Seis minutos le bastan a Jamaica para dar la sorpresa

A Jamaica le bastaron este mi¨¦rcoles seis minutos de inspiraci¨®n para dar la sorpresa: eliminar a Estados Unidos y clasificarse por primera vez para una final de la Copa Oro, que disputar¨¢ el domingo en Filadelfia contra M¨¦xico, ganador de la otra semifinal contra Panam¨¢.

En un partido vibrante, con ocasiones constantes, la selecci¨®n caribe?a supo conservar su ventaja en la primera parte para imponerse por 2-1 a la estadounidense, que desde 2003 no faltaba a una final del torneo de la CONCACAF. El combinado del alem¨¢n Jurgen Klinsmann fue superior en el conjunto del partido, tuvo ocasiones m¨¢s claras y dio mayor sensaci¨®n de peligro; pero pag¨® sus errores defensivos, y le falt¨® precisi¨®n y temple.

Fue un bonito e intenso espect¨¢culo en Atlanta, que expuso los l¨ªmites y defectos de ambos equipos. EE UU fall¨® en su primera gran prueba como defensor del t¨ªtulo y Jamaica supo exprimir al m¨¢ximo sus ocasiones en su tercera semifinal en una Copa Oro.

Jamaica, que solo hab¨ªa ganado una vez a Estados Unidos, disputar¨¢ su primera final de la Copa Oro

Pese a la inseguridad de su portero, la selecci¨®n del tambi¨¦n alem¨¢n Winfried Schafer aprovech¨® los escasos minutos en que EE UU baj¨® la guardia para sacar provecho de dos jugadas a bal¨®n parado: un remate de cabeza iniciado en un saque de banda y un preciso tiro libre. Y luego supo resistir, en una guerra de nervios, el continuo asedio norteamericano.

Estados Unidos tiene un metr¨®nomo en su juego. Marca el ritmo seg¨²n le conviene en cada momento. La estrategia le funcion¨® en la fase de grupos y contra Cuba en los cuartos de final. Pero ante un rival m¨¢s competitivo, no le bast¨® para retener el control del juego ni hacer buenas las estad¨ªsticas: Jamaica solo hab¨ªa ganado una vez a EE UU frente a 13 derrotas y ocho empates.

Desde el principio, el partido en el repleto estadio Georgia Dome fue f¨ªsico y re?ido, lo que hac¨ªa discontinuas las transiciones y dilu¨ªa los centros del campo. Pero EE UU gozaba m¨¢s del control y, como en todo el campeonato, explotaba la velocidad de sus extremos para encontrar huecos en la zaga jamaicana. En el minuto 20, tuvo tres ocasiones consecutivas muy claras. El gol se intu¨ªa: parec¨ªa una cuesti¨®n de tiempo que los locales atinaran dentro de la red alguna jugada.

Sucedi¨® todo lo contrario. Jamaica estir¨® sus l¨ªneas, esperando su momento. Y lleg¨® pronto. En el minuto 30, el delantero Darren Mattocks cabece¨®, ante la pasividad de la defensa estadounidense, un saque de banda y dirigi¨® el bal¨®n con precisi¨®n milim¨¦trica a una esquina del arco: 1-0. Seis minutos despu¨¦s, el otro delantero Giles Barnes dispar¨® un potente tiro libre al borde del ¨¢rea, los defensas no saltaron, el bal¨®n super¨® la barrera y se estrell¨® en el fondo de la red: 2-0.

La selecci¨®n caribe?a saca provecho de dos jugadas a bal¨®n parado: un remate de cabeza iniciado en un saque de banda y un preciso tiro libre

EE UU se salv¨® de otra buena ocasi¨®n de Jamaica en los minutos siguientes. Su defensa hac¨ªa aguas. La seguridad se hab¨ªa evaporado. El fracaso acechaba, hasta que el delantero Clint Dempsey, la estrella estadounidense, tuvo en el minuto 44 un mano a mano con el portero jamaicano. EE UU recobr¨® algo de confianza, que se afianz¨® tras el descanso. Pero a Dempsey apenas se le ver¨ªa m¨¢s.

Los jugadores de Klinsmann salieron encendidos en la segunda parte, conscientes del desaf¨ªo que afrontaban. El premio les lleg¨® pronto. En el minuto 47, el capit¨¢n, el mediocentro Michael Bradley, remat¨® a gol un incomprensible rechace del portero jamaicano tras un disparo lejano: 2-1

El gol desat¨® la euforia en el estadio. EE UU se creci¨® y casi cada jugada ol¨ªa a gol. En el 56, el en¨¦simo mal despeje del arquero jamaicano acab¨® en el poste de su porter¨ªa. Parec¨ªa cuesti¨®n de tiempo el 2-2. Las ocasiones se suced¨ªan, aunque algo atolondradas, mediante incursiones por las bandas del ataque estadounidense. De mientras, Jamaica hac¨ªa lo que pod¨ªa: repel¨ªa a la desesperada las llegadas, y se encomendaba a la suerte y al tiempo.

Y al final, como el metr¨®nomo, el ritmo vari¨®. A partir del minuto 80, EE UU pareci¨® superado. No enlazaba jugadas y perdi¨® fluidez. Jamaica esper¨® y lanz¨® contragolpes peligrosos. Sac¨® energ¨ªa de d¨®nde no parec¨ªa tener y durmi¨® el juego ante la desesperaci¨®n local. Hasta, finalmente, consumir el tiempo de un partido que tan bien supo exprimir.