Keylor, Marcelo y Cristiano, decisivos en tres minutos
El portero, el lateral y el goleador del Madrid rescatan a su equipo de la irrelevancia entre el minuto 25 y el 28 de la primera parte ante un rival atrevido
Keylor, Marcelo y Cristiano iluminaron a un Madrid sin juego, gris como la tarde encapotada sobre el Bernab¨¦u. El Levante se present¨® en la fiesta con esp¨ªritu alborotador, exponi¨¦ndose con tres centrales que no consegu¨ªan cerrar las bandas, elevando las l¨ªneas hasta invadir el campo contrario, atacando hacia el sur. El Madrid vivi¨® los primeros 25 minutos buscando una salida del atolladero.
El p¨²blico en la grada baja contemplaba la pradera en un silencio cargado de suspicacias. Keylor acababa de atrapar un bal¨®n rebotado y comenzaban los rumores cuando Marcelo se anticip¨® a Morales y avanz¨® r¨¢pido como un zorro. Tir¨® la diagonal y cuando los volantes le achicaron el espacio toc¨® para Cristiano, que h¨¢bilmente se movi¨® hacia afuera. Cristiano devolvi¨® la pared, Marcelo se meti¨® en el ¨¢rea, recibi¨®, resisti¨® la marca de Jose Mari, y enganch¨® el zurdazo sin apenas ¨¢ngulo. La pelota pas¨® junto al primer palo de Rub¨¦n Mart¨ªnez. El portero se volvi¨® a mirar. La red tembl¨®. Estaba adentro.
El 1-0 se?al¨® el final de la siesta madridista y el momento que defini¨® la jornada en Chamart¨ªn. Persiguiendo la respuesta, el Levante se despleg¨® con rabia. Hubo un centro de Morales desde la derecha y Roger cabece¨® desatado. El sentido y la potencia del tiro anunciaban el 1-1. Iba picado, fuerte, angulado. A la izquierda de Keylor, que replic¨® flexionando las rodillas y lanz¨¢ndose hacia abajo en uno de los gestos m¨¢s antinaturales y dif¨ªciles que puede hacer un portero para tapar un disparo. Puso el guante pegado a la hierba y la pelota se fren¨® en la raya. El desconcierto del p¨²blico fue equiparable al desconcierto de los futbolistas del Levante.
La gente del fondo sur se arranc¨® a aplaudir a Keylor presa de un arrebato de agradecimiento fren¨¦tico. El portero se estaba girando para saludar a sus admiradores cuando en el otro extremo del campo, Feddal, el l¨ªbero, se equivoc¨® iniciando la jugada. Tal vez era presa del abatimiento: en dos minutos su equipo hab¨ªa sufrido un gol y una parada que le privaba del empate. Segundos despu¨¦s encajar¨ªa el 2-0.
Feddal le entreg¨® el bal¨®n a Kroos. Y el alem¨¢n, mal adversario en los tres cuatrtos, se vio solo en el medio campo contra dos defensas rivales que se replegaban desesperados para frenar a Cristiano y Bale. El Levante hab¨ªa cometido otro error que propiciaba otro contragolpe. Bale corri¨® hacia el punto de penalti; Cristiano, astuto, esper¨® y gan¨® dos metros. Kroos le dio la pelota y el goleador solt¨® un ca?onazo desde fuera del ¨¢rea. Fue el 2-0. Su gol 324 con el Madrid. Oficialmente, ya se puede decir que es el m¨¢ximo goleador de la historia del club.
Tres minutos despu¨¦s del tanto que abri¨® el marcador, el Madrid cerr¨® un partido que pudo volverse espeso como el cemento. No fue as¨ª porque lo impidieron Keylor, Marcelo y Cristiano en un rato, tres o cuatro acciones que completaron el expediente de la Liga antes de una semana de Champions que se anuncia emocionante.
En la segunda parte el Levante puso las ocasiones y los blancos el gol. Los valencianos tuvieron en sus botas las opciones de recortar el resultado, pero Keylor Navas ¡ªantiguo guardameta de los granotas¡ª repeli¨® todo lo que le lleg¨®. Grandes paradas de un portero que solo ha encajado dos goles en ocho encuentros de Liga. A falta de 10 minutos para el final, Jes¨¦ marc¨® el tercero tras una gran acci¨®n individual, con bicicleta incluida, dentro del ¨¢rea.
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