Venus Williams resurge a los 35

Venus, la mayor de las Williams, es una mujer que nunca lo ha tenido f¨¢cil. Criada en la barriada californiana de Compton, en el seno de una familia humilde, ha vivido en sus propias carnes la crudeza del racismo o el asesinato de una hermana, entre otros muchos avatares. Pero Venus es dura como una roca. En 2011, a las puertas del US Open, le diagnosticaron una enfermedad cr¨®nica autoinmune que multiplica su fatiga y merma sus reservas de energ¨ªa; desde entonces, tuvo que aprender a convivir con el s¨ªndrome de Sj?gren. Su carrera pendi¨® de un hilo y fue perdiendo plazas en el r¨¢nking, hasta quedar fuera incluso de las 100 mejores del circuito de la WTA.

Pero hoy d¨ªa, cuatro a?os despu¨¦s, con 35 primaveras, Venus vuelve a figurar entre las m¨¢s fuertes. ¡°Es fant¨¢stico estar de nuevo en el top-10, sobre todo por el nivel de juego que hay, pero todav¨ªa sigo hambrienta. Estoy preparada para m¨¢s¡±, aseguraba despu¨¦s de elevar el trofeo en Zhuhai, tercero en este 2015, y encaramarse al s¨¦ptimo pelda?o de la lista mundial, con 3.790 puntos. ¡°He tenido muchas experiencias en el tenis, as¨ª que todav¨ªa espero m¨¢s de m¨ª misma. Soy feliz de avanzar, pero quiero continuar, no detenerme aqu¨ª¡±, prolongaba la norteamericana, ganadora este a?o tambi¨¦n en Wuhan (el mes pasado) y Auckland (en enero).

Entre sus compa?eras de profesi¨®n, Venus es una eminencia. Se ha ganado el respeto por sus triunfos, que los tiene (y muchos), as¨ª como por su saber estar. Es todo un s¨ªmbolo. En 2002 se convirti¨® en la primera jugadora afroamericana que accedi¨® al n¨²mero uno; ahora, 13 a?os despu¨¦s, est¨¢ lejos de la c¨²spide ocupada por su hermana Serena, dos menor que ella, pero sigue siendo una magn¨ªfica competidora. Ganadora de cinco t¨ªtulos de Wimbledon (2000, 2001, 2005, 2007 y 2008), dos del Abierto de Estados Unidos (2000 y 2001) y de cuatro oros ol¨ªmpicos (individual y dobles en Sydney 2000, y singles de Pek¨ªn 2008 y Londres 2012), Venus a¨²n no ha dicho su ¨²ltima palabra.

Es la tercera tenista m¨¢s veterana entre las 10 mejores en 20 a?os, desde Navratilova (37) en 1995

Con el de Zhuhai (7-5 y 7-6 ante Karolina Pliskova en la final), suma ya 48 trofeos a lo largo de su carrera (y 21 m¨¢s en dobles), pero quiere m¨¢s. Basta con mirar su ¨²ltimo ejercicio, traducido en 41 victorias en 54 partidos ¨Cno lograba tantas desde 2007, cuando firm¨® 50¨C y m¨¢s de 2,5 millones de d¨®lares en ganancias. Su resurgimiento es todo un ejemplo. En 2011 estaba situada era la 137? del r¨¢nking; en 2012, la 24?; un a?o despu¨¦s, la 49?; y en 2014, la 19?. Esta temporada, su rendimiento le ha conducido hasta el n¨²mero siete y el top-10, recogiendo el testigo de Martina Navratilova (37, en 1995) como la tenista m¨¢s veterana de la zona noble en 20 a?os.

Entre las 10 mejores, solo Serena (cinco t¨ªtulos) y la alemana Angelique Kerber (cuatro) acumulan m¨¢s ¨¦xitos que ella en 2015. Esta temporada, Venus ha cosechado los mismos laureles (tres) que la?maestra Agnieszka Radwanska, la rumana Simona Halep o la checa Petra Kvitova; uno m¨¢s que Maria Sharapova (dos) y dos m¨¢s que Garbi?e Muguruza (13 a?os m¨¢s joven que ella), Lucie Safarova y Flavia Pennetta.

Obviamente, su enfermedad ha condicionado su juego. De extremidades largu¨ªsimas (1,85 y 72,5 kilos), ha ido perdiendo movilidad por el dolor muscular y el agotamiento, por lo que hoy d¨ªa depende en gran medida de su despliegue desde el fondo de la pista; pero desde all¨ª, ejecuta con su derecha golpes profundos y juguetea con los cambios de alturas. "Ella ha hecho much¨ªsimo por este deporte", le reconoc¨ªa hace cinco meses Serena. Ha hecho mucho, s¨ª, pero a¨²n le queda m¨¢s cuerda.