Kyrgios, de insolencia en insolencia
El australiano, que seste¨® en su derrota frente a Murray en la 1? ronda (7-5, 6-3 y 4-6 y 6-1), quebranta con sus estridencias y sus malos modos la caballerosidad hist¨®rica del tenis
Hist¨®ricamente, el tenis est¨¢ reconocido como un deporte pulcro, amparado en una normativa y unos c¨®digos no escritos que garantizan el fair play y la buena imagen de este deporte. Salvo excepciones o casos muy concretos (alg¨²n chico malo, tipo John McEnroe, rupturas de raquetas o alg¨²n que otro exabrupto), los jugadores suelen tener un comportamiento inmaculado sobre la pista. Es la t¨®nica general, m¨¢s all¨¢ de alg¨²n que otro affaire puntual, pero hoy un d¨ªa hay un joven dispuesto a volatilizar toda buena forma sobre la pista. Es Nick Kyrgios, 37? del mundo y nacido en Canberra (Australia) hace 20 a?os.
Irrumpi¨® en el circuito hace dos a?os, pero lleg¨® a o¨ªdos del gran p¨²blico en julio de 2014, cuando fulmin¨® contra todo pron¨®stico a Rafael Nadal en los octavos de Wimbledon. El australiano, un tallo de 1,93, es un chico singular. Le delata su look, compuesto de una cresta, anillos, pendientes, cadenas, tatuajes y vestimentas m¨¢s propias de un rapero que de un tenista profesional. En el backstage, suele portar adem¨¢s unos cascos enormes que le permiten aislarse, si no est¨¢ bromeando con otros compa?eros revoltosos, como Thanasi Kokkinakis o Bernard Tomic.
M¨¢s all¨¢ de su fachada, Kyrgios tiene unas cualidades extraordinarias para practicar su deporte. Es el¨¢stico, r¨¢pido y dibuja unos tiros diab¨®licos, cargados de fuerzas y efectos. Su futuro, dicen, es fabuloso. No ha levantado a¨²n t¨ªtulo alguno y en su registro de 2015 hay casi tantas derrotas como victorias (18-14), pero el pasado mes de junio ya alcanz¨® el pelda?o 25 del r¨¢nking mundial y muchos esperan que sea uno de las referencias en un futuro no muy lejano.
"Solo me echaba una siesta, porque es muy bueno para la salud" Nick Kyrgios
El talento de Kyrgios es asombroso. Sin embargo, sus malos modales tambi¨¦n. Tanto que poco a poco van empa?ando su trayectoria. Al margen de su actitud altanera y la aparente desgana con la que se mueve, est¨¢ poniendo en jaque poco a poco todo esa distinci¨®n que caracteriza al tenis. De un a?o a otro, Kyrgios est¨¢ traspasando la raya entre los pol¨ªticamente incorrecto y lo inaceptable.
En Wimbledon ya recibi¨® una triple sanci¨®n por discutir con el ¨¢rbitro, insultos y aspavientos. En uno de ellos, estrell¨® su raqueta con tanta fuerza contra el c¨¦sped que acab¨® golpeando a un espectador presente en la grada. En Londres y otras pistas ya se le conoce, pero recientemente dio una vuelta de tuerca. Durante su enfrentamiento en Cincinatti contra Stanislas Wawrinka, le solt¨® al suizo la siguiente frase: "Kokkinakis se ha acostado con tu novia, siento dec¨ªrtelo colega". Stan no le escuch¨® en directo, pero advertido despu¨¦s, dijo: "Es decepcionante ver como un deportista y un compa?ero puede ser tan irrespetuoso, de una manera que ni siquiera pod¨ªa imaginar. Lo que dijo que no se lo dir¨ªa ni a mi peor enemigo. Es inaceptable".
V?DEO: Kyrgios sestea durante el partido de primera ronda contra Murray.
Pese a pedir disculpas al suizo, Kyrgios advirti¨®: ¡°No voy a dejar de mostrar mis emociones¡±. Y en esas sigue. En su duelo de primera ronda en Nueva York, saldado con una derrota contra el escoc¨¦s Andy Murray, exhibi¨® todo su repertorio. Protest¨® al juez Carlos Ramos, golpe¨® su raqueta en varias ocasiones y tir¨® el duelo con decisiones y tiros francamente incompresibles; adem¨¢s protest¨® por la ubicaci¨®n de las luces. Pero lo mejor estaba por llegar. Despu¨¦s de ceder la primera manga, durante el receso, Kyrgios se dedic¨® a dormitar para asombro del p¨²blico de Flushing Meadows.
"Espero que aprenda. No deseas ser recordado como un payaso, sino como un jugador" John McEnroe, extenista
"Solo me echaba una siesta, es bueno para la salud", adujo en la sala de prensa. "Sus payasadas son graciosas", dijo con iron¨ªa Murray. Todo el circuito contempla estupefacto los shows del australiano, que tiene una gran cantidad de detractores, pero apoyado tambi¨¦n por personalidades como McEnroe. El estadounidense, ganador de siete grandes, viene defendi¨¦ndole desde hace tiempo porque entiende que aporta "aire fresco" al circuito e incomoda al establishment del tenis.
Pero incluso a McEnroe se le est¨¢ agotando la paciencia. En unas declaraciones a la ESPN, Big Mac critic¨® el "est¨²pido" comportamiento de Kyrgios en su ¨²ltima presencia, porque cree que el tiempo pasa y que el australiano est¨¢ empezando a desaprovechar su talento. "Espero que aprenda. Usted no quiere ser recordado como un payaso, sino como un jugador". Palabra de McEnroe.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.