No todo el atletismo es Bolt
Grandes marcas, nuevas figuras, veteranos incombustibles¡ Los Mundiales de Pek¨ªn han sido magn¨ªficos
¡°?Gravedad? ?Qu¨¦ gravedad?¡± La gorra del saltador ingr¨¢vido, el pajarito catar¨ª Mutaz Essa Barshim, es una declaraci¨®n de principios, un desaf¨ªo, que la realidad f¨ªsica, o sea, la ley de la gravedad, devuelve a la tierra. Barshim termin¨® cuarto de un concurso de altura decepcionante (con Bondarenko tocado por el lumbago, gan¨®, con 2,34m, el tercer hombre, el canadiense Derek Drouin), pero hubo otros atletas, las caras de un Mundial brillante, que s¨ª que triunfaron en sus retos.
USAIN BOLT
Usain Bolt es el hombre sin mancha. Nunca ha perdido una carrera en una gran competici¨®n, un Mundial o unos Juegos, y la ¨²nica vez que no ha ganado lo hizo sin correr, con una salida nula. Su historial inmaculado desde los Juegos de Pek¨ªn 2008 tuvo continuidad siete a?os m¨¢s tarde en el mismo Nido. Fueron sus Mundiales m¨¢s dif¨ªciles, tambi¨¦n aquellos de los que su figura, ya, al final, la de un casi treinta?ero cansado, sali¨® m¨¢s engrandecida. El gran p¨®ster del atletismo en el siglo XXI lleg¨® a Pek¨ªn herido justo el a?o en el que parec¨ªa que al fin hab¨ªa un rival de su talla, el norteamericano Justin Gatlin. Para ganar los 100m, lo que hizo por una cent¨¦sima, en su vida hab¨ªa estado m¨¢s acosado, necesit¨® dar con toda su alma hasta la ¨²ltima de sus 41 zancadas y un poco, la que dedica habitualmente a su show de vencedor. Despu¨¦s, todo fue un juego de ni?os, un paseo en el 200m, que solo un c¨¢mara sobre un semoviente giroscopio estuvo a punto de convertir en drama. Lider¨® a su Jamaica en los relevos y termin¨® con su habitual cosecha de tres oros. Con un total de 11 oros, dos platas en sus a?os j¨®venes y un octavo puesto, tras Pek¨ªn ya supera a Carl Lewis (ocho oros, una plata y un bronce) como el mejor de la historia de los Mundiales.
DAFNE SCHIPPERS
La alegre Shelly Ann Fraser Pryce, medallista de oro en 100m y 4x100m, dice que encuentra muy sexys a las mujeres atletas, y que corren r¨¢pido y que son muy buenas, pero que por una extra?a raz¨®n los hombres en calzones ajustados y camisetas parecen excitar m¨¢s al p¨²blico. Dafne Schippers, el rel¨¢mpago rubio, la holandesa que con 21,63s borr¨® de la historia de los 200m a Marita Koch y Heike Dreschsler, los productos anabolizados de la Alemania del Este, y se coloc¨® tercera de la historia detr¨¢s de las dopadas Florence Griffith y Marion Jones. Sin embargo, no parece que su popularidad medi¨¢tica (y su cach¨¦ en los m¨ªtines), pueda alcanzar, fuera de las fronteras de su Holanda, los niveles que lograron las norteamericanas. Paga los pecados de Marion Jones, la ¨²ltima reina de la velocidad, que acab¨® en la c¨¢rcel, y el rastro del acn¨¦ en el rostro joven de 23 a?os. ¡°Pero no todos los que tienen acn¨¦ toman anabolizantes¡±, dice su entrenador de toda la vida, Bart Bennema, el t¨¦cnico que la transform¨® de heptatleta en tan magn¨ªfica velocista que despu¨¦s del doblete del Europeo de Z¨²rich sale de Pek¨ªn con el oro de los 200m y la plata de los 100m. ¡°Es injusto: cantidad de j¨®venes de su edad sufren acn¨¦¡±.
