¢s lustre que ser primero.
Ya se dice que el paso de Semana Santa del Cristo de Medinaceli de Sevilla lleg¨® s¨¦ptimo, un puesto por delante del McLaren
Ayer, Fernando Alonso abandon¨® en el Gran Premio de M¨®naco. La rotura de la caja de cambios tuvo esta vez la culpa. Y la crueldad, tan espa?ola, se hizo fuerte en las redes sociales. Ya se dice que el paso de Semana Santa del Cristo de Medinaceli de Sevilla lleg¨® s¨¦ptimo en la clasificaci¨®n, un puesto por delante del McLaren de Alonso. Las semejanzas entre un caso y otro, Sainz y Alonso, incluidos los chistes, comienzan a multiplicarse. Todo provocado por la opacidad que rodea la F-1, donde nada tiene explicaci¨®n, donde se cambia el reglamento porque s¨ª, se proh¨ªbe o se permite qui¨¦n sabe qu¨¦, siempre con la condescendencia de Bernie Ecclestone, due?o ¨²nico del chiringuito. El mismo Ecclestone que fue procesado por soborno e incitaci¨®n a la corrupci¨®n y cuyos movimientos mercantiles acabaron salpicando a una ciudad entera, a un pa¨ªs entero, a todos los contribuyentes, investigada como est¨¢ la labor desarrollada al respecto por Rita Barber¨¢, futura exalcaldesa de Valencia.
El d¨ªa que Laso estaba despedido
Junio de 2014. El Madrid acaba de perder el trono de campe¨®n de la Liga de baloncesto en favor del Bar?a. Un mes antes ha ca¨ªdo, por segunda vez consecutiva, en la final de la Copa de Europa. Pablo Laso, el dinamitador de r¨¦cords, el t¨¦cnico que ha devuelto al Madrid al escaparate mundial con el mejor juego que se ha visto en d¨¦cadas por estos lares, est¨¢ despedido. Eso le exigen a Florentino P¨¦rez sus consejeros ¨¢ulicos, incluidos los del plat¨® televisivo. El presidente, poco injerente en asuntos del b¨¢squet, deja el tema en manos de los expertos, Juan Carlos S¨¢nchez y Alberto Herreros, jefe y subjefe de la secci¨®n. Le frenan. El deseado, Obradovic, es un imposible. Y a quien le sientan bien el traje y la corbata, Katsikaris, no convence. No hay repuesto de garant¨ªas y el presidente asume la continuidad de Laso como mal menor. Un a?o despu¨¦s, P¨¦rez es ba?ado en cava en el vestuario por los jugadores y el t¨¦cnico del nuevo, 20 a?os despu¨¦s, campe¨®n de Europa. Ese mismo d¨ªa, el Madrid futbol¨ªstico pierde sus opciones de ganar la Liga, enterradas cuatro d¨ªas antes las de la Champions. Carlo Ancelotti, el hombre que dio cuatro t¨ªtulos al Madrid en ocho meses, el entrenador m¨¢s laureado del mundo, defendido por la afici¨®n y los jugadores, est¨¢ despedido, para mayor gloria de los consejeros de Florentino P¨¦rez.
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