D¨ªa 4. Calma chicha
El autor trata las sensaciones ofrecidas por Espa?a y la 'final' que afrontan los de Scariolo ante Alemania
Espa?a aprovech¨® su encuentro frente a Islandia para intentar arreglar alg¨²n desperfecto causado por su segunda derrota ante Italia y llegar de la mejor forma posible en juego y ¨¢nimo a los cruces que comienzan hoy. S¨ª, ya s¨¦ que todav¨ªa estamos en la primera fase de liguilla, pero el que ¡°o me quedo o me voy para casa¡± de esta tarde ha convertido el partido ante Alemania en los dieciseisavos de final. La situaci¨®n es compartida tambi¨¦n por los alemanes por lo que el partido va a dejar a alguien muy mal parado. O se despiden los anfitriones antes m¨¢s de 16.000 espectadores, o coge el avi¨®n de vuelta uno de los grandes favoritos del torneo.
Con este carrusel de sensaciones tan dispares que ha ido transmitiendo la selecci¨®n espa?ola a lo largo del campeonato, uno tiene que tirar m¨¢s de pasado que de presente para tranquilizar el esp¨ªritu. Y lo que nos dicen los ¨²ltimos tiempos, casi desde 2009, es que Espa?a se ha manejado mucho mejor en el combate por K.O. que en la rutina de las clasificaciones. En Polonia, Londres o Lituania, nuestras dudas terminaron cuando se puso en marca la ruleta rusa y un colectivo irregular e inestable dio paso a otro bien distinto.
Cuando juegas ya sin red, la exigencia del sistema nervioso es mucho mayor, y los equipos suelen reaccionar de manera diferente. Algunos, al verse al borde del precipicio, reaccionan mal. Otros se viene arriba. Espa?a se enfrenta a su primera final con la esperanza de una reactivaci¨®n necesaria, pues todos sabemos, ellos los primeros, que con el rendimiento dado hasta ahora, el futuro no se puede observar con optimismo.
En principio, Alemania es un conjunto m¨¢s llam¨¦mosle tradicional que otros como Italia o incluso Islandia. Por lo visto hasta ahora, sufrimos mucho ante equipos cuyos jugadores juegan casi m¨¢s por detr¨¢s de la l¨ªnea de tres puntos que en posiciones interiores. Los alemanes, teniendo como referencias importantes a Nowitzki o Pleiss, se mueve de forma m¨¢s ortodoxa, lo que facilitar¨¢ el trabajo de nuestros hombres altos. M¨¢s que Nowitzki, un mito de este deporte, la preocupaci¨®n principal parece haberse trasladado hacia lo que pueda hacer Schroder, el base de los Atlanta Hawks, ahora mismo el jugador m¨¢s peligroso del equipo alem¨¢n. Siendo capaz de alternar grandes aciertos con errores de bulto, casi todo pasa por ¨¦l, por lo que la tarea de Llull o Rivas se antoja vital.
De todas formas, la mayor preocupaci¨®n gira m¨¢s alrededor de lo que pueda hacer el equipo espa?ol. Es hora de dar un pu?etazo en la mesa, decir aqu¨ª estamos, y despejar definitivamente las muchas dudas que ha ofrecido su rendimiento hasta entonces.
Hoy, sin m¨¢s tardar, es hora para ver a los dos Sergios en una versi¨®n a la altura de las circunstancias, una mejor selecci¨®n de tiros exteriores que debe traer porcentajes m¨¢s acordes, un equilibrio entre el poder¨ªo interior, incuestionable, con la productividad exterior, una intensidad defensiva m¨¢s constante a lo largo de los cuarenta minutos y que permita r¨¢pidas transiciones. En definitiva, un rendimiento m¨¢s cercano al 80% de su potencial que al 50 logrado hasta ahora.
Comienza de verdad el europeo. Nos encontramos en una situaci¨®n que no estaba en el gui¨®n, con la posibilidad de abandonar el torneo a las primeras de cambio, pero por otro lado, tampoco el escenario resulta tan diferente. Si lo previsto eran tres partidos a vida o muerte para lograr el pasaporte a Rio (octavos, cuartos y semis) ahora tenemos cuatro. El ¨®rdago comienza con dos d¨ªas de antelaci¨®n. Para este primero, deber¨ªa bastar que Espa?a se pareciese a la Espa?a que todos conocemos.
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