El TAS condena a Marta Dom¨ªnguez a tres a?os por dopaje
A petici¨®n de la IAAF, la exatleta, de 40 a?os, pierde tambi¨¦n su medalla de oro de los Mundiales de Berl¨ªn 2009
La mayor¨ªa de los nuevos atletas espa?oles mostraron en las redes sociales la satisfacci¨®n y alegr¨ªa que sintieron cuando conocieron, pocos minutos despu¨¦s de las cinco de la tarde del jueves, que el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) hab¨ªa sancionado con tres a?os de suspensi¨®n por dopaje a Marta Dom¨ªnguez, la en su momento reina del atletismo espa?ol, a quien, adem¨¢s, se despose¨ªa de su t¨ªtulo m¨¢s grande, el Mundial de los 3.000 obst¨¢culos de Berl¨ªn 2009.
Una carrera, marcas y t¨ªtulos, bajo sospecha
40 a?os el 3 de noviembre. Marta Dom¨ªnguez naci¨® el 3 de noviembre de 1975.
Primer t¨ªtulo a los 17.? En 1993 se proclam¨® campeona de Europa j¨²nior de 1.500 metros. A los 20, su primera medalla absoluta, bronce en los Europeos en pista cubierta de 1996.
A los 21, con Eufemiano.? En la Operaci¨®n Puerto se conoci¨® una ficha m¨¦dica que le hizo Eufemiano Fuentes en 1997. En 2006, el nombre Urco de una bolsa de sangre se le asoci¨®. En 2010, ella y su entrenador fueron detenidos en la Operaci¨®n Galgo.
Tres medallas mundiales. Junto al oro de Berl¨ªn 2009, sus otros dos grandes logros son las platas en 5.000m en Edmonton 2001 y Par¨ªs 2003.
Cuatro oros europeos. En 2002, en pista cubierta y al aire libre; en 2006, al aire libre; en 2007, en cross.
Sexta marca mundial. Los 9m 7,32s del oro de Berl¨ªn en 3.000 metros obst¨¢culos son la sexta mejor marca mundial de la historia.
Se cerraron as¨ª, con la certificaci¨®n de la mentira Marta Dom¨ªnguez, dos a?os y medio de un caso en el que se enfrentaron el empecinamiento por evitar la sanci¨®n de la atleta y de su abogado, Jos¨¦ Rodr¨ªguez, que recurrieron a todo tipo de tribunales para retrasar la resoluci¨®n, y la perseverancia de la Federaci¨®n Internacional de Atletismo (IAAF), que abri¨® el expediente en marzo de 2013 escamados por los valores de la sangre de Dom¨ªnguez en agosto de 2009, dos semanas antes de su triunfo berlin¨¦s. Los cuatro a?os de plazo se explican por la necesidad de sus expertos cient¨ªficos y legales de estar seguros de que Marta Dom¨ªnguez hab¨ªa recurrido al dopaje sangu¨ªneo (EPO o transfusiones) para mejorar su rendimiento.
La federaci¨®n espa?ola, que la hab¨ªa absuelto el d¨ªa de San Jos¨¦ de 2014 y cuyo presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Odriozola, hab¨ªa defendido hasta el ¨²ltimo d¨ªa la presunci¨®n de inocencia de quien lleg¨® a ser su vicepresidenta, emiti¨® un lac¨®nico comunicado en el que se daba por enterada de la sanci¨®n, y la ¡°acataba¡±.
Hace unos meses, un atleta le pregunt¨® a otro fondista, amigo de Dom¨ªnguez, que por qu¨¦ la palentina no admit¨ªa su dopaje y negociaba una sanci¨®n y una salida digna de confesi¨®n y arrepentimiento. El amigo le pregunt¨® que si estaba loco, que Marta no solo iba a ganar, sino que su victoria tendr¨ªa el valor de una revoluci¨®n, pues quedar¨ªan en entredicho los sitemas de control del dopaje para siempre.
¡°No estamos de acuerdo, vamos a seguir peleando y recurriendo¡±, declar¨® a Efe el abogado de la palentina, quien dijo que recurrir¨ªa ante el Tribunal Federal Suizo, como hizo cuando defendi¨® sin ¨¦xito a Alejandro Valverde, y el Tribunal de Derechos Humanos y la Uni¨®n Europea, pues considera que el pasaporte carece de valor probatorio. Uno de los cient¨ªficos del equipo de Dom¨ªnguez acept¨® deportivamente el fallo. ¡°Son las reglas del juego¡±, dijo.
