La ¨¦pica del Athletic vence a la l¨ªrica del Villarreal
El equipo rojiblanco remonta en la segunda mitad un 0-2
Sabido es que el f¨²tbol no es un asunto matem¨¢tico por m¨¢s que los nuevos m¨¦todos y la tecnolog¨ªa se empe?en en echar cuentas permanentes sobre los asuntos m¨¢s importantes y m¨¢s triviales del juego. Que si posesi¨®n del bal¨®n, que si pases errados y acertados, que si remates desde la derecha y la izquierda, que si kil¨®metros recorridos. Es la periferia del f¨²tbol. En el interior del juego prevalecen otros asuntos: la organizaci¨®n, la eficacia, la punter¨ªa. La suerte queda al albur de si misma, como no pod¨ªa ser de otra manera.
ATHLETIC, 3 - VILLARREAL, 2
Athletic: Herrer¨ªn; De Marcos, Etxeita, Laporte, Lekue (Balenziaga, m. 88); Be?at, Iturraspe (San Jos¨¦, m. 81); Susaeta, Ra¨²l Garc¨ªa, Muniain (Aduriz, m. 55); y Williams. No utilizados: Iraizoz, Eraso, Gurpegui y Sabin Merino.
Villarreal: Barbosa; Rukavina, Bailly, V¨ªctor Ru¨ªz, Mar¨ªn; Nahuel (Mario, m. 74), Pina, Rodrigo (Bruno, m. 80), Samu Castillajo; Samu Garc¨ªa y Leo Bptistao (Bakambu, m. 66). No utilizados: Areola, Musacchio, Denis Su¨¢rez e ??iguez.
Goles: 0-1. M. 17. Leo Baptistao. 0-2. M. 38. Samu Garc¨ªa. 1-2. M. 54. Williams. 2-2. M. 68. Aduriz. 3-2. M. 81. Laporte
?rbitro: Clos G¨®mez. Expuls¨® a Mario (m. 87) por doble amonestaci¨®n y mostr¨® amarillas a Ra¨²l Garc¨ªa, Mar¨ªn, Tom¨¢s Pina y Susaeta.
Unos 40.000 espectadores en San Mam¨¦s.
Lo primero, las matem¨¢ticas, dir¨ªa que el Athletic pudo golear al Villarreal, por la pura suma de ocasiones. Solo en la primera parte tuvo cuatro, muy claras, de Williams, solo ante Barbosa; de Laporte, en un c¨®rner que err¨® el portero visitante en su salida; de Lekue, cuyo disparo roz¨® el poste; de Iturraspe, con un tiro lejan¨ªsimo que el portero argentino elev¨® por encima el larguero con los dedos de la mano. O sea, infortunio total. Craso error. Porque lo segundo, -el orden, la eficacia y la eficiencia- fue un asunto del Villarreal, un equipo que jugaba como los empollones recitan la lecci¨®n, si un fallo de dicci¨®n, sin saltarse una coma y poniendo todos los acentos en su sitio. Con tal nivel dial¨¦ctico, le bastaron dos ocasiones para hacer dos goles: nada de buena suerte, mucho de lecci¨®n aprendida.
Y eso que Marcelino refresc¨® el equipo, dejando a los pesos pesados en el banquillo (Bruno, Su¨¢rez, Bakambu) y dando protagonismo a dos chicos muy j¨®venes, Mar¨ªn (a¨²n 17 a?os) y Rodrigo (19) que lejos de desentonar hicieron algo m¨¢s que cumplir, sobre todo el segundo mostrando un aplomo en el centro del campo que anunciaba m¨¢s jerarqu¨ªa que su estad¨ªstica de partidos. Valverde tambi¨¦n sec¨® el sudor del equipo dando descanso a Aduriz (tocado), San Jos¨¦ o Balenziaga. Los ausentes son siempre m¨¢s decisivos en el equipo que pierde y pasan desapercibidos en el que gana. M¨¢s a¨²n trat¨¢ndose de Aduriz, lo m¨¢s parecido a un futbolista imprescindible en un equipo como el Athletic. Y eso que Williams no desmereci¨® en su empe?o de delantero centro.
El gol de Baptistao le sorprendi¨® al Athletic con la mirada nublada. Dif¨ªcil sorpresa, porque el brasile?o es un habitual de los goles cuando visita San Mam¨¦s. Fue un tiqui-taca con la defensa adormecida. El de Samu Gar¨ªa exhibi¨® la lentitud de los defensores (portero incluido) para reaccionar con agilidad. Fueron dos bellos goles que premiaban la pizarra del Villarreal, sostenido por Tom¨¢s Pina e impulsado por los dos Samueles.
Quedaba un tiempo por jugar y al Athletic ten¨ªa que elegir por la l¨ªrica o por la ¨¦pica. Pensar en el futuro o en el presente. No ha sido el Athletic un equipo muy l¨ªrico, ni un especulador de emociones. Le puede el coraz¨®n. Y m¨¢s, con Aduriz en el campo, al que recurri¨® Valverde acortando su descanso y concedi¨¦ndoselo a Muniain, a¨²n lejos de su mejor forma tras la lesi¨®n. Y entonces si, entonces puso cerco a la casa del Villarreal y comenz¨® a flirtear con las matem¨¢ticas para llev¨¢rselas al huerto.
No conviene irse del partido cuando el Athletic no est¨¢ en la ducha. Ni tentar a las matem¨¢ticas hasta agotarlas. Craso error
El cerco dio su fruto en un bal¨®n rebotado que lleg¨® a pies de Williams, el muchacho dud¨® de su posici¨®n, pero el p¨²blico le anim¨® a seguir y bati¨® a Barbosa. Y luego Williams se fue como un cortador de c¨¦sped con prisa y el bal¨®n acab¨® en la bota de Aduriz, es decir, en el punto de mira de un fusil. Gol. Faltaba un tanto para la remontada, para que la ¨¦pica adquiriese todo el sentido moral y l¨²dico que posee, y lo marc¨® Laporte, reba?ando un bal¨®n junto al poste tras otro libre indirecto de Be?at. El Villarreal, se hab¨ªa ido del partido, obnubilado por su sobresaliente de la primera mitad, pensando que la nota media estaba resuelta. No conviene irse del partido cuando el Athletic no est¨¢ en la ducha. Ni tentar a las matem¨¢ticas hasta agotarlas. Craso error.
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