Dos guerreras arquet¨ªpicas
Anna y Clara, las hermanas Espar, hablan sobre los principios que definen su juego, pilar de una selecci¨®n de waterpolo de Espa?a que ha hecho historia
Rusas y chinas combaten sin cuartel en la piscina de waterpolo prefabricada junto a los meandros fangosos del r¨ªo Kazanka. Los mosquitos, plaga terrible en estos contornos, desaparecen arrastrados por el viento y despejan el aire para que las nadadoras y el p¨²blico puedan disfrutar de la velada sin perder m¨¢s sangre de la que se extraen las jugadoras a base de ara?azos. Clara y Anna, las hermanas Espar contemplan el partido desde la grada junto con la selecci¨®n de Espa?a mientras valoran el pase del equipo a cuartos a la cabeza de su grupo despu¨¦s de golear a Canad¨¢ (6-12).
¡°El s¨¢bado¡±, dice Anna, ¡°sabremos si nuestro rival ser¨¢ Estados Unidos o Hungr¨ªa. Las americanas son m¨¢s fuertes y m¨¢s grandes. Hungr¨ªa se parece m¨¢s a nosotras por el f¨ªsico y el tipo de juego. Va a ser una guerra. Cualquiera de los dos puede ganar. Habr¨¢ que buscarles los puntos d¨¦biles e ir por all¨ª¡±.
¡°Una guerra¡±. Las waterpolistas remiten constantemente a las analog¨ªas b¨¦licas. Dice Miki Oca, el seleccionador espa?ol, que a todos y a todas, en el lo m¨¢s profundo de nuestros cerebros de primate, nos gusta sentirnos ¡°capaces de pelear¡±. Eso, luchar por cada metro c¨²bico de agua, es lo que hacen las jugadoras en este Mundial, el m¨¢s disputado de la ¨²ltima d¨¦cada. Un torneo que en Espa?a ha reunido a las hermanas Espar, arquetipos de las jugadoras de esta selecci¨®n por su movilidad e ingenio. Varias marcas de ropa las han contratado para posar en sus promociones. Las catalanas, de 22 y 21 a?os, son como dos mu?ecas. Al menos fuera del agua. Una vez dentro, con esos gorros como de tanquistas nadando como posesas, sufren una transformaci¨®n. Anna es la m¨¢s r¨¢pida; nada los 50 metros en 27 segundos y los 100 en 59. Clara hace los 50 en 28 y los 100 en 1m2s.
"De Clara admiro su determinaci¨®n. Cuando tiene que encarar, encara y cuando tiene que defender se hace sentir¡±
¡°Recorremos entre dos y tres kil¨®metros por partido¡±, dice Clara. ¡°Pero muy explosivos y duros. Porque cuando no nadamos estamos luchando en una de las porter¨ªas¡±. La m¨¢s joven de las hermanas participa de su primer torneo con la selecci¨®n. Igual que Anna, que pas¨® una temporada en California, donde gan¨® el campeonato universitario con los Trojans de la USC, Clara fue a la Universidad de San Jos¨¦ y regres¨® m¨¢s fuerte y m¨¢s polivalente. ¡°Jugamos de lo que haga falta¡±, dicen.
Hijas de Xesco Espar, c¨¦lebre exjugador y exentrenador del equipo de balonmano del Bar?a, en materia de deportes Clara y Anna saben lat¨ªn. Desde que aprendieron a correr practicaron tenis, atletismo, baloncesto, voleibol y waterpolo. La pr¨¢ctica se les nota en la clase con que manipulan la pelota pas¨¢ndosela una a otra y lanzando. Ambas son excelentes goleadoras. Ayer, Anna y Clara lanzaron cuatro veces contra Canad¨¢. Anna meti¨® dos goles. Clara uno.
¡°Los lanzamientos dependen del buen entrenamiento y de la cabeza fr¨ªa¡±, dice Anna. ¡°A veces no se trata de los goles que metes sino del momento que eliges y del pase que recibes¡±. Clara concuerda: ¡°Lo m¨¢s importante no es meter goles sino defender y ver bien el juego en ataque. Ver a tus compa?eras y que tus compa?eras te vean a ti. Ese trabajo previo al remate es m¨¢s importante que el remate en s¨ª¡±.
"De Anna me gusta su insatisfacci¨®n con el trabajo. Siempre necesita superarse"
¡°Lo que m¨¢s me gusta de Clara es que siempre va al cien por cien¡±, observa la mayor. ¡°Es determinada; cuando tiene que encarar, encara y cuando tiene que defender se hace sentir¡±. Clara le devuelve el cumplido: ¡°Yo aprecio su capacidad de sacrificio, la necesidad de superarse, la insatisfacci¨®n con el trabajo, el perfeccionismo, la entrega total y la calidad¡±.
Competitivas como son, cabe la duda de que tambi¨¦n compitan entre ellas fuera del agua, en la vida dom¨¦stica. ¡°Solo alguna pele¨ªta¡±, dice Clara, muy seria. ¡°Pero siempre de buenas maneras¡±, puntualiza la mayor, que es, sutilmente, la jefa del d¨²o.
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