FIFA: ONG y nido de ladrones
Jack Warner y Chuck Blazer, imputados y fabulosamente ricos, ejemplifican el esc¨¢ndalo

Jack Warner y Chuck Blazer: dos hombres, un destino. Ambos hasta hace poco miembros del todopoderoso comit¨¦ ejecutivo de la FIFA. Ambos fabulosamente ricos. Ambos imputados por corrupci¨®n.
Jack y Chuck, como los conoce el reci¨¦n reelecto presidente de la FIFA Sepp Blatter, se hicieron due?os durante 21 a?os de la CONCACAF, la rama regional de la FIFA que comprende el Caribe, Centroam¨¦rica y Norteam¨¦rica. Entre 1990 y 2011 Jack, de Trinidad y Tobago, fue presidente de la CONCACAF: Chuck, de Nueva York, su secretario general y hombre de confianza. Hoy la justicia de EE?UU, de repente ¡°el polic¨ªa del mundo¡± en el sentido m¨¢s literal de la frase, persigue a Jack para que responda a acusaciones de soborno y lavado de dinero. Chuck, que ya ha admitido su culpabilidad, es hoy sopl¨®n del FBI.
Un repaso a c¨®mo los dos acumularon sus fortunas ofrecer¨¢ una visi¨®n del modus operandi delictivo que se extiende, todo indica, por un amplio sector de una organizaci¨®n que es al f¨²tbol lo que el Vaticano a la iglesia cat¨®lica.
Uno de los que mejor conocen la historia es Andrew Jennings, autor escoc¨¦s del libro Omert¨¢: la FIFA de Sepp Blatter, familia del crimen organizado. Jennings, que ha aportado informaci¨®n a la justicia estadounidense para la actual investigaci¨®n, escribe que Warner es ¡°un ladr¨®n de carrera¡± que ha robado ¡°decenas de millones de d¨®lares¡±. ¡°Blatter siempre lo supo¡±, seg¨²n Jennings, ¡°pero pagar¨ªa cualquier precio con tal de que Warner le proporcionara 35 votos cruciales en las elecciones presidenciales¡±. Eran los 35 votos correspondientes a los pa¨ªses de la CONCACAF, la mayor¨ªa peque?as islas caribe?as.
Warner tuvo dos principales fuentes de ingresos: dinero recibido de la FIFA para el desarrollo del f¨²tbol base que ¨¦l reciclaba para fines personales; sobornos de pa¨ªses que necesitaban sus votos en el comit¨¦ ejecutivo, el sanctasant¨®rum de la FIFA, un grupo de 24 individuos cuyos votos deciden qu¨¦ pa¨ªses obtienen las sedes de los mundiales de f¨²tbol.
El ¡®modus operandi¡¯ para acumular sus fortunas se extiende a parte de la entidad
En 1996, por ejemplo, Warner recibi¨® 3.5 millones de d¨®lares de la FIFA para construir un ¡°centro de excelencia¡± deportivo en Trinidad. El a?o siguiente consigui¨® un pr¨¦stamo bancario garantizado por la FIFA, pero que Warner nunca devolvi¨®, por otros seis millones. Las parcelas donde se construyeron el centro de excelencia y luego un hotel estaban a nombre de Warner. Aunque algunos ni?os y j¨®venes de la isla se beneficiaron del centro, el gran favorecido fue Warner que, gracias a la FIFA, se convirti¨® en un magnate inmobiliario.
