Casillas se reencuentra con Mourinho
El portero del Oporto se enfrenta en Champions al Chelsea, con cuyo entrenador libr¨® uno de los conflictos m¨¢s ruidosos de la historia del f¨²tbol
Protagonista principal de un mundo en el que todo se dramatiza, el seleccionador espa?ol, Vicente del Bosque, posee el preciado don de la desdramatizaci¨®n. Cuando le recuerdan que Jos¨¦ Mourinho volver¨¢ a cruzarse con Iker Casillas ma?ana martes en el Oporto-Chelsea de Champions, el castellano viejo masculla su sentencia: ¡°Estamos en una ¨¦poca en la que todo se convierte en espect¨¢culo. ?Y que no falte!¡±.
Tom¨¢rselo con filosof¨ªa tiene m¨¦rito. Nunca en la historia del f¨²tbol el conflicto entre un portero y su entrenador adquiri¨® tintes m¨¢s tr¨¢gicos. Pocas personas sufrieron m¨¢s que Del Bosque las consecuencias de la campa?a de demolici¨®n profesional que encabez¨® Mourinho contra el capit¨¢n del Madrid y de Espa?a a partir del verano de 2011.
Exactamente, a partir del 20 de agosto de 2011, fecha en que se hizo p¨²blica la llamada de Casillas a Xavi Hern¨¢ndez y Carles Puyol para disculparse, en un intento por pacificar el vestuario roto del equipo nacional. Ese d¨ªa Casillas decidi¨® poner fin a pr¨¢cticas que consideraba antideportivas, promovidas por Mourinho con su ayuda, y que inclu¨ªan, principalmente, declaraciones propagand¨ªsticas sistem¨¢ticas de tinte acusatorio o difamatorio en los medios de comunicaci¨®n, y presiones a los ¨¢rbitros. Casillas se jurament¨® para no insistir y admiti¨® ante sus hom¨®logos del Bar?a que hab¨ªa escogido un camino equivocado.
Mourinho acababa de meterle el dedo en el ojo a Tito Vilanova, por entonces segundo entrenador del Bar?a, en la vuelta de la Supercopa. El Madrid no hab¨ªa tomado ninguna medida disciplinaria al respecto. Al contrario, el t¨¦cnico pareci¨® socialmente reforzado. A su regreso a Chamart¨ªn, en v¨ªsperas del Trofeo Bernab¨¦u del 24 de agosto, dirigi¨® una carta abierta ¡°al madridismo¡±. La encabez¨® con una llamativa introducci¨®n: ¡°Tengo un presidente fant¨¢stico, con una gran inteligencia, y al que adem¨¢s me une una gran amistad...¡±. Y la concluy¨® en t¨¦rminos retadores: "Yo ni aprendo ni quiero ser hip¨®crita¡±.
Cuando viene a la selecci¨®n le veo c¨®modo y feliz. Como debe ser un empleado", dice Del Bosque
La primera de las medidas punitivas que adopt¨® Mourinho contra Casillas fue dejarle en el banquillo en el amistoso contra el Galatasaray que concentr¨® la celebraci¨®n del Trofeo Bernab¨¦u. Jugaron todos los convocados menos el capit¨¢n, que permaneci¨® sentado todo el partido. Esa misma noche Casillas advirti¨® a sus compa?eros que le estaban castigando, que el entrenador era ¡°una mala persona¡±, que estaba dividiendo al vestuario y que hab¨ªa dejado de creer en sus estrategias extradeportivas. La frase del capit¨¢n anunciando a sus colegas que ya no cumplir¨ªa con el repertorio de Mourinho todav¨ªa resuena en el o¨ªdo de los empleados del club:
¡ª?No me sale de los cojones hacerlo!
La lista negra del entrenador m¨¢s influyente
Jos¨¦ Mourinho no es el entrenador del Real Madrid, pero en el club hay empleados que aseguran que es el entrenador m¨¢s influyente en el Real Madrid. Su ascendiente se verifica en la directiva, cuyos miembros aseguran que peri¨®dicamente el t¨¦cnico del Chelsea habla por tel¨¦fono con el director general corporativo, Jos¨¦ ?ngel S¨¢nchez, y con el presidente, Florentino P¨¦rez, que se consideran sus amigos.
Mourinho es el principal consejero en la sombra de la c¨²pula directiva madridista. Los dirigentes dan por sentado que P¨¦rez y S¨¢nchez anhelan su regreso al banquillo de Chamart¨ªn, pero ¨¦l, se?alan, se muestra esquivo. Por el momento. Se limita a hacer recomendaciones. Seg¨²n fuentes del Bernab¨¦u, el hombre alberga un resentimiento invencible hacia los jugadores que cree que le traicionaron y advierte sobre la necesidad de su remoci¨®n para lograr el buen funcionamiento del club. Iker Casillas estaba en la lista negra.
