Los Pumas se ganan la prudencia australiana

Heridos por primera vez el a?o pasado en Mendoza, los Wallabies sirven al mundo de alumno aventajado sobre las emergentes fortalezas de Argentina. ¡°Nos ganaron con una actuaci¨®n muy dominante. La verdad es que han sido un gran equipo en los dos ¨²ltimos a?os, cada vez que hemos jugado ha estado muy apretado¡±, explica con un tono de reconocimiento el tercera Michael Hooper. Los Pumas han sorprendido al mundo derrotando a Irlanda o Sud¨¢frica, triunfos exclamativos por la contundencia con la que llegaron, pero Australia fue su primer trofeo, el descubrimiento de un futuro prometedor. ¡°Este a?o conseguimos la victoria, pero fue un partido muy duro. Sabemos que Argentina es un equipo fuerte, una naci¨®n muy pasional que lo traslada f¨ªsicamente al c¨¦sped¡±.

El sonriente Hooper compartir¨¢ el domingo (17.00 en Espa?a) l¨ªnea con David Pocock, recuperado tras perderse el partido de cuartos ante Escocia por unas molestias en el codo, una zona especialmente sensible con tantas mel¨¦s por empujar. Esa pareja es la gran arma de los Wallabies, un experimento que probaron en agosto para ganar por primera vez a Nueva Zelanda en cuatro a?os y que sufri¨® Inglaterra el d¨ªa de su eliminaci¨®n. ¡°David es una parte decisiva del equipo, un tipo con una gran influencia sobre el juego¡±, analiza Hooper, contundente en se?alar el diferente rol que juegan, que no se trata de competir entre ellos sino de complementarse.

El capit¨¢n australiano, Stephen Moore, rechaza un diagn¨®stico minucioso sobre la primera derrota que su selecci¨®n sufr¨ªa ante Argentina y destaca la evoluci¨®n albiceleste en este ciclo: ¡°Mucha gente dec¨ªa en el pasado que solo eran un pack fuerte, pero tienen unos backs maravillosos, han atacado muy bien y anotado grandes ensayos. Su juego es realmente completo¡±.

Recuperado tambi¨¦n el imponente zaguero Israel Folau, Australia anhela regularidad. Lo demanda su entrenador, Michael Cheika, tras agonizar ante Escocia en cuartos de final. ¡°Estamos a mitad de camino, la mejor¨ªa est¨¢ en la consistencia¡±. En esa lucha hacia adelante, el t¨¦cnico, que cogi¨® el equipo poco despu¨¦s de la derrota en tierras argentinas, no se muestra sorprendido por la evoluci¨®n albiceleste. ¡°Est¨¢n donde est¨¢n y lo esperaba completamente. Lo hab¨ªamos previsto, as¨ª que hemos estado prepar¨¢ndonos¡±.

Ayuda tener al argentino Mario Ledesma en el cuerpo t¨¦cnico, una suerte de arquitecto para esa mel¨¦ que languidec¨ªa. Tras una semana donde su apellido ha retumbado en cada micro, Cheika opt¨® por la broma. ¡°?Un partido especial para ¨¦l? Bueno, no va a jugar, ya tuvo su oportunidad para hacerlo durante 15 a?os. Yo lo veo un reto, como cuando juegas contra tu exequipo. Enfrentarse a gente con la que has luchado tantos a?os te inspira a ser mejor¡±.

Si Australia ha basado su dominio en la tercera, la mel¨¦ ha reforzado sus cimientos, un m¨¦rito inseparable del exjugador argentino. ¡°Una de las razones por las que fue tan f¨¢cil traer a Mario es su capacidad para expresarse. Yo lo s¨¦ porque he entrenado en otros pa¨ªses; una cosa es hablar el idioma y otra expresarte en un sentido rugb¨ªstico, porque necesitas llegar al coraz¨®n del jugador. ?l ha unido la parte t¨¢ctica con la mental, su pasi¨®n¡±, le alaba Cheika, encantado de que su macedonia de estrellas perciba en cada entreno el significado de la pasi¨®n argentina