Djokovic embiste a Nadal
El n¨²mero uno eleva en Doha su primer t¨ªtulo de 2016, el 60? de su carrera, con un recital t¨¦cnico ante el balear (6-1 y 6-2), al que ya supera en el enfrentamiento particular: 24-23
Si quien extrae la conclusi¨®n es el protagonista, la propia v¨ªctima, y si quien lo dice lo expresa de forma tan clara como lo hizo?Rafael Nadal, poco m¨¢s se puede a?adir. La realidad es clara y cruda, tal que as¨ª: ¡°El an¨¢lisis de hoy es f¨¢cil. He jugado contra un rival que lo ha hecho todo perfecto. Nunca vi jugar a nadie as¨ª. Desde que conozco este deporte, nunca vi a nadie jugar al tenis a este nivel. Puedo hacer algunas cosas mejor, pero la realidad es que en estas condiciones probablemente sea imposible jugar contra ¨¦l¡±.
A una semana para el Abierto de Australia, la vida sigue igual. Es decir, pese a la regeneraci¨®n progresiva de Nadal, la brecha con Novak Djokovic sigue siendo a¨²n muy grande. El serbio, que firm¨® un 2015 hiperb¨®lico, en el que solo cedi¨® seis partidos, arranc¨® esta nueva temporada con una embestida taurina. Para empezar, primer t¨ªtulo del curso en Doha (ATP 250) y otra demostraci¨®n m¨¢s de que su apetito sigue intacto. Nole sald¨® la final frente al de Manacor con un categ¨®rico 6-1 y 6-2, en una hora y 13 minutos. El de Belgrado dio otro golpe sobre la mesa para reafirmar que hoy d¨ªa sigue rompiendo la cinta de la meta ¨¦l... y despu¨¦s, lejos, a varios cuerpos de distancia, va cruzando la l¨ªnea el resto, con la cabeza gacha y una mueca de resignaci¨®n.
Con Djokovic, salvo rar¨ªsima excepci¨®n, la cosa funciona m¨¢s o menos as¨ª: ¨¦l sale a la pista despacito, parsimonioso, como quien va a comprar el pan y el peri¨®dico, y el de enfrente, cuando a¨²n est¨¢ flexionando las rodillas para ejecutar el resto, se encuentra de golpe y porrazo suspendido en el aire y zarandeado, maltratado por el tornado serbio. Algo parecido le ocurri¨® esta vez a Nadal, que en un tris ya iba 3-0 abajo y despu¨¦s, en la hora escasa que se prolong¨® el encuentro con el dictador del circuito, rem¨® y rem¨® en balde, consciente de que hiciera lo que hiciera no iba a poder alterar el desenlace de la tarde.
Djokovic, 28 a?os, gobierna con pu?o de hierro. Elev¨® el 60? t¨ªtulo de su carrera y con este ¨²ltimo triunfo desnivel¨® la balanza con Nadal a su favor; ahora, Nole domina los cruces con el de Manacor por 24-23, cuando un a?o atr¨¢s iba claramente a remolque (19-23). Quienes se cuestionaban al cierre de 2015 si el n¨²mero uno conservar¨ªa el mismo hambre del a?o pasado, obtuvieron este s¨¢bado la respuesta. S¨ª, Nadal est¨¢ mejor, mucho mejor que hace unos meses; el balear ha remozado su juego y se acerca poco a poco hacia las posiciones de privilegio, a la zona de confort de Roger Federer o Andy Murray. Sin embargo, entre todos ellos y Djokovic hay un trecho enorme.
En Doha, el serbio no solo demostr¨® que sigue por los mismos lares, sino que proyect¨® otro mensaje intimidatorio, la sensaci¨®n de que si el ejercicio pasado era fuerte, fort¨ªsimo, apunta ahora a dar un nuevo tir¨®n, a ser mejor. Contra Nadal, los n¨²meros hablan por s¨ª solos. Nole estuvo sobresaliente en todas las facetas del juego: servicio (79% de puntos ganados con primeros y 73% con segundos, por un 48% y 44% del espa?ol), pegada (30 ganadores frente a nueve), ataque y defensa. Ofreci¨® un recital t¨¦cnico con la derecha y el rev¨¦s y tan solo concedi¨® una opci¨®n de rotura a Nadal, en el juego de inicio.
Nole proyect¨® la sensaci¨®n de que si el a?o pasado era fuerte, fort¨ªsimo, apunta ahora a dar un nuevo tir¨®n
Liquid¨® el primer parcial en 31 minutos y en el segundo quebr¨® el saque de Nadal a la primera. Luego, otra vez, para 4-1. ?Zas! El espa?ol se autogolpe¨® en la frente tras fallar una bola sencilla, con el orgullo herido. Desde el otro lado, el grito rabioso y hambriento de Djokovic, al que ya no solo le vale con ganar: si puede hacer sangre, la hace. Desde la grada, el t¨¦cnico del Bayern, Pep Guardiola, y algunos pupilos suyos como Robert Lewandowski, Mario G?tze o Frank Rib¨¦ry daban buena cuenta de c¨®mo se las gasta el de Belgrado. Un campe¨®n voraz que no tiene ninguna intenci¨®n de aflojar el ritmo, sino todo lo contrario.
"?l es hoy mejor que yo. Tendr¨¦ que esperar mi momento, porque las oportunidades van a venir. Si uno piensa ¨²nicamente en una persona deja de ser feliz. Las obsesiones son malas en la vida. El ¨²nico camino es el que marco yo¡±, concluy¨® Nadal. Sin embargo, no hay indicios de que a corto plazo alguien vaya a dar con el ant¨ªdoto. Triunfo a triunfo, Nole llama a las puertas de la historia.
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