Juventus: Un mal rival, en el mejor momento

Hay sensaci¨®n de bienestar en el Bar?a. Las noticias se suceden de manara acompasada, con el tiempo suficiente para ser disfrutadas y digeridas, cada una a su debido tiempo, todas buenas: se cant¨® el alir¨®n liguero en el Manzanares, se gan¨® la Copa del Rey en el Camp Nou ante el Athletic y ahora se busca el triplete en Berl¨ªn despu¨¦s de homenajear como Dios manda al capit¨¢n Xavi. No es arrogancia sino seguridad y confianza en un equipo que funciona como una m¨¢quina desde que Messi se ali¨® con Luis Su¨¢rez y Neymar y no discute con Luis Enrique.

Hay incluso una cierta sorpresa en el barcelonismo porque las cosas vayan tan bien despu¨¦s de las muchas calamidades vividas, algunas especialmente dram¨¢ticas, asombrosamente superadas, sobre todo desde que el club se gan¨® la complicidad de Messi, hilo conductor durante la ¨²ltima d¨¦cada de la etapa m¨¢s exitosa del Bar?a. Hay menos emotividad y m¨¢s pragmatismo, convencidos futbolistas, seguidores y directivos, que el fin justifica los medios y no hay m¨¢s pacto que el de ganar Liga, Copa y Champions, y ya se ver¨¢ qu¨¦ pasa despu¨¦s de Berl¨ªn.

Hay un rasgo, sin embargo, que distingue al equipo de Allegri: hace jugar mal a los contrarios, les deja en mal lugar, como bien saben el Borussia y el Madrid

Los n¨²meros son excelentes, especialmente los del tridente: 120 goles en total, han marcado en 43 de los 59 partidos, y suman 25 de 28 anotados en la Champions. Su¨¢rez lleva 6; Neymar, 9 y Messi, 10, pichichi de la competici¨®n con Cristiano y aspirante a convertirse en el primer jugador que marca en tres finales: Roma, Londres y Berl¨ªn despu¨¦s de no poder estar en Par¨ªs. Ocurre que el mejor ataque tiene enfrente a la mejor defensa: la Juve solo ha encajado 7 goles en 12 partidos y aspira igualmente al triplete despu¨¦s de conquistar la Copa y la Liga.

La imagen de la Juve se agranda a medida que se acerca el partido, incluso despu¨¦s de perder por lesi¨®n a Chiellini. Aunque son muy diferentes, los italianos comparten virtudes con el Bar?a. Ambos pasan por un buen momento, no tienen dudas, son ambiciosos y pueden jugar de varias maneras; su riqueza futbol¨ªstica les permite ser simples o complejos en funci¨®n del partido y del rival. Hay un rasgo, sin embargo, que distingue al equipo de Allegri: hace jugar mal a los contrarios, les deja en mal lugar, como bien saben el Borussia y el Madrid.

No hay euforia en los barcelonistas sino un optimismo bien entendido

La Juve est¨¢ muy bien organizada, tiene una buena condici¨®n f¨ªsica y una gran fuerza mental, puede ser paciente o agresiva, muy a gusto con su papel de an¨®nima, como si no existiera, despechada por los contrarios y orgullosa de s¨ª misma, dispuesta a coronar una trayectoria espectacular desde su descenso a la Serie B. Aunque s¨®lo tenga dos trofeos, no conviene olvidar que ha sido tantas veces finalista como el Bar?a (8), la ¨²ltima en 2003. Hoy es un equipo efervescente ante un rival que m¨¢s o menos est¨¢ en la cresta de la ola tambi¨¦n desde 2003.

No puede tener el Bar?a un mejor rival para certificar su hegemon¨ªa que la Juve. Los azulgrana han eliminado al campe¨®n ingl¨¦s (Manchester City), franc¨¦s (PSG) y alem¨¢n (Bayern M¨²nich) y se han impuesto al Atl¨¦tico y al Madrid en la Liga. A su espl¨¦ndido curr¨ªculo le falta batir el campe¨®n de Italia. Nadie contaba con los italianos precisamente cuando ganaron el Mundial 2006 en el mismo estadio que hoy se disputar¨¢ la Champions. Hay quien sospecha en la expedici¨®n azulgrana que la Juve es el peor enemigo en el mejor momento del Bar?a.

As¨ª que no hay euforia en los barcelonistas sino un optimismo bien entendido, conscientes de su superioridad y tambi¨¦n del riesgo que supondr¨ªa dirimir el t¨ªtulo por una cuesti¨®n de detalles ante la Vecchia Signora, siempre vestida para matar. Nadie en el Bar?a quiere reparar en la posibilidad de perder sino abundar en la condici¨®n de favorito en Berl¨ªn.