Luis Su¨¢rez no para

Luis Su¨¢rez decidi¨® en el Ajax que quer¨ªa tener un s¨ªmbolo distintivo para festejar sus abundantes goles. Por eso se plant¨® delante del espejo de casa y practic¨® distintos gui?os hasta que se qued¨® con el de pistolero. ¡°Los ni?os luego me hac¨ªan el gesto por la calle y ya me lo qued¨¦¡±, reconoc¨ªa entonces el delantero, que no perdi¨® su olfato ni su caracterizaci¨®n en el Liverpool. Tampoco en el Bar?a, donde le ha cogido el gusto a desenfundar porque en los ¨²ltimos seis encuentros ha cantado bingo en todos para festejar 10 tantos. Nada nuevo, en cualquier caso, porque desde que comenzara el curso casi sale a gol por encuentro, toda vez que contabiliza 19 dianas ¡ª11 en la Liga, cinco en Europa, dos en la Supercopa de Espa?a y otro en la europea¡ª en 21 duelos.

Aunque el uruguayo no es un virguero con el bal¨®n en los pies, se esmera en jugar de primeras como requiere el f¨²tbol azulgrana

Contento por la defensa adelantada de la Roma y por los sucesivos desmarques de Messi y Neymar hacia dentro o en profundidad, que requer¨ªan las coberturas de los centrales, el 9 se las tuvo que ver en muchas ocasiones con un ¨²nico zaguero. Jauja para un ariete que entiende el bal¨®n y la parcela como una necesidad, como una obligaci¨®n. Y aunque Rudiger y Manolas son f¨ªsicos y r¨¢pidos, tambi¨¦n tienen poca armon¨ªa entre ellos y son torpes en el marcaje, por lo que padecieron anoche la cantidad de metros que ten¨ªan a sus espaldas. As¨ª, rompi¨® Alves por el costado derecho ¡ªpor donde Messi ya hab¨ªa hecho un par de descosidos¡ª y centr¨® raso a un Su¨¢rez que estaba donde requer¨ªa la jugada para completarla. Fue la primera asistencia de gol del brasile?o en toda la temporada y el 9 fue directo a abrazarle. No era, sin embargo, su punto final al partido.

Aunque no es un virguero con el bal¨®n en los pies, se esmera en jugar de primeras como requiere el f¨²tbol azulgrana, que siempre se agita en los ¨²ltimos metros por la velocidad y habilidad de sus compinches de l¨ªnea. Lo que no pierde, sin embargo, es su profundo instinto de delantero centro, pues tras un rechazo a disparo de Neymar, engatill¨® una volea de a¨²pa que bati¨® a Szczesny, su segundo gol de la noche. Y, ya de paso, particip¨® en los otros tantos del partido a excepci¨®n del penalti, fallado por Neymar pero reconvertido por Adriano. Todo un pistolero que no para.