Nadal se da una alegr¨ªa ante Monfils

La alegr¨ªa estaba m¨¢s que justificada. Por eso, brazos arriba, una bocanada de ox¨ªgeno y alegr¨ªa, mucha alegr¨ªa, que buena falta le hace. "Esto es importante para m¨ª. Despu¨¦s de perder en Roland Garros y de los tres primeros meses del a?o, que fueron muy duros... Estoy entrenando y jugando bien, encontr¨¢ndome cada vez un poco mejor. Estoy en la final y tratar¨¦ de ganar mi tercer t¨ªtulo aqu¨ª". Hablaba Rafael Nadal sobre el tapete del Weissenhof Tennis Club, despu¨¦s de batir al franc¨¦s Gael Monfils por 6-3 y 6-4 en una hora y 19 minutos, tras lograr el pase a su primera final sobre una alfombra verde desde 2011 (Wimbledon), la tercera que disputar¨¢ este a?o tras la de Buenos Aires (1 de marzo, categor¨ªa 250, victoria contra Juan M¨®naco) y Madrid (11 de mayo, M1.000, ante Andy Murray).

Sonre¨ªa Nadal por la recompensa derivada del triunfo frente a Monfils, pero a¨²n m¨¢s por la doble lectura que tiene la final (14.30, Eurosport) en Stuttgart. Porque, m¨¢s all¨¢ de que pueda volver a saborerar un trofeo, significa que la buenas sensaciones est¨¢n ah¨ª y que las dudas en s¨ª mismo se alejan poco a poco, que sigue creciendo de forma progresiva y que el trasvase de la tierra batida a la hierba, siempre costoso, va por el buen camino. "Siento que estoy recuperando mi nivel. Estoy muy contento", admit¨ªa el espa?ol, instalado en el 10? puesto del r¨¢nking y que en la final se medir¨¢ al serbio Viktor Troicki, 28 del mundo (6-3, 6-7 y 7-6 a Marin Cilic).

Si ante Marcos Baghdatis exhibi¨® capacidad de sufrimiento y ante Bernard Tomic un servicio afilado, contra Monfils el espa?ol confirm¨® la l¨ªnea ascendente con un ejercicio de fiabilidad. No es presa f¨¢cil el franc¨¦s, pese a que se haya inclinado en 11 de los 13 duelos en los que se han cruzado ambos. Cierto, tiene cierta tendencia a la dispersi¨®n y se difumina si le toca remar en contra, pero tambi¨¦n es un jugador imprevisible, capaz de hacer genialidades. "Hace muchas cosas distintas. Puede ser agresivo, pero tambi¨¦n pasar muy r¨¢pido a secuencias defensivas. Hay que estar muy atento y concentrado para ganarle", explicaba Nadal, de 29 a?os.

Es la tercera final que disputa en 2015. Antes, las de Buenos Aires y Madrid con resultados? opuestos

Ante la amenaza, control desde el principio y buenas se?ales. Piernas flexionadas, drive poderoso y un servicio firme, pese a que esta vez Nadal no firmase un solo ace (por los 11 del galo). Asesorado por su t¨ªo Toni y por Francis Roig desde la grada, el de Manacor identific¨® muy bien los momentos en los que fragmentar la moral fr¨¢gil de su rival, lastrado adem¨¢s por sus cinco dobles faltas. Rompi¨® para irse 4-2 en la primera manga y en el noveno juego de la segunda; evit¨® los cuatro puntos de ruptura de los que dispuso el franc¨¦s; acapar¨® el 76% de puntos con primeros saques y el 66% con segundos (72% y 41% de Monfils); y cerr¨® como se debe, en blanco al servicio.

En resumidas cuentas, un nuevo empuj¨®n hacia adelante. Desde 2008 (Queen's), Nadal no jugaba la final de un torneo sobre hierba que no fuera Wimbledon. Hacia all¨ª (29 de junio) focaliza sus esfuerzos, con parada previa londinense en Queen's (ATP 500). Pero antes, un asalto para intentar lograr su tercer t¨ªtulo (2005 y 2007, cuando a¨²n se disputaba en arcilla) en Stuttgart. Y una buena alegr¨ªa.