Cabe esperar que la investigaci¨®n llegue a ?frica, donde Blatter tiene mucho apyo
En cuanto a las acusaciones de soborno, saldr¨¢n m¨¢s pero de momento lo que se sabe, seg¨²n testimonio presentado ante el Parlamento brit¨¢nico, es que Warner solicit¨® a los ingleses 2,5 millones de libras para su cuenta personal, nunca pagados, para construir ¡°un centro de educaci¨®n¡± en Trinidad. A cambio les hubiera dado su voto para la sede del Mundial 2018. Por otro lado, Jennings cuenta en su libro que la federaci¨®n de f¨²tbol australiana, que quer¨ªa el mundial de 2022, cay¨® en la trampa de darle un cheque por 462.000 d¨®lares para su centro de excelencia, creyendo que pertenec¨ªa no a Warner sino a la CONCACAF. En la misma ¨¦poca, antes de que la FIFA votara para decidir las sedes de los dos Mundiales, Warner visit¨® al presidente Vlad¨ªmir Putin en Rusia, el pa¨ªs que finalmente obtuvo el Mundial de 2018, y forj¨® una estrecha relaci¨®n con Mohamed bin Hammam, que lider¨® la exitosa campa?a de Qatar para el Mundial de 2022.
Blazer habr¨ªa desviado unos 20 millones a Bahamas y las Islas Caim¨¢n
Chuck Blazer, que acompa?¨® a Warner en su visita a Putin, fue no solo secretario general sino tesorero de la CONCACAF. Blazer, un se?or obeso de 70 a?os que ten¨ªa un blog en el que escrib¨ªa sobre sus restaurantes favoritos, gan¨® su dinero a trav¨¦s de comisiones provinientes de patrocinadores y de la venta de derechos de televisi¨®n. Engord¨® sus cuentas bancarias a¨²n m¨¢s con la reventa de entradas para los Mundiales. Seg¨²n Jennings, Blazer desvi¨® por lo menos 20 millones de d¨®lares a cuentas en las Islas Caim¨¢n y las Bahamas. Exc¨¦ntrico y ostentoso, se compr¨® dos pisos de lujo en Manhattan, uno de ellos para sus gatos, seg¨²n la prensa neoyorquina. Nunca pag¨® impuestos y as¨ª fue que, como con Al Capone en su d¨ªa, la justicia estadounidense dio con ¨¦l. En 2011 un agente de Hacienda inici¨® un proceso contra Blazer, compar¨® notas con el FBI, Blazer confes¨® y luego cant¨®. Ah¨ª comenz¨® la investigaci¨®n que condujo la semana pasada a la imputaci¨®n por la Fiscal¨ªa General de EE?UU de siete miembros de la FIFA ¡ªo en el caso de Warner, exmiembro¡ª. Fue obligado a dimitir en 2011 tras revelaciones de corrupci¨®n en la prensa pero no sin que Blatter le diera p¨²blicamente las gracias por sus servicios al f¨²tbol.
Hasta ahora los imputados, cuyos presuntos cr¨ªmenes siguen el patr¨®n de los de Warner o Blazer, provienen solo del continente americano. Pero la fiscal¨ªa estadounidense ha advertido de que pronto caer¨¢n m¨¢s. Cabe esperar que las investigaciones se extender¨¢n a algunas federaciones de f¨²tbol africanas, casi todas de las cuales votaron fielmente por Blatter en la elecci¨®n presidencial del viernes pasado. Blatter tiene mucho apoyo en ?frica. Bajo su mandato se celebr¨® el primer Mundial en ?frica en 2010 y se han inyectado mil millones de d¨®lares para el desarrollo. Lo que est¨¢ por verse es cu¨¢ntos de los 133 individuos de ?frica y el resto del mundo que dieron sus votos a Blatter el viernes imitaron el ejemplo de Warner y se quedaron con un porcentaje de dicho dinero en sus propios bolsillos.
Warner declar¨® que Mandela y Gandhi tambi¨¦n hab¨ªan ido a la c¨¢rcel
La sospecha de que Warner y su compinche Blazer no son la excepci¨®n sino la regla en la FIFA se apoya en datos de la respetada organizaci¨®n anticorrupci¨®n Transparencia Internacional. Un mapa del mundo publicado por Transparencia Internacional pinta los pa¨ªses donde la corrupci¨®n es end¨¦mica de color rojo. La gran mayor¨ªa de los votos que acaban de dar a Blatter la presidencia de la FIFA por quinta vez provenieron de los pa¨ªses rojos.
