Redding, el piloto que te hace rico

Nada como tener de amigo a un piloto de MotoGP, deben pensar muchos. Alardeas con los colegas, de vez en cuando tienes pases de paddock, y, si uno tiene unas m¨ªnimas condiciones f¨ªsicas puede ir a entrenarse con un profesional. No est¨¢ mal. Pero no hay nada como tener de amigo a un piloto de MotoGP que, adem¨¢s, te haga ganar dinero. Mucho dinero. Y para eso no hace falta que tu amigo sea Marc M¨¢rquez ni Jorge Lorenzo, que esos siempre est¨¢n bien situados en las apuestas. Basta con que tu colega sea uno del mont¨®n (del mont¨®n de los 20 privilegiados y geniales pilotos que corren en MotoGP, claro), de esos que llenan la parrilla y que, de vez en cuando, echan un poquito de picante al Mundial, como ocurri¨® en la ¨²ltima carrera, en Misano. Basta con que tu amigo sea Scott Redding.

Redding, 22 a?os, brit¨¢nico y piloto del Marc VDS, que de peque?o quer¨ªa ser bombero y que es el m¨¢s joven campe¨®n de una carrera del mundial de motociclismo ¨Cla gan¨® en Donington, con 15 a?os¨C, lleva una Honda sat¨¦lite y hace dos semanas se subi¨® al podio contra todo pron¨®stico. Cuando apenas hab¨ªa comenzado la carrera se puso a llover. Y ¨¦l tuvo tanta suerte que se cay¨® justo cuando la cosa se pon¨ªa fea, as¨ª que aprovech¨® que ten¨ªa que entrar a boxes para hacer el cambio de moto y salir a la pista con gomas de lluvia. Todo un acierto. Mientras otros sufr¨ªan con un asfalto muy resbaladizo, ¨¦l iba remontando posiciones. Luego ser¨ªa tambi¨¦n de los primeros en volver a las gomas de seco, estrategia esta vez que ya no tuvo nada que ver con la fortuna.

Su t¨ªo, hace muchos a?os, me dijo: ten fe en ¨¦l, cuando llueva, alg¨²n d¨ªa, ganar¨¢ una carrera¡± Simon James, amigo de Scott Redding

Y as¨ª acab¨® en el podio por primera vez desde que debut¨® el a?o pasado en MotoGP. Y su colega, Simon James, amigo de su t¨ªo Darrell, el que siempre conf¨ªa y que lleva dos a?os apostando 30 libras (unos 40€) cada fin de semana de carreras, acab¨® con 22.530 libras m¨¢s en su cuenta (m¨¢s de 30.570€) que el d¨ªa anterior. Redding, ya en Arag¨®n, r¨ªe al recordar la an¨¦cdota. Su gran haza?a se pagaba uno a 750, as¨ª que la inversi¨®n no le fue nada mal a James. ¡°Su t¨ªo hace muchos a?os me dijo, ten fe en ¨¦l, cuando llueva, alg¨²n d¨ªa, ganar¨¢ una carrera¡±, recuerda.

Sin duda, ha recuperado la inversi¨®n de los ¨²ltimos meses. Este fin de semana, en Alca?iz, ver¨¢ a su amigo de la infancia en directo. No es la primera vez. Ya ha estado en Austin, en Le Mans, en Assen... Y, si se tercia, podr¨¢ celebrar con ¨¦l cualquiera que sea la apuesta esta vez. Explica Redding que viven separados por apenas cuatro kil¨®metros de distancia, en Gloucester, y que a menudo se entrenan juntos. Y vuelve a re¨ªr: ¡°Gracias que ha ganado algo, no s¨¦ qu¨¦ pensar¨¢ su mujer del dinero que se gasta en apuestas¡±. James niega la mayor: ¡°La carrera la vemos juntos y con una taza de t¨¦. Y despu¨¦s de lo del otro d¨ªa ella est¨¢ mucho m¨¢s feliz¡±.