Colombia se mide a su recuerdo

Hay algo de Espa?a en esta Colombia noqueada en el primer asalto. De aquella furia presente en todas las quinielas y que no alcanzaba ni a la pedrea, sin duda. Al menos lo ha habido durante a?os. Ahora conf¨ªan en que el parentesco se mantenga, con un cambio de ¨¦poca. Tras el batacazo ante Venezuela, muchos colombianos, periodistas, seguidores; en las redes sociales, por mensaje de m¨®vil, en los diarios, se aferraban a una idea. ¡°Acu¨¦rdense¡±, ven¨ªan a decir tras la derrota, ¡°Espa?a perdi¨® el primer partido en Sud¨¢frica y sali¨® campeona¡±.

Deseos aparte, Colombia se ha complicado la vida de forma supina, a¨²n m¨¢s tras el gol in extremis del brasile?o Douglas Costa ante Per¨². Solo le vale la victoria ante el cuadro de Dunga este mi¨¦rcoles. De lo contrario, tendr¨¢ que hacer n¨²meros para ver de qu¨¦ forma puede acabar como uno de los dos mejores terceros para poder meterse en cuartos de final. Una galimat¨ªas impensable antes de que arrancase el campeonato.

Las cr¨ªticas tras la derrota ante la Vinotinto tuvieron objetivos claros: James, Cuadrado y Falcao la punta de lanza del combinado. Cerebros sin ideas y p¨®lvora mojada. El capit¨¢n colombiano solo remat¨® una vez a porter¨ªa. Tampoco Bacca se libr¨®, avalado por los 28 goles con el Sevilla en la temporada reci¨¦n terminada. No dispar¨® ni una vez a la meta de Baroja. ¡°Tenemos que ser un poquito tolerantes¡±, sugiri¨® el t¨¦cnico colombiano, el argentino Jos¨¦ N¨¦stor P¨¦kerman. ¡°Ha sido una tarde en la que no encontramos ese juego habitual, y el rival tiene su m¨¦rito al saber cortar el circuito¡±, concedi¨®.

El caso de James es ilustrativo. El 10 del Madrid, como si hubiese sido contagiado por el efecto Messi con la Argentina de anta?o, no fue ni sombra de lo que ha sido en el conjunto blanco. En 90 minutos, dio 19 pases y err¨® 15, una efectividad del 56%. Colombia perdi¨® 35 veces la posesi¨®n cuando el bal¨®n pas¨® por sus piernas. De cara a porter¨ªa, solo consigui¨® disparar una vez a la meta de Baraja, otro tiro se le fue desviado y tres fueron interceptados por la defensa venezolana. Apenas recibi¨® una falta y poco antes de terminar el encuentro hizo continuos gestos al banquillo se?al¨¢ndose el hombre, sin que el percance parezca ir a mayores. Un balance desolador para la gran esperanza colombiana.

La nefasta tarde de James fue propiciada por el combo de Rinc¨®n, Seijas y Rosales, con el que Sanvicente gan¨® la partida a su hom¨®logo P¨¦kerman. La resignaci¨®n se instal¨® en el vestuario cafetero tras el partido. ¡°Venezuela plant¨® un bloque defensivo fuerte, no dieron ventajas y no encontramos los espacios para hacer da?o¡±, se lament¨® Falcao. Cierto es que la Vinotinto, m¨¢s solida en los ¨²ltimos a?os, tiene cogida la medida a sus vecinos, que siempre les miran desde una atalaya pese a que las estad¨ªsticas no avalen esa superioridad. Pero la fe venezolana no parece justificaci¨®n suficiente ante el renombre de la baraja de P¨¦kerman. Se quiere mirar Colombia en el espejo de la Espa?a de Sud¨¢frica, aunque el riesgo de parecer la de Francia 98 est¨¢ m¨¢s pr¨®ximo. O, sin ir m¨¢s lejos, a ellos mismos en 1994, en el Mundial de Estados Unidos.