El f¨²tbol espa?ol seduce
Aunque el dinero est¨¢ en la Premier y el ambiente en Alemania, tras la espectacular Supercopa la Liga monopoliza los t¨ªtulos europeos con Bar?a, Madrid, Sevilla y Atl¨¦tico
Luis Enrique se secaba el sudor de la frente, ped¨ªa calma, protestaba a voz pelada al ¨¢rbitro y arengaba al Bar?a a hacer un ¨²ltimo esfuerzo. En la zona t¨¦cnica del Sevilla, Unai Emery, el utilero, el delegado, y los jugadores se com¨ªan la l¨ªnea de banda del Dinamo Arena de Tbilisi cuando Rami fall¨® un cabezazo sobre la bocina. Uno tir¨® una silla, otro golpe¨® a la valla publicitaria, un tercero se tumb¨® en el suelo y todos lanzaban improperios. De embocar el central el remate, el duelo se hubiera ido a los penaltis. Pero no entr¨® el bal¨®n y el Bar?a certific¨® su superlativo triunfo (5-4) y tambi¨¦n la hegemon¨ªa del f¨²tbol espa?ol en Europa, que ofreci¨® su riqueza t¨¦cnica y t¨¢ctica.
¡°Cada vez es m¨¢s dif¨ªcil ganar t¨ªtulos y esta final ha sido el ejemplo¡±, expuso Luis Enrique. Ocurre, sin embargo, que los ¨²ltimos seis t¨ªtulos europeos corren por cuenta de tres equipos espa?oles. El Sevilla inaugur¨® el ciclo con la Liga Europa de 2014, despu¨¦s repetidor en el curso anterior. El Madrid prolong¨® la conquista con la Champions de hace dos a?os y la Supercopa. Y el c¨ªrculo ¡ªo l¨ªnea recta porque en diciembre se va a Jap¨®n para disputar el Mundial de Clubes que a¨²n ostenta el Madrid¡ª lo puede sellar el Bar?a con la Copa de Europa pasada y esta Supercopa. ¡°Un partido espectacular¡±, dijo Luis Enrique. ¡°Una gran final¡±, constat¨® Monchi, director deportivo del Sevilla, que recibi¨® segundos despu¨¦s un abrazo de su hom¨®logo, Robert Fern¨¢ndez.
Empez¨® el Bar?a, colgado de Messi, con su f¨²tbol total, mezclando la posesi¨®n con la verticalidad y persistentes remates de Su¨¢rez, Rafinha, Rakitic y Leo. 4 a 1. ¡°Pero no puede ser que el equipo se pierda en una situaci¨®n tan favorable¡±, se?al¨® Mascherano. Tampoco ayudaron los cambios de Luis Enrique, puesto que Sergi Roberto y Bartra no tuvieron su noche, y el Sevilla, todo pundonor, se repuso a tiempo. 4 a 4. ¡°Les hemos retado con movilidad y agresividad, dando un pase adelante en la presi¨®n¡±, intervino Emery para llevarle la contraria a Jos¨¦ Mourinho, entonces t¨¦cnico del Madrid y ahora del Chelsea, que dijo que los equipos espa?oles no acosan al Bar?a desde la ra¨ªz. ¡°Hemos demostrado que queremos equipararnos con los m¨¢s grandes¡±, afirm¨® Krychowiak. ¡°Les hemos creado problemas por nuestro esp¨ªritu de lucha¡±, abund¨® el t¨¦cnico del Sevilla, conforme con una final con gusto a eternidad.
La remontada record¨® a la final de la Champions de 2005, cuando el Liverpool volte¨® al Milan un 3 a 0 en contra para llevarse el laurel en los penaltis. Tambi¨¦n destaca la final de la UEFA de 2005, donde el Alav¨¦s cay¨® por el entonces instaurado gol de oro ¡ªfue en propia puerta por Delf¨ªn Geli¡ª, tambi¨¦n con un 5 a 4 contra el Liverpool. Un gol menos se dio ya en la Copa de Europa de 1962, en el triunfo del Benfica de Eusebio frente al Madrid.
¡°Un partido espectacular¡±, dijo el t¨¦cnico Luis Enrique. ¡°Una gran final¡±, constat¨® Monchi, director deportivo del Sevilla
?Otra Liga de dos?
Con una riqueza t¨¢ctica excepcional (el Sevilla vari¨® en el entreacto para atosigar arriba y percutir por el costado de Alves; y el Bar?a trat¨® de amarrar el duelo adelantando a Mascherano como compa?ero de Busquets y despu¨¦s, ya con el l¨ªo encima, poner a Pedro para resolver), el t¨ªtulo demostr¨® que la Liga es bien seductora, por m¨¢s que desde el CSD y la LFP se empe?en en expresar lo contrario con la confecci¨®n del calendario.
El partido de Tbilisi puede ser la se?al de una Liga m¨¢s competida. No se sabe si el Sevilla, Valencia y Atl¨¦tico pondr¨¢n en aprietos al Bar?a y al Madrid, pero s¨ª que han confeccionado plantillas muy atractivas para ello. El dinero est¨¢ en Inglaterra y el ambiente en Alemania. Pero el f¨²tbol, de momento, se queda en Espa?a.
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