Los datos oficiales de la FIFA tambi¨¦n son elocuentes. Revelan que entre 2011 y 2014 la organizaci¨®n invirti¨® 454 millones de d¨®lares en programas de desarrollo y gast¨® m¨¢s del doble, 995 millones, en alimentar su maquinaria a trav¨¦s de sueldos, pensiones y pagos varios a las federaciones de los pa¨ªses miembros. ¡°La familia FIFA¡±, como la llama Blatter, se cuida bien. Gran parte de esos 995 millones contribuyen a que los jefes de las federaciones asociadas reciban jugosos sueldos, vuelen siempre en primera clase, se hospeden en hoteles de cinco estrellas y reciban dietas en sus viajes oficiales que oscilan entre los 200 y 500 d¨®lares por d¨ªa. Seg¨²n un exfuncionario de la FIFA entrevistado la semana pasada, Blatter, que suele viajar en jets privados, recibe un sueldo de dos millones de d¨®lares mensuales.
Pocos presidentes de multinacionales cobran tanto, sin embargo Blatter mantiene que ¨¦l es el presidente de una ONG. Lo dijo hace un a?o en una frase que defini¨® su visi¨®n del papel filantr¨®pico que cumple el m¨¢ximo organismo del f¨²tbol mundial.
¡°Como ONG y acorde con su misi¨®n de desarrollar el deporte, encandilar a la gente con torneos emocionantes y construir un futuro mejor a trav¨¦s del f¨²tbol¡±, declar¨® Blatter, ¡°La FIFA comparte la mayor parte posible de sus ingresos con la comunidad global del f¨²tbol¡±.
Como revela su insistencia en seguir dirigiendo la FIFA pese al esc¨¢ndalo planetario desatado la semana pasada, Blatter est¨¢ a cargo del fen¨®meno deportivo que m¨¢s pasi¨®n despierta en todo el mundo pero vive dentro de una burbuja. ?l y todos lo que votaron por ¨¦l. Uno de sus devotos, el presidente de la federaci¨®n de f¨²tbol de Rep¨²blica Dominicana, lo compar¨® durante un congreso de la CONCACAF en abril con Mois¨¦s, Abraham Lincoln y Winston Churchill. Jack Warner fue m¨¢s lejos hace dos d¨ªas. Alerta a la orden de busca y captura del FBI, Warner declar¨® que Mandela y Gandhi tambi¨¦n hab¨ªan ido a la c¨¢rcel.
El FBI se atreve con el poder de la FIFA

El mi¨¦rcoles pasado, por primera vez en su historia, la FIFA se vio acorralada por la justicia a solo dos d¨ªas de las elecciones presidenciales. Una larga y minuciosa investigaci¨®n del FBI provoc¨® la detenci¨®n de siete miembros del organismo que rige el f¨²tbol mundial y la imputaci¨®n de otros siete por corrupci¨®n y blanqueo de capitales. Entre los detenidos en Z¨²rich estaban altos cargos como Jeffrey Webb (Islas Caim¨¢n), vicepresidente de la FIFA y presidente de la Concacaf o Jos¨¦ Mar¨ªa Mar¨ªn, ex presidente de la Confederaci¨®n Brasile?a de Futbol y miembro del comite organizador para el f¨²tbol en los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo 2016.
La acusaci¨®n, liderada por la fiscal general de Estados Unidos Loretta Lynch, asegura que la corrupci¨®n de la FIFA ¡°es rampante y sist¨¦mica¡±. Paralelamente, otro proceso abierto en Suiza investiga si en la designaci¨®n de Rusia como sede del Mundial 2018 y Qatar, del de 2022, hubo compra de votos.
La intervenci¨®n estadounidense provoc¨® tambi¨¦n un clima de tensi¨®n geopol¨ªtica. El presiente ruso Vlad¨ªmir Putin, que vio peligrar el Mundial que organiza, asegur¨® que Estados Unidos se hab¨ªa excedido en sus competencias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.