Pedro desgaja a Las Palmas

Al Real Zaragoza le va la marcha y las gestas hom¨¦ricas. As¨ª lo expres¨® ante el Girona en la semifinal del playoff de ascenso con una remontada hist¨®rica y as¨ª lo subray¨® ante Las Palmas, equipo con m¨¢s f¨²tbol que punter¨ªa y contundencia en La Romareda, v¨ªctima de Pedro y sus travesuras.

Acus¨® de inicio el Zaragoza la sobreexcitaci¨®n que generaba la grada, incluso la fogosa ciudad, con la imprecisi¨®n en el pase como saludo y las p¨¦rdidas de posici¨®n como castigo. No compon¨ªa f¨²tbol y se lo hac¨ªa notar Las Palmas, rico en recursos y avispado en la lectura del encuentro. Por lo que tan pronto presionaba con fiereza cuando el equipo de Popovic mov¨ªa el esf¨¦rico en la sala de m¨¢quinas y sal¨ªa a la contra, como imprim¨ªa pausa a la circulaci¨®n cuando sacaba el bal¨®n desde la ra¨ªz. Libreto de dos caras que exprimi¨® la velocidad y el quiebro de Roque Mesa por el costado derecho y que desnort¨® al rival para cebarse en Cabrera y explicar que el Zaragoza no tiene grises ni matices, sino que resbala de lo lindo para recomponerse a la grande.

Si Whalley, portero suplente, regal¨® con una pifia el primer gol al Girona en la semifinal, Cabrera hizo lo propio anoche. El defensa se durmi¨® en el pase hacia atr¨¢s y la presi¨®n de David Sim¨®n valid¨® que su compa?ero Araujo recuperara el esf¨¦rico, ya dentro del ¨¢rea, y mezclara con el propio Sim¨®n para que se la cediera a la llegada de Viera, elegante en la zancada y afinado en la definici¨®n porque le col¨® el esf¨¦rico por debajo de las piernas a Bono. El tanto, en cualquier caso, seren¨® al Zaragoza, que retoc¨® el sistema para desolaci¨®n de Cabrera (pas¨® del 5-4-1 al 4-2-3-1) y recuper¨® su versi¨®n m¨¢s agresiva explicada en los extremos Eldin ¨Cremat¨® demasiado cruzado una asistencia de William Jos¨¦- y sobre todo Pedro, que a la que entr¨® en contacto con el bal¨®n cambi¨® la partitura del duelo. Suyos fueron dos disparos que repelieron las piernas rivales y suyo fue el c¨®rner que, en segunda instancia, acab¨® en el gol del empate. Resulta que la zaga despej¨® el esf¨¦rico, Pedro lo recogi¨® en la l¨ªnea de fondo y puso un centro templado al ¨¢rea chica, donde Rico se impuso en el salto para entusiasmo de una Romareda que aliment¨® la esperanza.

Sin pausa y con alg¨²n accidente de m¨¢s ¨Ca Ruiz de Galarreta se le sali¨® el hombro, despu¨¦s recolocado-, el duelo mantuvo la intensidad propia de una final, idas y vueltas, todo un correcalles que beneficiaba al Zaragoza por m¨¢s que Roque Mesa siguiera con su discurso de eslalon y remate, desarticulado en cualquier caso por Bono. No ocurri¨® lo mismo en el ¨¢rea opuesta porque Jaime desbord¨® por la derecha y puso un centro envenenado que Lizoain s¨®lo acert¨® a despejar; bal¨®n hu¨¦rfano que se apropi¨® William Jos¨¦, pase hace atr¨¢s y definici¨®n de Pedro a la red.

Prosigui¨® Las Palmas con sus triangulaciones y f¨²tbol de mezclas, toda una golosina para los ojos, pero se perdi¨® en la zona caliente y no conect¨® con Araujo del mismo modo que Valer¨®n tampoco fue el revulsivo necesario. Por lo que se estir¨® el Zaragoza y en una jugada aislada de Javi ?lamo y un nuevo mal despeje de Lizoain ¨Cen consonancia con la ingenuidad de la zaga- habilit¨® el remate de William Jos¨¦, el tanto que otorga una ventaja notable al equipo blanquillo en la eliminatoria y que entroniza a Pedro, vitamina pura de f¨²tbol.