Messi, un a?o de aceleraci¨®n
Un estudio de sus acciones en velocidad explica c¨®mo la estrella argentina llega f¨ªsicamente a tope al torneo americano despu¨¦s de haber tocado fondo en Brasil
Cuando le preguntan por la cualidad que diferencia un superjugador de un jugador simplemente bueno, Juan Carlos Mart¨ªnez, el preparador f¨ªsico del Oporto, remacha una idea sobre la que existe un consenso casi un¨¢nime en su profesi¨®n. ¡°Alcanzar la m¨¢xima capacidad de realizar esfuerzos repetidos a la m¨¢xima intensidad es la piedra filosofal de la preparaci¨®n f¨ªsica en el f¨²tbol¡±, dice; ¡°en ese espectro destacan los mejores, incluyendo a Messi¡±.
Entre golpes de cadera, toques y aceleraciones, Leo Messi se fue de V¨ªctor C¨¢ceres en La Serena con la misma convicci¨®n con que burl¨® a Barzagli en Berl¨ªn. El s¨¢bado por la noche, en el emocionante Argentina-Paraguay (2-2), el mejor jugador del mundo transmiti¨® esa inconfundible sensaci¨®n de omnipotencia que desprende cada vez que explota su velocidad con el bal¨®n en los pies. A sus 28 a?os, la disputa de la Copa Am¨¦rica no solo le permite intentar saldar su deuda con la AFA. El viaje a Chile supone una invitaci¨®n a desandar el tortuoso camino que le llev¨® al pozo del Mundial de Brasil. Para que no falte un detalle, la conjura incluye al Tata Martino, que ahora es su seleccionador.
¡°?Leo, por favor¡!¡±. El sistema nervioso del Tata Martino, habitualmente tan sereno, acab¨® echando humo ante la actitud ap¨¢tica de Messi hace poco m¨¢s de un a?o. No se sabe si deprimido por la agon¨ªa de Tito Vilanova, contrariado por su enfrentamiento con una junta directiva que le desde?aba, o descolocado por el distanciamiento con Juanjo Brau, su preparador f¨ªsico en el ¨²ltimo lustro, Messi transcurri¨® el final del invierno y el inicio de la primavera de 2014 sin apenas poner inter¨¦s en los entrenamientos. En el recuerdo de los presentes qued¨® aquella llamada de atenci¨®n del entonces entrenador del Bar?a, al verle participar en un rondo sin apenas mover los m¨²sculos. ¡°?Leo, por favor!¡±, le suplic¨® Martino.
A Messi las voces del exterior le debieron llegar filtradas como un rumor lejano. Cuando en mayo de 2014 quiso afinar su organismo para disputar el Mundial de Brasil, ya era tarde. Su cuerpo, castigado por cuatro lesiones musculares en 2013, llevaba demasiado tiempo abandonado.
En esto coinciden los compa?eros de Messi. El drama que impidi¨® al astro argentino alzar la Copa del Mundo fue primero mental y luego biol¨®gico. Un caso de estudio entre los profesionales que se dedican al f¨²tbol. Gente como V¨ªctor Paredes, el preparador f¨ªsico del Rayo Vallecano.
?Paredes es profesor de Ciencias de la Actividad F¨ªsica y el Deporte en la Universidad Camilo Jos¨¦ Cela. All¨ª dirigi¨® un an¨¢lisis comparativo del rendimiento de Messi con Martino en la temporada 2013-14 y con Guardiola en el curso 2011-12. Las variables estudiadas describen una curva como una ca¨ªda en picado. De recuperar 77 balones pas¨® a recuperar 38; de cometer 27 faltas pas¨® a cometer 11; de recorrer una media de 436 metros por partido a alta intensidad (m¨¢s de 21 kil¨®metros por hora) cay¨® a 376. ¡°Los datos cantan mucho¡±, dice Paredes; ¡°cuando Messi quiso enchufarse para el Mundial no pudo. Pes¨® m¨¢s su mente que el f¨ªsico¡±.
¡°Es cuesti¨®n de h¨¢bitos¡±, se?ala el profesor. ¡°Messi basaba su juego en el talento y cre¨ªa que compitiendo mejorar¨ªa f¨ªsicamente. Le cost¨® creer en el trabajo preventivo y la preparaci¨®n f¨ªsica con Martino no fue la adecuada. En el Mundial se le notaba preocupado. Estos jugadores sienten que deben ser los mejores en cada partido; cuando el cuerpo no los acompa?a se atormentan¡±.
"Baj¨® de peso y gan¨® m¨²sculo gracias a un trabajo de fuerza a su medida", dice V¨ªctor Paredes
La llegada de Luis Enrique acompa?ado por el preparador f¨ªsico Rafael de Pol devolvi¨® los entrenamientos del Bar?a al cauce que frecuentaron Guardiola y Vilanova. ¡°All¨ª tienen una tradici¨®n que inici¨® Paco Seirul.lo¡±, dice Paredes; ¡°y eso queda patente en la evoluci¨®n de Messi. Esta temporada ha bajado de peso y ha ganado m¨²sculo gracias a un trabajo de fuerza hecho a medida. Progresivamente. Lleg¨® a punto a los meses decisivos¡±.
La mejor¨ªa de Messi puede medirse en los esfuerzos a intensidad alta y m¨¢xima que es capaz de hacer en los partidos. En la temporada 2011-12, Messi recorri¨® un promedio de 436 metros por partido a alta intensidad; en la 2013-14 baj¨® a 375; y en este curso hizo una media de 519 metros a alta intensidad por partido.
¡°Llamamos sprints a los esfuerzos a m¨¢s de 25 kil¨®metros por hora¡±, explica V¨ªctor Paredes, el preparador f¨ªsico del Rayo Vallecano; ¡°mientras que los esfuerzos a m¨¢s de 21 kil¨®metros por hora se definen como de alta intensidad. Esos esfuerzos suponen entre un 1% y un 8% de la distancia recorrida en los partidos¡±.
Messi evolucion¨® progresivamente a lo largo de la campa?a. Seg¨²n los medidores colocados en los techos de los estadios, en el partido de ida contra el Rayo, en Vallecas, complet¨® 480 metros en acciones de alta intensidad. En la vuelta, en el Camp Nou en febrero, recorri¨® 676 metros a alta intensidad.
La media del argentino en el Mundial de Brasil fue un reflejo de su pobre estado f¨ªsico. Seg¨²n la FIFA, hizo 402 metros por partido. ?zil, en el otro extremo, hizo una media de 902 metros por partido a tope.
El resultado de su estado f¨ªsico afilado se refleja en la mejor¨ªa de todas las estad¨ªsticas que indican participaci¨®n. En el ¨²ltimo a?o, el mediapunta pas¨® de meter 28 goles en Liga a meter 43; de recuperar 38 balones a 105; y de cometer 11 a 25 faltas.
Messi estaba tieso en Brasil, en 2014. Ahora vuela.
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