Federer desaf¨ªa a la edad

El tenis de Roger Federer no enga?a. Siempre pulcro. Sin esfuerzos. Con innumerables recursos. Lleno de t¨¦cnica y elegancia. Solo vulnerable cuando su fragilidad mental diluye su juego. Para la gran mayor¨ªa es el m¨¢s grande de la historia. Los n¨²meros le dan la raz¨®n. Ning¨²n tenista ha ganado tantos grandes como ¨¦l. En las vitrinas acumula 17, aunque lleva una sequ¨ªa que se prolonga desde 2012, cuando gan¨® Wimbledon al brit¨¢nico Andy Murray.

El pr¨®ximo lunes comienza el US Open y no solo desafiar¨¢ al resto de raquetas del circuito, sino tambi¨¦n a la edad. Federer tiene 34 a?os, parte como segundo cabeza de serie del torneo y en plena forma. El domingo pasado gan¨® por s¨¦ptima vez el Master 1000 de Cincinnati, la antesala del ¨²ltimo grande de la temporada, sin ceder ni una vez su servicio. "Me he preparado bien y s¨¦ que estoy listo para el Open", avis¨® a sus rivales.

Las pistas de Flushing Meadows, en el barrio neoyorquino de Queens, conocen bien el nombre del helv¨¦tico. Ha sido el ¨²nico que ha ganado cinco veces consecutivas el Abierto de Estados Unidos ¡ªentre 2004 y 2008¡ª desde que el campeonato se limitara solo a profesionales en 1968.

Si Federer alzara la copa, se convertir¨ªa en el tenista m¨¢s veterano en ganar en Nueva York. Tanto el australiano Rod Laver como el estadounidense Pete Sampras comparten el r¨¦cord con 31 a?os y un mes. La lucha del suizo no se limita solamente a la edad. Tambi¨¦n busca convertirse en el jugador con m¨¢s t¨ªtulos del US Open en la era moderna, algo que ya ha conseguido, junto con Sampras, en la hierba de Wimbledon.

Los cuadros del Abierto se sortean ma?ana y ninguno de los favoritos sabe c¨®mo ser¨¢ su camino hasta el t¨ªtulo. Federer acude a la cita con la historia en plenitud, pero Rafa Nadal, de 29 a?os no se ha quitado de encima el signo de interrogaci¨®n. Parte como octavo cabeza de serie y ayer, como pose¨ªdo por el esp¨ªritu del entrenador del Atl¨¦tico de Madrid, Diego Simeone, confes¨® en un evento publicitario que afronta el torneo partido a partido, sin marcarse un rumbo fijo. "Creer que las cosas van a salir bien te ayuda a tener ¨¦xito", afirm¨®.

Un a?o de dudas

Nadal ha sido incapaz de remontar el vuelo en toda la temporada. Ha a?adido a su palmar¨¦s tres torneos ¡ªlos ATP 250 de Buenos Aires y Stuttgart y uno de 500 en Hamburgo¡ª, pero ninguno de alta alcurnia. Lo m¨¢s notable fue la final en mayo del Master 1000 de Madrid que cedi¨® ante Murray. Y en los grandes solo ha llegado hasta los cuartos de final tanto en el Abierto de Australia como en Roland Garros.

Federer, que desde que ganara su primer grande en 2003 no ha bajado del n¨²mero siete del ranking, nunca ha sufrido una lesi¨®n de gravedad. Mide los esfuerzos y, si sus sensaciones no son buenas, opta por ausentarse del torneo. En 2013, por ejemplo, decidi¨® parar el ritmo fren¨¦tico de este deporte, que les lleva a competir en una media de 80 partidos al a?o, y ni jug¨® el Master 1000 de Montreal y Miami.

La carrera de Nadal ha sido m¨¢s accidentada; especialmente los dos ¨²ltimos a?os. Una lesi¨®n de espalda y otra en la mu?eca le han restado consistencia en su tenis y ha llegado a bajar hasta la d¨¦cima posici¨®n de la clasificaci¨®n mundial. El muro infranqueable se ha agrietado y esta temporada solo ha ganado en dos de los nueve enfrentamientos a jugadores del top 10.

La rivalidad entre Federer y Nadal pertenece a la historia del tenis. Se han visto las caras en 33 ocasiones, 11 de ellas en grandes. Sin embargo, el circuito lo domina Novak Djokovic y seguro que acepta el desaf¨ªo del suizo tras perder en Cincinnati.