Federer hechiza a Londres

En mala hora... debi¨® de pensar Tomas Berdych, un fortach¨®n checo que le pega a la bola como los ¨¢ngeles y ocupa la zona noble desde hace tiempo, pero que todav¨ªa no ha conseguido levantar ning¨²n gran trofeo en esto del tenis. En mala hora, debi¨® de pensar, fue a por esa pelota con tanta urgencia, con tanta necesidad, porque le hab¨ªa roto el servicio al gran Roger Federer nada m¨¢s comenzar la velada y el electr¨®nico reflejaba un 2-0 a su favor. Pero lo hizo. Berdych cay¨® en la trampa urdida por el suizo. Este tir¨® una dejada exquisita y su rival clav¨® la puntera como si fuese Usain Bolt, con el objetivo de salir como un tiro. Pero no. No solo no sali¨® Berdych, que encima se dio un golpe morrocotudo contra el suelo y se da?¨® el pulgar derecho, imprescindible para sujetar su raqueta.

Total que, desde ese momento, se acab¨® la cosa. Berdych no hizo m¨¢s que mirarse el dedo y sufrir, tanto por el dolor como por el soberbio juego de Federer. El suizo, que se conoce los entresijos del tapete del O2 como si fuera su propia casa, le hizo corretear todo el rato de un lado a otro, dejada tras dejada. Y el checo, f¨ªsicamente una m¨¢quina, aprendi¨® del resbal¨®n anterior y no volvi¨® a caer al suelo, y encima caz¨® unas cuantas. El problema es que siempre llegaba tan forzado que, acto seguido, Federer voleaba a placer (9/12 en la red) y se llevaba los aplausos londinenses. Adem¨¢s, volvi¨® a servir por la mirilla telesc¨®pica (86% de primeros) y redujo la cosecha con segundos de Berdych al 38% (un 27% en el segundo parcial).

Al final, 6-4 y 6-2 (en 69 minutos) para el n¨²mero tres, el hombre que m¨¢s t¨ªtulos de la Copa de Maestros tiene en casa. Si se trataba de intimidar, de presentar las credenciales como lo hizo Novak Djokovic, con quien se jugar¨¢ el liderato del Grupo Stan Smith el martes, el helv¨¦tico lo hizo. Ahora, Federer aspira al s¨¦ptimo y lo hace con el aval de su dilatad¨ªsima trayectoria sobre pista cubierta y su magn¨ªfica temporada, en la que se ha hecho con seis galardones m¨¢s (Brisbane, Dub¨¢i, Estambul, Halle, Cincinnati y Basilea, este ¨²ltimo batiendo a Rafael Nadal en la final). En resumen: 60 victorias y 10 derrotas, finales en Wimbledon y Nueva York; casi 6,2 millones de euros m¨¢s para sus arcas, bien nutridas siempre a base de gloria. Londres, hechizada, le agasaja... y ¨¦l responde.