WAYDE VAN NIEKERK
Despu¨¦s del fen¨®meno Michael Johnson y del breve interregno de Jeremy Wariner, los 400m hab¨ªan ca¨ªdo en las piernas y en los cuerpos monstruosamente musculados de tipos que parec¨ªan osos depilados, sin m¨¢s gracia que la potencia. De esa sima ha sacado a una de las pruebas m¨¢s hermosas del atletismo, y quiz¨¢s la m¨¢s dura, la persona m¨¢s insospechada, un sudafricano de 23 a?os, ligero y apenas musculado, y con un gen enloquecido que le hace tomar la salida de la prueba como si fuera un 100m, entrenado por una venerable t¨¦cnica de 74 a?os y pelo blanco llamada Anna Soffia Botha. Con un tiempo de 43,48s, en una carrera en la que hasta los 300m corri¨® m¨¢s r¨¢pido que Johnson cuando bati¨® el r¨¦cord del mundo hace 19 a?os (43,18s), Wayde van Niekerk no solo consigui¨® convertirse en el cuarto cuatrocentista de la historia tras Johnson, Butch Reynolds y Wariner, sino que logr¨® devolver la prueba a atletas normales, r¨¢pidos por naturaleza y con una gran capacidad de mejorar y de entrenamiento. Y encima, Van Niekerk, con bisabuelo italiano y largas estancias de entrenamiento en Gemona nel Friuli, es un chaval simp¨¢tico, no uno de esos que tanto proliferan que parecen en pelea permanente con el mundo.
GENZEBE DIBABA
El atletismo es la lucha de uno contra sus l¨ªmites y, sobre todo, contra los rivales, el territorio, tambi¨¦n, de los ajustes de cuentas. Mediado julio, Genzebe Dibaba, quiz¨¢s la zancada m¨¢s bella del fondo, hab¨ªa ajustado cuentas con la historia, y el mundo se alegr¨® por ello, batiendo el r¨¦cord del mundo de los 1.500m: 3m 50,07s. En Pek¨ªn, la et¨ªope de 24 a?os ha corrido el 800m m¨¢s r¨¢pido, 1m 57s raspados, pero no en una prueba de dos vueltas a la pista, sino en su final el¨¦ctrico de los 1.500m, que gan¨®. M¨¢s especialista te¨®ricamente de los 5.000m que de la milla, la et¨ªope hab¨ªa llegado a Pek¨ªn dispuesta a conseguir la victoria en ambas distancias. El pasado reciente, sin embargo, se interpuso entre ella y su objetivo. En julio tambi¨¦n hab¨ªa quedado en Par¨ªs para intentar batir el r¨¦cord del mundo de los 5.000m, 14.11,15s en poder de su hermana mayor, Tirunesh, a medias con su compatriota Almaz Ayana. En Pek¨ªn, aleccionada por su marido y entrenador, Ayana, de 23 a?os, aceler¨® a los 2.000 metros con miles de 2m 42s, hasta que Dibaba, a quien le dol¨ªa un pie y llevaba en el cuerpo tres carreras de 1.500m y otra de 5.000m, no pudo m¨¢s. Su terrible cambio de ritmo desapareci¨®, pero no su belleza en carrera.
ASHTON EATON
Como Van Niekerk, Ashton Eaton es un cuerpo normal (1,85m, 1,84m) con unos poderes extraordinarios, tantos que es el mejor hombre 10 de la historia, el atleta m¨¢s perfecto que haya existido. En la historia solo tres veces se ha logrado pasar de los 9.000 puntos en decatl¨®n, la excelencia m¨¢s absoluta, y dos de ellas ha sido el joven de Portland (27 a?os) que bati¨® el r¨¦cord del mundo (9.045 puntos), con unos 400m ¨²nicos (45s clavados), fruto de un 2014 medio sab¨¢tico, dedicado a correr con calidad (baj¨® de 49s) los 400m vallas en el circuito mundial, y un lanzamiento de jabalina de 63,63, fruto no sabe de qu¨¦, porque al igual que no sab¨ªa por qu¨¦, haci¨¦ndolo todo seg¨²n su entrenador, Harry Marra, y los manuales, le dec¨ªan, era incapaz de pasar de 50m con el artefacto que m¨¢s odia. La clave (¡°las narices que le ech¨®¡±, como dice su mujer, la heptatleta canadiense Brianne Theisen) fueron sus 1.500m con la ayuda del argelino Bourrada. Sin olvidar los espagueti que le prest¨® su rival, y medalla de plata, el canadiense Damian Warner, para recargar los hidratos antes de la prueba en la que no hay rivales, sino compa?eros de peregrinaci¨®n, y todos se quieren y se ayudan. Desde el gran Usain Bolt (100m y 200m en 2009), nadie bat¨ªa un r¨¦cord del mundo individual en una cita como la de los Mundiales.
