Serena Williams, adi¨®s al Grand Slam

¡°Perd¨®n a Estados Unidos, al Grand Slam, a Serena... Pero hoy era mi d¨ªa. Hoy es el d¨ªa m¨¢s feliz de mi vida¡±. Se echaba las manos a los o¨ªdos Roberta Vinci y arengaba al p¨²blico de la Arthur Ashe, la pista central del US Open, como diciendo: aqu¨ª estoy yo, he conseguido esto y, qu¨¦ demonios, por qu¨¦ no, merezco esos aplausos. La italiana, 32 a?os y 43? en el r¨¢nking de la WTA, acababa de protagonizar una sorpresa monumental. Contra todo pron¨®stico, hab¨ªa fulminado (2-6, 6-4 y 6-4 despu¨¦s de dos horas) a la n¨²mero uno, a la Williams, esa jugadora indestructible que aspiraba a cerrar una temporada de ensue?o con la consecuci¨®n del Grand Slam, los cuatro grandes del a?o. Pero no. No ser¨¢ as¨ª. El anhelo de Serena se esfum¨®.

Por primera vez en mucho tiempo se pudo ver a una campeona terrenal, vulnerable, incapaz de darle la vuelta a una situaci¨®n que punto a punto fue convirti¨¦ndose en irremediable. Esta vez, Serena no fue Serena. Sufri¨®, renque¨®, le tembl¨® el pulso durante toda la tarde. No practic¨® un buen tenis, as¨ª de simple. Sin restarle un ¨¢pice de m¨¦rito a Vinci, soberbia, dign¨ªsima finalista, la estadounidense (33 a?os) padeci¨® el mal de altura, cinscuntancia excepcional en una jugadora que se mueve como ninguna en las situaciones l¨ªmite y ante los grandes desaf¨ªos, que por algo ha conquistado ya 21 grandes.

Aspiraba ahora al 22, a dar caza a Steffi Graf, a la pseudoutop¨ªa del Grand Slam, pero en esta ocasi¨®n no dio la talla. Y eso que el duelo comenz¨® bien para ella. Se llev¨® el primer set, pero ya exhibi¨® en esa primera manga nervios, un estado de sobreexcitaci¨®n que le hizo fallar bolas f¨¢ciles y a no encontrar en ning¨²n momento ritmo de juego. Ante esto, Vinci se creci¨® poco a poco. Muy astuta, la italiana interpret¨® muy bien la inquietud de su rival y se la llev¨® a su terreno, gui¨¢ndole al error, haci¨¦ndole recular a la l¨ªnea de fondo y forz¨¢ndole a posiciones de tiro complicadas.

¡°Ella ha jugado el mejor tenis de su carrera. No perd¨ª por la presi¨®n, porque nunca sent¨ª presi¨®n jugando este torneo¡±, se justificaba Serena, que pese a firmar 50 golpes ganadores cometi¨® hasta 40 errores no forzados. Muchos, much¨ªsimos. Demasiados para ella. Enfrente, Vinci ofreci¨® fiabilidad y temple: 19 winners y la mitad de fallos. ¡°Solo me dec¨ªa: pon la bola en la pista y corre, corre mucho, no pienses en que al otro lado est¨¢ Serena¡±, explic¨® la de Taranto, que jugar¨¢ su primera final de un Grand Slam y que en toda su carrera solo ha conquistado nueve t¨ªtulos, menores.

Perd¨®n a EE UU, al Grand Slam, a Serena... Pero hoy era mi d¨ªa" Roberta Vinci

Se medir¨¢ este s¨¢bado por el t¨ªtulo (no antes de las 21.00, Eurosport) con su compatriota Flavia Pennetta, otra veterana (33) que tampoco ha disputado nunca una final de un major. La de Brindisi bati¨® a la rumana Simona Halep (segunda cabeza de serie del torneo) por 6-1 y 6-3. Nunca en la historia del US Open hab¨ªa participado una jugadora italiana en la final. Ahora ser¨¢n dos. Y se lamenta Serena, ganadora en Nueva York las tres ¨²ltimas ediciones. Adi¨®s al Grand Slam. Un sue?o hecho trizas.