El M¨¢laga perdona a un p¨¦simo Sevilla

Lleg¨® el f¨²tbol de verdad y el Sevilla, sin embargo, fue de mentira. No hubo rastro de ese equipo pujante y poderoso que desea su entrenador, Emery. Fallaron muchas piezas en la maquinaria que engrasa el vasco. Bien que se aprovech¨® el M¨¢laga, de menos calidad, pero con mucho m¨¢s coraz¨®n, m¨¢s intenso e inteligente en sus acciones. Casi nunca fue superior el Sevilla. Si acaso en un cuarto de hora de la primera mitad donde Gameiro fall¨® tres goles cantados.

El Sevilla salv¨® un punto porque el M¨¢laga no tuvo el temple necesario para batir a un rival en inferioridad despu¨¦s de la expulsi¨®n de Nzonzi. Tambi¨¦n porque se le anul¨® un gol a Charles, que marc¨® en posici¨®n muy dudosa pero legal a pase de Juanpi. La jugada, no obstante, era muy complicada para el asistente de ?lvarez Izquierdo. El Sevilla acab¨® metido en su ¨¢rrea y pidiendo la hora, sin capacidad para llegar al ¨¢rea del M¨¢laga y entregado a su rival. Una imagen de equipo descontrolado que impact¨® cuando se esperaba mucho m¨¢s de sus prestaciones y la plantilla confeccionada por Monchi. Salv¨® un punto con casi media hora con un futbolista menos, pero se dej¨® mucha credibilidad en La Rosaleda por su p¨¦simo juego. Eso s¨ª, Emery dispone de tiempo para poner a funcionar a tanto talento como se ha puesto bajo su mando. El M¨¢laga, muy renovado con respecto a la temporada anterior, se dej¨® el alma y demostr¨® estar muy bien trabajado por Javi Gracia.

El Sevilla solo existi¨® un cuarto de hora, cuando Reyes apareci¨® en un par de ocasiones para dejar solo a Gameiro. El franc¨¦s perdon¨® y el partido entr¨® en una fase aburrida y de dominio alterno. Hasta que lleg¨® la justa expulsi¨®n de Nzonzi en el minuto 69. El M¨¢laga se hizo con el mando del juego, apabull¨® al Sevilla y lo tuvo contra las cuerdas. Marc¨® un gol legal, pero le fue anulado. Mientras, Emery se lamentaba en la banda. Su proyecto de equipo grande, de momento, est¨¢ en pa?ales. El f¨²tbol de verdad le mostr¨® lo complicada que ser¨¢ la empresa de dise?ar un nuevo Sevilla campe¨®n y en Champions.

No tuvo el Sevilla continuidad ante un M¨¢laga intenso. Emery debe corregir un buen n¨²mero de defectos que afloraron de forma inesperada. Los nuevos tienen que enchufarse y el equipo no es nadie si no se desenvuelve con intensidad. El Sevilla el¨¦ctrico que desea su t¨¦cnico apenas apareci¨® en La Rosaleda en un primer tiempo bastante flojo. Emery apost¨® de nuevo por Krychowiak de central y se demostr¨® que el hueco que deja el polaco en el centro del campo es enorme. Ni Nzonzi, fuera de forma, ni Iborra supieron manejar al Sevilla, entregado ante la fogosidad del M¨¢laga, bien conducido por Amrabat.

Al equipo de Emery lo sostuvieron acciones puntuales, producto de la calidad de sus jugadores, que no fueron gol por la falta de punter¨ªa de Gameiro. Con el peso de Bacca a sus espaldas, el franc¨¦s fall¨® tres claras ocasiones en los primeros 20 minutos, periodo del encuentro donde el Sevilla pudo reconocerse a s¨ª mismo. Luego no carbur¨®, con sus l¨ªneas muy separadas, sometido a la intensidad del M¨¢laga. Incluso Beto tuvo que actuar con decisi¨®n en un par de acciones. Lento y sin ritmo, con Vitolo y Reyes desconectados, ausente Banega, el Sevilla necesitaba una reacci¨®n fulminante.

Se encontr¨®, sin embargo, con un aut¨¦ntico calvario. El motivo, la desaplicaci¨®n monumental de Nzonzi, que fue expulsado por dos acciones lamentables. El Sevilla se hundi¨®, incapaz de competir, de tener el bal¨®n y de apretar a un rival que se lo comi¨®. Sufri¨® una barbaridad para lograr un punto que sabe a poco. El equipo se descontrol¨® y el M¨¢laga lleg¨® una y otra vez al ¨¢rea de Beto. Marc¨® un gol que le fue anulado y desperdici¨® una llegada tras otra. El M¨¢laga, muy cambiado con respecto a la temporada pasada, mereci¨® m¨¢s. Le falt¨® una pizca de fortuna y algo de calidad.