?C¨®mo trabaja el psic¨®logo de los deportistas?
Pablo del R¨ªo sigue a unos 60 atletas del CAR de 13 disciplinas diferentes ¡°Aqu¨ª no se hace tratamiento porque esto no es una patolog¨ªa, aqu¨ª se hace entrenamiento¡±, explica
¡°El ¨²nico imprescindible es el deportista¡±. ¡°Parte del placer del ¨¦xito procede del esfuerzo de lograrlo¡±. Son s¨®lo algunas de las decenas de frases pegadas en el corcho del despacho de Pablo del R¨ªo, psic¨®logo del CAR. La oficina, que depende del Consejo Superior de Deportes (CSD), est¨¢ al lado la residencia Blume de Madrid. ¡°Muchas de esas frases son de los propios deportistas¡±, asegura Del R¨ªo que lleva 25 a?os trabajando con atletas. En el Centro de Alto Rendimiento hay unos 200; ¨¦l sigue a 60 de 13 disciplinas diferentes. En la mesa de trabajo tiene apiladas varias solicitudes. Son hojas con nombre, apellidos, disciplina y motivo por el que se solicita su ayuda. ¡°Apoyo psicol¨®gico de cara al entrenamiento o a la competici¨®n¡±, es el t¨¦rmino que se lee en las hojas.
Carolina Mar¨ªn, la campeona de b¨¢dminton, lleva trabajando siete a?os con Del R¨ªo. Despu¨¦s de ganar el segundo campeonato del mundo en Indonesia el pasado mes de agosto dijo que sin su ayuda no habr¨ªa sido posible. Nicol¨¢s Garc¨ªa, medalla de plata en taekwondo en los Juegos de Londres, asegura que sin el apoyo del psic¨®logo no habr¨ªa salido de la grave lesi¨®n que sufri¨® en un accidente en 2013 y que todav¨ªa le impide competir.
¡°El tr¨¢mite normal para acudir a m¨ª es que el director t¨¦cnico, el entrenador o el responsable de los servicios m¨¦dicos hagan una solicitud. O incluso el propio deportista¡±, explica Del R¨ªo asegurando que no hay recelo ninguno por parte de los entrenadores. ¡°El gran problema de la psicolog¨ªa es que, hasta hace no mucho, la gente entend¨ªa la psicolog¨ªa del deporte como algo patol¨®gico, es decir, el que va al psic¨®logo es el que tiene una deficiencia, un problema. Y no¡±, dice.
¡°Llevo 25 a?os aqu¨ª, la gente que viene y comienza a trabajar conmigo lo deja cuando abandona la pr¨¢ctica deportiva. Porque esto hay que verlo como un entrenamiento m¨¢s. Esto no es me duele la mu?eca, voy al fisio, me trata, me recupera y me voy. No, aqu¨ª no se hace tratamiento porque esto no es una patolog¨ªa, aqu¨ª se hace entrenamiento. Un entrenamiento psicol¨®gico, igual que lo f¨ªsico y t¨¦cnico¡±, a?ade.
Eso es: c¨®mo reaccionar despu¨¦s de un error o de una lesi¨®n, c¨®mo hacer m¨¢s amena una recuperaci¨®n, c¨®mo reaccionar ante situaciones adversas, c¨®mo mantener la concentraci¨®n, c¨®mo tener ganas de ir a entrenar cuando alguien est¨¢ desmotivado¡ Se intenta dar al deportista una serie de recursos para que sea capaz de enfrentarse a situaciones limite y pueda dar el m¨¢ximo. ¡°Eso s¨ª, el crecepelo no existe. No se trata de decir: ¡®No estoy clasificado para los Juegos de R¨ªo, pero venga, este t¨ªo en tres meses va a hacer que me clasifique¡¯. No. No son dos o tres sesiones, esto es un proceso¡±, explica Del R¨ªo.
Esto no es: me duele la mu?eca, voy al fisio, me trata, me recupera y me voy. No, aqu¨ª no se hace tratamiento porque esto no es una patolog¨ªa, aqu¨ª se hace entrenamiento"
Ese proceso implica reuniones con el deportista y el entrenador. Tambi¨¦n una especie de diario de ruta. Del R¨ªo entrega a los atletas unas hojas ??¡ªel tipo de variables cambia en funci¨®n de lo cerca o lejos que est¨¢ la competici¨®n¡ª de autoevaluaci¨®n del entrenamiento. En una escala de 0 a 10 el atleta valora el antes (estado de ¨¢nimo, sensaciones f¨ªsicas, motivaci¨®n, autoconfianza), el durante (relaci¨®n con el entrenador, autoconfianza, concentraci¨®n, motivaci¨®n, nivel de activaci¨®n, diversi¨®n-placer, entrega-esfuerzo, sensaciones negativas, cumplimiento de objetivos) y el despu¨¦s (fatiga, pensamientos positivos, negativos, valoraci¨®n general del entrenamiento).
Se le pregunta tambi¨¦n a qu¨¦ atribuye esas sensaciones y si las causas son internas o externas. Tambi¨¦n ¡ªeso m¨¢s cerca de la competici¨®n¡ª que visualice con im¨¢genes las cosas buenas que le han pasado en el entrenamiento. Adem¨¢s, apunta las horas de estudio y la asistencia a clase.
Los atletas rellenan una especie de diario de ruta en el que eval¨²an a diario las sensaciones del entrenamiento
¡°Yo esto lo veo semanalmente y me da much¨ªsima informaci¨®n. Si hay algo raro como fatiga m¨¢xima cinco d¨ªas seguidos, por ejemplo, empiezo a preguntar ?qu¨¦ pasa aqu¨ª?. En lo que tengo que trabajar es en que el deportista sea feliz, si est¨¢ a gusto y motivado trabaja mejor, si tiene problemas no va a rendir como nosotros queremos. Buscamos estabilidad. Y trabajamos con objetivos a corto plazo¡±, explica.
?Recomendaciones? ¡°Que estudien algo, lo que sea, porque si un chaval s¨®lo vive del deporte y se lesiona, despu¨¦s de la lesi¨®n vienen depresi¨®n y aislamiento¡±, afirma. En el d¨ªa a d¨ªa tambi¨¦n se trabaja un protocolo especial para tratar los errores. ¡°Lo primero es que los acepten. Eso forma parte del trabajo diario. Mira Nadal, comete 18 errores y gana el partido. El error forma parte de la competici¨®n. A Carolina le dije que sonriera al cometer un error porque eso despista el rival. Si te frustras, te cabreas, te bloqueas y viene la debacle¡±, concluye.
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