Francia gana sin problemas a una Italia diezmada por las lesiones
Las selecci¨®n gala vence con comodidad (32-10) a una Italia sin Parisse y sin Masi
La ¨²ltima vez que Francia visit¨® Twickenham en partido oficial sali¨® masacrada por Inglaterra, encajando 55 puntos en la cita final del Seis Naciones. El XV del Gallo hizo este s¨¢bado los deberes para que esa no sea la instant¨¢nea a recordar por la historia sobre sus m¨¦ritos en tierra enemiga. Los de Saint-Andr¨¦ cumplieron ante una Italia mermada por las lesiones y, si nada lo impide, se jugar¨¢n con Irlanda el 11 de octubre el liderato del grupo D, en busca de evitar a los All Blacks en cuartos. Esa es la barrera para volver a la catedral inglesa, algo que solo lograr¨ªan si alcanzan las semifinales.
En un gesto de lucidez y de introspecci¨®n, Morgan Parra reflexionaba hace unas semanas sobre la irregularidad de su equipo: "El problema es que somos franceses". Tan capaces de estremecer a cualquiera como de titubeos inexplicables; lo sabe el propio Parra, tan genial como inconsistente. El asombro de Jap¨®n ante Sud¨¢frica hizo retumbar Twickenham a m¨¢s de una hora del encuentro en un aullido s¨ªsmico, precedente suficiente para que Francia no coqueteara con agitar los dados.
El problema de Francia es que esa genialidad, que hace compensar cualquier inconsistencia, tambi¨¦n languidece. Ocurre que Italia ten¨ªa su p¨®cima creativa en la enfermer¨ªa. Sin su capit¨¢n, Sergio Parisse, ausente por unas molestias en el muslo, no encontr¨® las rendijas para avanzar ni la disciplina para no regalar golpes de castigo a Francia. Por si fuera poco, Andrea Masi se march¨® enseguida por una lesi¨®n en el tal¨®n de Aquiles. As¨ª, en una primera parte sin exotismo alguno, los galos tuvieron suficientes balas para convertir cinco patadas a palos.
Y eso que el resucitado Frederic Michalak se las tuvo con el poste derecho, capaz de negarle dos pateos factibles. Francia avanzaba por inercia y no necesitaba llegar lejos para sumar porque el rival jugaba como si viviera infinitamente a cent¨ªmetros de su zona de marca. Todo eran excepciones, demasiados brazos levantados para el colegiado. En esa sucesi¨®n de imprudencias y castigos, el zaguero de origen sudafricano, Scott Speeding, el especialista bleu para las patadas de larga distancia, dej¨® una perla en forma de proyectil desde campo propio.
El nombre de Philippe Saint-Andr¨¦, incapaz de superar el cuarto puesto en ninguno de los cuatro Seis Naciones que ha dirigido, volvi¨® a ser pitado por sus aficionados, tambi¨¦n en Twickenham. Insatisfechos por la excesiva mecanizaci¨®n de su selecci¨®n, pese al innegable talento de sus clubes, los franceses no pod¨ªan lamentar en esta ocasi¨®n el marcador, aunque lejos del ensayo. Parec¨ªa lograrlo Noa Nakaitaci, pero las pantallas del estadio han puesto en evidencia el procedimiento arbitral. Tras una primera revisi¨®n, el sudafricano Craig Joubert dio el ensayo para verse obligado a solicitar una segunda consulta instantes despu¨¦s del clamor del p¨²blico, pues el monitor mostr¨® c¨®mo al ala se le hab¨ªa escapado el bal¨®n al posar.
Francia,32 - Italia,10
Francia: Scott Spedding, Yoann Huget (Gael Fickou, m.55), Mathieu Bastareaud, Alexandre Dumoulin, Noa Nakaitaci, Frederic Michalak (Remi Tales, m.76), Sebastien Tillous-Borde(Morgan Parra, m.57); Louis Picamoles (Bernard Le Roux, m.67), Damien Chouly, Thierry Dusautoir (captain), Yoann Maestri (Alexandre Flanquart, m.69), Pascal Pape, Rabah Slimani (Nicolas Mas, m.63), Guilhem Guirado (Benjamin Kayser, m.61), Eddy Ben Arous (Vincent Debaty, m.62)
Italia: Luke McLean, Leonardo Sarto, Michele Campagnaro, Andrea Masi (Enrico Bacchin, m.11), Giovanbattista Venditti, Tommaso Allan, Edoardo Gori (Guglielmo Palazzani, m.63); Samuela Vunisa, Francesco Minto (Simone Favaro, m.63), Alessandro Zanni, Josh Furno (Valerio Bernabo, m.72), Quintin Geldenhays, Martin Castrogiovanni (Lorenzo Cittadini, m.50), Leonardo Ghiraldini (Andrea Manici, m.63), Matias Ag¨¹ero (Michele Rizzo, m.50).
?rbitro: Craig Joubert (Sud¨¢frica), asistido por el irland¨¦s John Lacey y los sudafricanos Stuart Berry y Shaun Veldsman.
Ensayos: Slimani y Mas por Francia; Venditt por Italia.
Golpes de castigo: Michalak (5) y Speeding (1) por Francia; Allan (1) por Italia
Con Italia adormecida tras el descanso, Francia puso tierra de por medio con otro golpe de castigo certero de Michalak y, finalmente, el ensayo, tras una cabalgada portentosa de Nakaitaci que Girado casi llev¨® bajo palos. Segundos despu¨¦s, Slimani derriti¨® la mantequilla italiana y, con una velocidad impropia para un delantero, conquist¨® a placer la zona de marca rival. Hab¨ªan pasado apenas cuatro minutos del segundo tiempo tras la transformaci¨®n de Michalak, pero hizo falta un agravio a?adido para que los azzurri levantaran cabeza.
Con 25-8 en el marcador, Francia rechaz¨® tirar a palos desde una posici¨®n c¨®moda y busc¨® la touch. El mensaje era claro. La victoria est¨¢ asegurada; ahora, a por el punto de bonus de los cuatro ensayos. Los italianos vieron esa percepci¨®n, la de un rival vulnerable al que a¨²n se le pod¨ªa marcar tres veces m¨¢s, y se abalanzaron sobre el campo franc¨¦s. El esfuerzo de Gori roz¨® la conquista en un par de ocasiones, pero acabar¨ªa siendo Venditti, que se resarci¨® esprintando en el jard¨ªn galo para facilitar la conversi¨®n posterior.
En una fase de creciente intrascendencia, Francia vivi¨® lo que amenaza con ser un episodio cr¨ªtico cuando Yoann Huget, su hombre m¨¢s desequilibrante, necesit¨® de la ayuda de dos asistentes para dejar el campo lesionado. Lleg¨® el carrusel de cambios y Nicolas Mas, uno de los nuevos socios, anotar¨ªa el segundo ensayo de Francia, que no rozar¨ªa el punto de bonificaci¨®n. Mientras, Italia tir¨® de ese amor propio porque porque en el rugby impera la tiran¨ªa del marcador, que solo permite al rezagado buscar el perd¨®n con ensayos. Y en lo simb¨®lico termin¨® la contienda, con Twickenham aplaudiendo el esfuerzo de una vieja gloria como Michalak. Porque en Francia ning¨²n adi¨®s es definitivo.
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