ALLYSON FELIX
Cuando Dafne Schippers se pregunte por qu¨¦, con lo buena que es no es tan popular como los atletas masculinos, quiz¨¢s alguien le diga que antes de ella, la norteamericana Allyson Felix tambi¨¦n estaba predestinada al estrellato y nunca dej¨® de ser una cara poco conocida m¨¢s all¨¢ del mundo peque?o del atletismo. Quiz¨¢s sea porque es una chica buena que ayuda a su padre, reverendo, en las catequesis de los s¨¢bados, que nunca ha roto una copa, que nunca ha batido un r¨¦cord del mundo en unas distancias (de 100m a 400m) que est¨¢n imposibles entre sus compatriotas de los a?os de barra libre y las alemanas del Este. Y tan silenciosamente como silenciosa es ella, Felix sale de Pek¨ªn con tres medallas: una de oro individual en los 400m, y dos de plata en los relevos 4x100m y 4x400m, en ambas batido Estados Unidos por Jamaica. Con 13 medallas en Mundiales (nueve de oro), Felix est¨¢ a una de Merlene Ottey, la jamaicana llamada de bronce porque de sus 14 metales, siete fueron por un tercer puesto.
MO FARAH
El brit¨¢nico de origen somal¨ª domina con tanta claridad los 5.000m y los 10.000m, que su tercer doblete consecutivo (dos mundiales y uno ol¨ªmpico) apenas ha levantado expectaci¨®n y aplausos. Han influido negativamente en su notoriedad la turbiedad de las historias que se cuentan de su entrenador, el norteamericano de origen cubano Alberto Salazar, hijo de un camarada de Fidel Castro en Cochinos que se hizo gusano en la primera ¨¦poca, y la seguridad, y el alarde de econom¨ªa que le acompa?aba, con la que se ha impuesto en ambas distancias de fondo. Y tambi¨¦n que Pek¨ªn no es Londres, donde sus haza?as se magnificaron hasta convertirlo en el segundo Bolt de los Juegos.
CHRISTIAN TAYLOR
En Pek¨ªn han coincidido la semana del Mundial cuatro triplistas que han pasado de los 18m. Estaban, ante el foso de arena lejano, el cubano Pedro Pablo Pichardo y Christian Taylor, y hablando para la tele el retirado Jonathan Edwards (plusmarquista mundial, 18,29m) y el lesionado Teddy Tamgho. La noche siguiente a la que el norteamericano Taylor, tan cristiano como su nombre indica y tan n¨®mada como un disc¨ªpulo siguiendo a su entrenador por medio mundo, ganara su segundo Mundial con 18,21m, a solo 8cm del r¨¦cord mundial, Tamgho est¨¢ sentado en el t¨²nel del estadio mirando ausente la pantalla de su tel¨¦fono. Y habla de Taylor: ¡°Cuando vuelva yo, que volver¨¦ en R¨ªo, va a ser un rival duro. Tiene un salto ¨²nico, magn¨ªfico. En vez de saltar alto y quedarse parado en el aire, como los cubanos en su segundo impulso, Taylor es como una piedra plana que lanzas contra una superficie de agua y rebota sin apenas levantarse, pero a una velocidad incre¨ªble¡±. El salto de Edwards fue, justamente, junto a los 45s y el r¨¦cord de Eaton, los 400m de Van Niekerk y los 200m de Schippers, la mejor marca de los Mundiales.
KIPROP, YEGO Y BETT
Por primera vez en la historia un pa¨ªs que no es Alemania, Rusia-Uni¨®n Sovi¨¦tica o Estados Unidos, las tres grandes potencias, ha terminado el pimero en el medallero. Por primera vez, un pa¨ªs africano domina el gran ranking (y segundo, un pa¨ªs caribe?o, Jamaica), Se trata de Kenia, con siete oros, seis platas y tres bronces. Tres figuras, dos excepcionales y una habitual dentro de su excepcionalidad, representan el dominio del pa¨ªs del valle del Rift: el lanzador de jabalina Julius Yego, medalla de oro con un lanzamiento de 92,72m que le convierte en el tercero de la historia; el corredor de 400m vallas Nicholas Bett y el gran Abel Kiprop, el hombre de los 1.500m. Los dos primeros han debido emigrar para destacar y vencer en disciplinas que no casan con la imagen habitual de Kenia, tierra de maratonianos, obstaculistas, fondistas y mediofondistas. Son atletas que se han forjado a s¨ª mismos superando todo tipo de dificultades.
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