El Athletic da un paso atr¨¢s

Dio un paso atr¨¢s el Athletic, en el partido, en el juego, en el ¨ªmpetu y en la clasificaci¨®n. Dio un paso atr¨¢s en todo ante un rival que le propuso f¨²tbol, tranquilidad, pausa y paciencia, es decir, aquello con lo que el equipo de Valverde siempre sue?a y que no supo aprovechar por falta de talento y sabidur¨ªa. Hay partidos en los que los equipos aguantan peor los goles propios que los ajenos. Marc¨® el Athletic de penalti cuando no lo esperaba, cuando nadie lo esperaba, en una jugada fortuita por mano de David Garc¨ªa, y se resguard¨® de la lluvia como quien huye del ¨¦xito. Marc¨® Aduriz, bajo la lluvia, para aplacar su sequ¨ªa de los ¨²ltimos partidos, pero se sec¨® el Athletic como si el jard¨ªn estuviera suficientemente regado por ese gol ocasional. No pens¨® que hab¨ªa marcado por casualidad y que el rival estaba muy vivo, sin un asomo de nerviosismo, resistiendo el castigo con un estoicismo proporcional al tiempo que restaba por jugar, much¨ªsimo, una eternidad ara la rapidez con la que el f¨²tbol se desenvuelve.

Desgobernado sin Be?at, con dos gladiadores en el centro del campo (San Jos¨¦ y Mikel Rico), el Athletic condescendi¨® y el Las Palmas fue ganando terreno poquito a poco, como un visitante educado, bien gobernado por G¨®mez y Culio. Cierto que el equipo canario juega bien hasta el borde del ¨¢rea donde sufre un apag¨®n que oculta sus buenas ideas. No inquietaba, pero su presencia en la ventana del ¨¢rea resultaba tan inquietante como la ventana indiscreta de Hitchcock. Por all¨ª mutaba y miraba sin que el Athletic se sintiera en ning¨²n momento observado, cuando se le empezaba a ver la desnudez defensiva.

En una de estas, ya en la segunda mitad, Las Palmas rompi¨® el cristal y puso el bal¨®n en el balc¨®n del ¨¢rea peque?a. El Athletic lo repeli¨® mal y G¨®mez lo empotr¨® en la red. Era el justo premio a la paciencia m¨¢s que al f¨²tbol, a la serenidad. Pero quedaba media hora por delante y el Athletic, bajo la lluvia, suele crecerse en circunstancias adversas. Lo hizo. Y marc¨® por obra y gracia de Williams, pura tenacidad y pura definici¨®n a la hora de buscar el gol. Un gol que otra vez pes¨® en el Athletic que quiz¨¢s dio por acabado el partido (aunque Williams tuvo otra ocasi¨®n mal resuelta). Y otra vez se encontr¨® con el visitante educado que le roba el champ¨¢n. En el minuto 81, otra falta, otro mal rechazo del Athletic y Tana que a botepronto, con mal estilo pero buena ejecuci¨®n sorprende a Iraizoz. Un empate que ya era demasiado pesado para ambos equipos. Ya no paso nada m¨¢s. Solo llov¨ªa.