Nadal, por el carril equivocado
Lento y tosco, el espa?ol bate a Schwartzman (7-6, 6-3 y 7-5 en dos horas y 41 minutos) y se cita en la tercera ronda con Fognini, que ya le ha vencido dos veces esta temporada
A diferencia del d¨ªa de su estreno, cuando opt¨® por un uniforme oscuro para ir al comp¨¢s de la noche neoyorquina, Rafael Nadal opt¨® esta vez por una vestimenta tropical, acorde a la jornada vespertina en Flushing Meadows. Buscaba tal vez la inspiraci¨®n crom¨¢tica, pero conforme cay¨® el sol en la tarde de Nueva York, su actuaci¨®n fue ensombreci¨¦ndose hasta alcanzar un tono demasiado gris¨¢ceo. As¨ª acab¨® la jornada vespertina para ¨¦l: gris, plomiza, finalmente descolorida. Venci¨® el n¨²mero ocho al argentino Diego Schwartzman (7-6, 6-3 y 7-5 en dos horas y 41 minutos) y avanz¨® a la tercera ronda del US Open, pero volvi¨® a mostrar el reverso de la moneda.
Si en la primera cita, frente a Borna Coric, exhibi¨® dinamismo, solidez y resoluci¨®n, mucha hambre, en esta ocasi¨®n su juego tuvo demasiadas grietas. Que el rendimiento de Nadal suele ir in crescendo ya se sabe, y que actualmente atraviesa por una ciclotimia peligrosa y traicionera, tambi¨¦n, pero a tenor de lo visto en su duelo contra el argentino, o regresa a la versi¨®n del estreno o abandonar¨¢ antes de tiempo el barrio de Queens. En la siguiente parada, el italiano Fabio Fognini, un duro escollo con el que ya ha tropezado dos veces esta temporada: R¨ªo y Barcelona.
No estuvo nada fino Nadal ayer en la pista Louis Armstrong. Apost¨® por la misma v¨ªa directa (38 ganadores y 15 subidas con ¨¦xito a la red de 19) a la que se agarra para seguir siendo competitivo sobre el cemento, pero escogi¨® el carril equivocado. Tosco en los movimientos y trabado con el drive, lento a la hora de desplazarse, se impuso a Schwartzman sin brillos ni florituras, con 40 errores no forzados (los mismos que su rival). No era en principio el argentino, 74? en el r¨¢nking, un adversario que debiera entra?ar muchas complicaciones, pero ¨¦l fue quien firm¨® los mejores puntos y se llev¨® los aplausos m¨¢s sonoros de la c¨¢lida grada neoyorquina.
Si en el estreno exhibi¨® dinamismo, solidez y resoluci¨®n, hambre, en esta ocasi¨®n su juego tuvo grietas
Contestatario, le exigi¨® a Nadal en el primer parcial y le tute¨® el resto del partido; le llev¨® a su terreno y le enred¨®. Sin embargo, el de Manacor supo sacar adelante el pulso con temple y el nervio bien sujeto. Y hoy d¨ªa, para ¨¦l eso vale su peso en oro; cada triunfo le sabe a gloria. Se avecina ahora Fognini. Con el italiano, siete enfrentamientos previos: 5-2 para Nadal, vencedor las dos veces que se batieron en cemento (Pek¨ªn 2013 y Miami 2014) y que en el ¨²ltimo careo entre ambos, en Hamburgo (en julio), sali¨® airoso. Sin embargo, el recuerdo de las ca¨ªdas en R¨ªo (febrero) y Barcelona (abril) est¨¢ demasiado fresco. Peligro a la vista. Nueva York demanda estar siempre alerta.
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