El contraataque ruso

El atletismo ruso fue, en los recientes Mundiales de Pek¨ªn, una imagen, la de su director t¨¦cnico, el gran ochocentista Yuri Borzakowski, pasando las horas tumbado con los ojos cerrados, bien dormido, en uno de los divanes del vest¨ªbulo en el que se alojaban varias selecciones. Una imagen de pl¨¢cida indiferencia por la competici¨®n que enga?aba. El atletismo ruso, una de las grandes potencias desde la Segunda Guerra Mundial y los a?os sovi¨¦ticos, estaba, simplemente atravesando el desierto en el que hab¨ªa entrado despu¨¦s de que desde la federaci¨®n internacional (IAAF) su entonces presidente, Lamine Diack, decidiera que ya no pod¨ªa seguir tapando su dopaje y decenas de sus mejores atletas fueran sancionados.

En Pek¨ªn, Rusia gan¨® solo dos medallas de oro, las del vallista Shubenkov y la saltadora de altura Kuchina, y un total de cuatro, cuando su media en Mundiales y Juegos en el siglo XXI es de 17 medallas en total por evento. Sin embargo, las calderas de su maquinaria de producci¨®n de atletas hab¨ªan vuelto a funcionar a pleno rendimiento con la vista puesta en los Juegos de R¨ªo 2016, y, ni siquiera un informe tan desolador como las 335 p¨¢ginas redactadas por Dick Pound por encargo de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), las podr¨ªan apagar.

O as¨ª piensa Vitali Mutko, ministro ruso de Deportes, y brazo derecho de Vladimir Putin, quien por encargo de su presidente, ha organizado el lobby de defensa de sus posiciones con la misma eficiencia con la que, seg¨²n se infiere del informe Pound, organiz¨® la trama de dopaje de sus deportistas.

Contando con el apoyo directo o indirecto de figuras como Yelena Isinbayeva, la zarina de la p¨¦rtiga y ense?a de Putin, que ten¨ªa justamente previsto su retorno a las pistas tras su maternidad en los Juegos de R¨ªo, o del zar de la p¨¦rtiga, el ucraniano Sergu¨¦i Bubka, vicepresidente de la IAAF y candidato oficialista y derrotado por Sebastian Coe en las elecciones de Pek¨ªn, Mutko ha guiado esta semana una estrategia que comenz¨® conciliadora y sumisa ¨C¡°aceptaremos el castigo, no boicotearemos los Juegos de R¨ªo si suspenden a nuestro atletismo, pero la IAAF deber¨ªa proteger a nuestros atletas limpios y no suspender a todos, lo que ser¨ªa est¨²pido a nueve meses de los Juegos; limpiaremos las cuadras, y haremos lo que nos diga la AMA, pero no es necesario que nos suspendan¡±, fueron sus primeros mensajes--, y termin¨® como un torrente irrefrenable en la tarde del viernes. Justamente cuando Coe se encerraba en su oficina londinense para dirigir la teleconferencia del Consejo de la IAAF que deb¨ªa decidir si suspend¨ªa a Rusia, la agencia Associated Press inform¨® de que Mutko hab¨ªa denunciado que ¡°desde 2008 o 2009¡± la IAAF hab¨ªa ¡°escondido 155 positivos¡±, y que de ellos, ¡°solamente 10¡± correspond¨ªan a deportistas rusos.

Tal cifra deber¨ªa figurar, seg¨²n algunas fuentes, en la segunda parte del informe Pound, el que trata de la implicaci¨®n de Lamine Diack, imputado por un juez anticorrupci¨®n franc¨¦s, en una trama de extorsi¨®n y chantaje para cobrar sobornos a cambio de su silencio. Estas muestras deber¨ªan corresponder en su mayor¨ªa, seg¨²n las mismas fuentes, a atletas kenianos, et¨ªopes y jamaicanos, los tres pa¨ªses que acompa?an a Estados Unidos habitualmente al frente de los medalleros. Se confirmar¨ªa as¨ª la sentencia de Pound de que el caso ruso era no m¨¢s que la ¡°punta del iceberg¡± y su advertencia de que ¡°Kenia deber¨ªa hacer algo¡±.