Los tres ¨¢rbitros del TAS que juzgaron su caso, el sueco Conny J?rneklint, el belga Romano Subiotto y el luxemburgu¨¦s Jacques Radoux, encontraron, sin embargo, m¨¢s cre¨ªbles y razonables los argumentos de la acusaci¨®n, los cient¨ªficos que testificaron por cuenta de la IAAF que su pasaporte biol¨®gico era prueba de dopaje, que los de los investigadores de la defensa, quienes estaban m¨¢s convencidos de la poca calidad cient¨ªfica del pasaporte ¡ªun perfil hematol¨®gico que recoge las variaciones de sus par¨¢metros a lo largo de los a?os para comprobar si alguno se desv¨ªa de una l¨®gica fisiol¨®gica¡ª que de la inocencia de la atleta, que intentaban basar en una supuesta enfermedad de hipotiroidismo.
Operaci¨®n Galgo
A Marta Dom¨ªnguez, las sospechas de dopaje empezaron a golpearla en diciembre de 2010, cuando ten¨ªa 35 a?os y hab¨ªa obtenido todos los triunfos que le hac¨ªan merecedora del t¨ªtulo de mejor atleta espa?ola de la historia.
Despu¨¦s de una transformaci¨®n arriesgada y magn¨ªfica hab¨ªa pasado de correr en liso a los obst¨¢culos y el oro mundial, que se le hab¨ªa escapado por poco en 2001 y 2003, lleg¨® finalmente en Berl¨ªn 2009. Ya campeona del mundo y casi imbatible en Europa, Dom¨ªnguez estaba retirada temporalmente y esperando un hijo cuando la Guardia Civil la detuvo en la Operaci¨®n Galgo junto a su entrenador, C¨¦sar P¨¦rez.
Pese a que la juez, en uno de sus autos, estableci¨® que hab¨ªa pruebas de su dopaje, Dom¨ªnguez sali¨® indemne despu¨¦s de que el caso fuera archivado al anular la misma magistrada las escuchas policiales. En sus investigaciones, la Guardia Civil tambi¨¦n descubri¨® que Dom¨ªnguez, quien poco despu¨¦s ser¨ªa elegida senadora por el Partido Popular se escond¨ªa bajo el seud¨®nimo Urco, el nombre de su perro, en la lista de deportistas a los que trataba Eufemiano Fuentes, m¨¦dico condenado por dopaje.
La justicia deportiva se imparte fuera de Espa?a
Salvando las distancias, que son muchas, el caso Marta Dom¨ªnguez es como el de Lance Armstrong. A ambos deportistas, al ciclista tejano y a la fondista palentina, dos considerados en su momento como de los m¨¢s destacados del mundo, las sanciones por dopaje les han llegado a los 40 a?os y cuando se hab¨ªan retirado de la pr¨¢ctica al m¨¢s alto nivel. A ambos, el castigo que m¨¢s da?o les ha hecho no ha sido tanto la suspensi¨®n, que no les afecta a efectos pr¨¢cticos, como la retirada con efecto retroactivo de sus m¨¢s grandes victorias, los siete Tours de Armstrong, el Mundial de Berl¨ªn de Dom¨ªnguez, y la mancha en su honor que ensucia hasta hacer sospechosa toda su carrera.
Salvando las distancias, que las hay, el caso Marta Dom¨ªnguez recuerda tambi¨¦n al de los ciclistas Alejandro Valverde y al de Alberto Contador, ambos ciclistas, como la atleta, considerados entre los m¨¢s grandes nacidos en Espa?a. A los tres, y a sus respectivas federaciones, les une la condici¨®n de absueltos por los comit¨¦s de competici¨®n nacionales y condenados por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS). A Valverde, en realidad, la federaci¨®n espa?ola de ciclismo no pudo ni expedientarle: lo hizo el CONI italiano, que consigui¨® una bolsa de sangre y logr¨® que su sanci¨®n nacional la extendiera el TAS a todo el mundo. De Contador, a quien se encontr¨® clembuterol en su orina, como de Dom¨ªnguez, las federaciones espa?olas de ciclismo y atletismo creyeron sus explicaciones cient¨ªficas, los argumentos de sus cient¨ªficos, y a ambos les exculparon. Meses despu¨¦s, las federaciones internacionales de ambos lograron en Lausana lo que Madrid no les hab¨ªa concedido, lo que ellas consideraban justicia.
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