Cultura de f¨²tbol en Hungr¨ªa
El pa¨ªs magiar festeja su regreso a una gran competici¨®n futbol¨ªstica justo cuando se cumplen 10 a?os de la muerte de Puskas
Los gloriosos pasados implican en ocasiones prisi¨®n de larga condena. En Hungr¨ªa, un pa¨ªs de predominio rural y con una extensi¨®n y poblaci¨®n apenas un poco superior a la de Andaluc¨ªa, parece muy poco probable que se puedan retomar cotas futbol¨ªsticas pret¨¦ritas, las tres medallas de oro en los Juegos Ol¨ªmpicos (1952, 1964, 1968), las dos finales de Campeonatos del Mundo (1938, 1954) o el partido del siglo en Wembley que supuso la primera victoria (3-6) de un equipo del continente ante el pa¨ªs que acoge la cuna del f¨²tbol. Justo el pr¨®ximo d¨ªa 25 se cumplen 62 a?os de aquel hito, de aquel equipo de oro que meses despu¨¦s volvi¨® a enfrentarse de nuevo a Inglaterra en Budapest y la volvi¨® a laminar (7-1). Todos los integrantes de aquel combo est¨¢n muertos, el ¨²ltimo en irse fue el zaguero Jeno Buz¨¢nsky, fallecido el pasado mes de enero. Este martes hace nueve a?os que el f¨²tbol despidi¨® al gran Ferenc Puskas, bandera de una ¨¦poca.
Hungr¨ªa quiere crecer en un modelo que pretende replicar las academias de f¨²tbol base de Inglaterra, Francia o Alemania.
No pod¨ªa haber momento m¨¢s emblem¨¢tico que el aniversario del inolvidable Pancho para que Hungr¨ªa vuelve a sentir el olor de aquel laurel. De regreso a una Eurocopa, por fin en una gran competici¨®n internacional tras una abstinencia de 30 a?os, el f¨²tbol magiar aprovecha el amplio asiento de la replanteada competici¨®n continental para mostrar una realidad con luces y sombras, con un ¨¦xito al fin largamente celebrado en todo el pa¨ªs tras superar a Noruega en los dos partidos de la repesca.
Hungr¨ªa vuelve sin grandes estrellas. Hace unos a?os la codicia del f¨²tbol ruso quiso presentar al zurdo Balazs Dzsudzs¨¢k como una de ellas tras un traspaso millonario. Hoy el mejor talento del pa¨ªs juega en el Bursaspor turco y ejemplifica el nivel de un equipo liderado por dos veteranos con amplia trayectoria en el exterior y de vuelta a casa para cerrar su carrera, el meta Kiraly, de 39 a?os, y Zoltan Gera, un extremo que ya sin velocidad opera por dentro y que jug¨® con el Fulham una final de la Europa League con el Atl¨¦tico. ¡°Nada que ver con esto. Poder estar en una Eurocopa es lo m¨¢s grande mi carrera¡±, concedi¨® tras una clasificaci¨®n en la que no pudo disputar el ¨²ltimo partido por sanci¨®n.
¡°Ha sido un proceso en el que ha participado mucha gente¡±, glos¨® Kiraly tras el pase. Y record¨® como en doce partidos el equipo tuvo tres seleccionadores diferentes. A Attila Pint¨¦r lo destituyeron tras perder el primero en casa contra Irlanda del Norte. Tom¨® el puesto P¨¢l D¨¢rdai, pero lo dej¨® este verano para centrarse en su trabajo al frente del Hertha Berl¨ªn. Lleg¨® entonces el alem¨¢n Bernd Storck, un n¨®mada de los banquillos que nada m¨¢s llegar clam¨® por elevar el nivel de trabajo del equipo, en realidad del f¨²tbol del pa¨ªs, y antes de afrontar la repesca prescindi¨® de todo el grupo de trabajo de t¨¦cnicos y preparadores h¨²ngaros que hab¨ªa heredado, entre ellos un mito de los ochenta como Tybor Nyilasi, para llamar a su vera a Andy M?ller, ex compa?ero de equipo en Dortmund. Con ¨¦l, tambi¨¦n con Thomas Doll, al frente del redivivo Ferencvaros, lanzado a por el t¨ªtulo local tras doce a?os sin lograrlo y la ambici¨®n de mostrarse tambi¨¦n en Europa, Hungr¨ªa quiere crecer en un modelo que ya ha empezado a andar y que pretende replicar las academias de f¨²tbol base de Inglaterra, Francia o Alemania.
Por detr¨¢s de toda esa ambici¨®n est¨¢ un personaje peculiar, el primer ministro Viktor Orb¨¢n, un populista que levanta vallas ante los refugiados y las tumba cuando llega un bal¨®n, un irredento futbolero que no duda en aplicar recortes en gasto social, en sanidad o educaci¨®n y al tiempo promover un plan con un gasto de no menos de 500 millones de euros para levantar o reformar m¨¢s de treinta estadios en el periodo comprendido entre 2010 y 2018. ¡°El f¨²tbol es la disciplina deportiva nacional, somos un pa¨ªs futbol¨ªsticamente inteligente. Se nos da bien¡±, zanja el l¨ªder del partido conservador h¨²ngaro que suscita m¨¢s apoyos.
Debemos dejar de pensar tanto en el pasado¡±? Ad¨¢m Nagy, centrocampista de Hungr¨ªa
¡°Debemos dejar de pensar tanto en el pasado¡±, clam¨® antes del doble duelo con los noruegos el joven centrocampista Ad¨¢m Nagy uno de los valores que se mostraron en el pasado Mundial sub -20, donde Hungr¨ªa fue uno de los seis representantes europeos y cay¨® eliminada en octavos de final por Serbia, futura campeona, tras empatar en tiempo de descuento un partido que ten¨ªa ganado y en el que finalmente sucumbi¨® a dos minutos del fin de la pr¨®rroga. El futuro tiene sombras y claros, pero ah¨ª est¨¢ el fulgor de la cita del proximo verano en Francia. Los estadios ni mucho menos se llenan en la liga h¨²ngara, reducida a doce equipos en busca de la competitividad perdida. El nivel de la competici¨®n, incluso el de la emoci¨®n que suscita, es m¨¢s que discutible. Pero esta semana el moderno coliseo del Ferencvaros se pobl¨® hasta los topes y el vibrante y ceremonial himno h¨²ngaro se enton¨® como una sola voz: ¡°A quien la mala suerte carcome tr¨¢ele un a?o alegre / Ha sufrido este pueblo bastante ?El pasado y el porvenir!¡±.
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