Nadal vence al croata Coric en la primera ronda del US Open
S¨®lido en su regreso al cemento de Nueva York, el n¨²mero ocho se impone por 6-3, 6-2, 4-6 y 6-4 (tras 2h.47m) y se medir¨¢ en la segunda fase al argentino Diego Schwartzman
Que el irreverente Borna Coric tiene un futuro espl¨¦ndido salta a la vista; que el jovenc¨ªsimo croata apunta a ser uno de los referentes del circuito a largo plazo tampoco es ning¨²n descubrimiento; pero que hoy d¨ªa, a¨²n, existe un peque?o gran abismo entre ¨¦l, el futuro, y Rafal Nadal, inmerso en un presente complicado, es una certeza todav¨ªa m¨¢s indiscutible. Regres¨® el espa?ol a la pista central de Flushing Meadows, donde no pudo estar el curso pasado como consecuencia de su retah¨ªla de dolores pasajeros, y lo hizo como mandan los c¨¢nones. Es decir, con una victoria (6-3, 6-2, 4-6 y 6-4 en dos horas y 47 minutos de partido) y la solvencia id¨®nea para abrir el paso.
El de Manacor sell¨® el partido con un porcentaje elevad¨ªsimo en los puntos con primeros sevicios: 88%
Al caer la noche y enfundado en un traje oscuro, con degradados militares, el n¨²mero ocho apenas ofreci¨® opciones al joven Coric. El croata, un talentoso jugador de 18 a?os que el a?o pasado figuraba a estas alturas en el 204? escal¨®n de la ATP y en la actualidad ya empuja desde el 33?, tan solo pudo ofrecer unos pocos trazos de la estrella que muchos adivinan. No en vano, el curso pasado ya hab¨ªa conseguido derrotar al de Manacor en un pulso en Basilea.
En esta ocasi¨®n no hubo sorpresa. Nadal, citado con el argentino Diego Schwartzman (6-3, 6-2 y 6-2 a Elias Ymer) en la segunda ronda, salt¨® al cemento de Queens como si fuera un torbellino. Lo refrendan las cifras del primera manga, en la que se garantiz¨® hasta un 90% de los puntos con su primer servicio, as¨ª como las de la segunda, en la que no cedi¨® un solo tanteo con primeros y en la que volvi¨® a aprovechar al m¨¢ximo sus opciones de ruptura (1/1 en el primer parcial y 2/2 en este segundo).
Pero desde el punto de vista f¨ªsico, el pulso fue de lo m¨¢s exigente. Pese a que los focos ya dominaban Nueva York, se jug¨® a 31? y en medio de una humedad relativa del 73%. Empapado en sudor, castigado por las condiciones del est¨ªo de Flushing Meadows, Nadal perdi¨® chispa y cedi¨® el tercer set despu¨¦s de cometer dos inoportunas dobles faltas que propiciaron la ruptura y el demarraje de Coric. Envalentonado, el croata intent¨® hacer diabluras en la confianza maltrecha de su rival, que pese a volver a sentir el v¨¦rtigo de las alturas se recompuso y sell¨® el duelo sin mayores sobresaltos.
Tras un inicio arrollador, el desgaste ambiental le pas¨® factura, pero al final logr¨® recomponerse
"Tuve un nivel elevado en el primer set, pero despu¨¦s me cans¨¦ un poco por las condiciones. Estoy sudando mucho...", coment¨® nada m¨¢s lograr la victoria. La festej¨® con rabia Nadal, sabedor de que cada triunfo vale oro para ¨¦l hoy d¨ªa. Campe¨®n del evento neoyorquino en 2010 y 2013, aspira en esta edici¨®n a guerrear con los m¨¢s fuertes. Y, como presentaci¨®n, una s¨®lida puesta en escena. Buenas piernas y un balance global de 88% de puntos con primeros saques, 40 ganadores (por 31 de Coric), un 71% (5/7) de puntos de break convertidos e intimidaci¨®n en la red (16 aciertos en 17 aproximaciones). Tambi¨¦n algunos destellos, como un par de paralelos que activaron ese Ooouh! tan sonoro de la grada neoyorquina.
Se cita Nadal ahora con Schwartzman, 74? en la lista mundial, 23 a?os. Con el joven de Buenos Aires, tan solo un ¨²nico precedente: Acapulco, en 2013. El triunfo fue para el espa?ol, que en los ¨²ltimos 10 a?os siempre ha ganado al menos un major. Ahora, le queda una bala en Nueva York.
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