Esa misma semana Casillas le dijo a Mourinho que deb¨ªan reconocer que personalmente no se ca¨ªan bien y que solo obedecer¨ªa sus indicaciones futbol¨ªsticas. Nada de ruedas de prensa prefabricadas. Nunca m¨¢s una denuncia a los ¨¢rbitros, o a los programadores televisivos, o a sus compa?eros de selecci¨®n cul¨¦s. La brecha se agrand¨®. Las discusiones y las escaramuzas entre el t¨¦cnico y el jugador se sucedieron por dos a?os, pero la marcha de Mourinho al Chelsea no puso fin al proceso. Lo denunci¨® Jos¨¦ Luis Casillas, el padre del portero, y lo confirmaron varias fuentes del club. Entre 2011 y 2015 los entrenadores y los directivos del Madrid se plantearon el relevo del ¨ªdolo. Mientras sus jefes discut¨ªan sobre su salida, Casillas gan¨® lo que la inmensa mayor¨ªa de los porteros de Primera no son capaces de ganar en toda su carrera: una Eurocopa, dos Ligas, una Copa, una Champions y una Intercontinental.
Los jugadores y el personal auxiliar de Valdebebas coinciden en se?alar que Casillas sufri¨® algo parecido a una depresi¨®n. Cambi¨® su aspecto f¨ªsico, se mostr¨® apagado, perdi¨® la ilusi¨®n por el f¨²tbol. Lo que m¨¢s le doli¨® fueron los pitos de la hinchada en el Bernab¨¦u.
C¨¦sar S¨¢nchez, que junto con Casillas defendi¨® la porter¨ªa del Madrid entre 2000 y 2005, contempla lo sucedido con asombro: ¡°El Casillas de 2014-15 no fue el mejor de siempre, pero nadie est¨¢ nunca en su m¨¢ximo nivel. Puedo entender los pitos cuando el p¨²blico entiende que no lo has dado todo, pero no puedo comprender los pitos a quien no rinde a la altura de las expectativas generadas. Y menos cuando se trata de una instituci¨®n como Casillas. Cuando jugaba en el Tottenham, el p¨²blico ingl¨¦s me ense?¨® que no hay mejor manera de ganar un futbolista para la causa que apoyarlo en sus momentos de dificultad. Cuando el futbolista siente ese cari?o da la vida. Si tu p¨²blico te pita, una de dos, te vienes arriba o te hundes¡±.
Casillas se aferr¨® al Oporto como a la tabla en el medio del mar. All¨ª encontr¨® el afecto que le negaron en Madrid. Con un punto de fanatismo que le dej¨® at¨®nito al principio, pues los hinchas de O Dragao viven su afiliaci¨®n de un modo angustioso, y al abrigo de Julen Lopetegui, un t¨¦cnico que conoc¨ªa bien. En el club del Duero aseguran que le vieron sumarse al grupo con un entusiasmo y un profesionalismo poco frecuentes. Como si el portero se sintiese de nuevo due?o de su oficio. Est¨¢ jugando muy bien y se ha ganado el respeto de los seguidores y de la prensa.
¡°El Oporto es un club bien gestionado¡±, dice Del Bosque. ¡°A Julen le trato desde que era portero del Castilla. Es un buen entrenador para Iker. Cuando viene a la selecci¨®n le veo c¨®modo y feliz. Como debe ser un empleado. Los empleados felices trabajan mejor. As¨ª las empresas les sacan m¨¢s provecho¡±.
Media Portugal habla del culebr¨®n que se avecina en O Dragao cuando se enfrenten Mourinho y su N¨¦mesis. Dos h¨¦roes locales contrapuestos. El reci¨¦n llegado y el t¨¦cnico que proporcion¨® al Oporto dos Ligas, una Copa de la UEFA y una Champions entre 2003 y 2004. La voz autorizada que descalific¨® la contrataci¨®n del espa?ol nada m¨¢s producirse. ¡°Es incre¨ªble el sueldo que cobrar¨¢ Casillas en el Oporto¡±, dijo.
Lopetegui asegura que hasta ayer no hab¨ªa conversado del tema con su portero. Hay cosas m¨¢s importantes que resolver en un equipo que se rehace despu¨¦s de vender jugadores por valor de 114 millones de euros este verano y reforzarse con 37.
La temporada acaba de comenzar. Septiembre no ha concluido y el Oporto est¨¢ reconstruy¨¦ndose, como Casillas. Pero el espect¨¢culo no espera a nadie y llega Mourinho. El propio Del Bosque est¨¢ pensando en viajar a Portugal para ver el partido in situ.
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