Barcelona y Madrid: ejemplo de concordia

¡°En vez de odio y venganza elegimos la reconciliaci¨®n¡±. Nelson Mandela

En estos tiempos tan revueltos en Espa?a, con los pol¨ªticos incapaces de poner a un lado sus intereses partidistas para el bien de la naci¨®n, el f¨²tbol nos ofrece una vez m¨¢s un ejemplo de solidaridad. Tender puentes requiere una valent¨ªa poco usual; hacerlo entre aquellos dos antiguos enemigos, el Barcelona y el Real Madrid, exige un compromiso moral supremo.

Un brindis para Dani Alves. El lateral brasile?o del Barcelona dio su apoyo esta semana al presidente del Real Madrid, Florentino P¨¦rez, y a su exentrenador Rafa Ben¨ªtez, apunt¨¢ndose con digna rabia a la teor¨ªa blanca de la conspiraci¨®n. P¨¦rez y Ben¨ªtez hab¨ªan dicho que hab¨ªa una campa?a medi¨¢tica contra su club. Alves fue m¨¢s lejos. Proclam¨® el viernes en Instagram ¡ªjunto a Twitter y Facebook la voz de los que no ten¨ªan voz¡ª que la campa?a se extiende a la totalidad del f¨²tbol profesional.

¡°Hoy somos objetos utilizados por la prensa para que ellos se beneficien, para que ellos vendan peri¨®dicos¡±, escribi¨® Alves. ¡°Qu¨¦ puta basura que son¡±.

El brasile?o dio en el clavo: los peri¨®dicos, que viven de la venta de los peri¨®dicos, hacen lo que pueden para vender peri¨®dicos. Bueno, quiz¨¢ ¨¦sta no sea la aportaci¨®n m¨¢s ¨²til o novedosa que Alves haya ofrecido a la humanidad; quiz¨¢ la fuerza de su homil¨ªa resida m¨¢s en la generosidad del gesto que en los argumentos.

Porque lo que no parece entender Alves es que al acusar a la prensa de ser una ¡°puta basura¡± est¨¢ acusando de lo mismo a los consumidores de las noticias, o sea al gran p¨²blico futbolero gracias al cual el brasile?o y sus amigos en el Barcelona o sus rivales en el Real Madrid ganan por hora trabajada lo que la media de sus fans mundiales gana en un a?o.

Se supone que lo que provoc¨® la indignaci¨®n de Alves fue el rifirrafe desatado por la noticia de lo que su compa?ero en el Bar?a, Luis Su¨¢rez, le hab¨ªa dicho a los jugadores del Espanyol en el t¨²nel del estadio tras un partido de copa el mi¨¦rcoles. Seg¨²n el ¨¢rbitro, el delantero uruguayo les escupi¨®: ¡°Aqu¨ª os estoy esperando, venid ac¨¢; sos un desecho¡±.

Aparte de que un uruguayo furioso jam¨¢s usar¨ªa tal lenguaje (¡°os¡± o ¡°venid¡±), lo que nos sugiere que el ¨¢rbitro no hubiera prosperado como periodista, el punto es el siguiente: no haber contado lo del supuesto incidente en el t¨²nel hubiera representado una abismal instancia de autocensura de parte de los medios ya que fue una noticia de manifiesto inter¨¦s p¨²blico. La prueba es que gener¨® un gran alboroto en los medios sociales y, no lo dudemos, en los bares y los salones en los cuales los futboleros se re¨²nen para debatir las grandes cuestiones del d¨ªa.

Disculpas por la repetici¨®n, pero si no nos fascinaran tanto los pormenores de lo que ocurre dentro y fuera de los campos de f¨²tbol, y si no nos alimentaran de ello los medios, los Dani Alves de este mundo ganar¨ªan no 10.000 euros por hora sino mil veces menos.

Pero no nos quedemos en el detalle. No seamos mezquinos. No vayamos a pensar, por ejemplo, que Alves, de repente amenazado en la titularidad por el lateral Aleix Vidal, lanz¨® esa diatriba en Instagram como mensaje al Real Madrid para que lo fichara. Para nada. La grandeza de la postura reconciliadora de Alves con el Madrid la debemos aplaudir todos, no solo los que ocupan la planta noble del Bernab¨¦u. Si hubiera m¨¢s gente como el brasile?o vivir¨ªamos en un mundo mejor. Pena, por esa misma raz¨®n, que el Barcelona se distanciara tan r¨¢pidamente de sus declaraciones, emitiendo un comunicado diciendo que el club ¡°no admite ni comparte¡± sus ¡°expresiones ofensivas¡±. Un error; una oportunidad perdida de parte de la m¨¢xima instituci¨®n catalana para demostrar que ocupa un espacio moral muy por encima de las instituciones pol¨ªticas de su tierra.

Pena tambi¨¦n, ya que estamos, que otra venerable instituci¨®n, la Asociaci¨®n Espa?ola de la Prensa Deportiva, emitiera otro comunicado en el que, seg¨²n el diario AS, ¡°rechaza, condena y exige una rectificaci¨®n p¨²blica¡± de Alves ¡°mientras estudia acciones legales¡±, pues ¡°tales afirmaciones son objeto de querella criminal¡±. Una lamentable falta de sentido del humor, compa?eros, y otra indicaci¨®n de lo que muchas veces hemos mantenido en esta columna, que el deporte nacional de Espa?a no es el f¨²tbol, mucho menos la pol¨ªtica, sino la indignaci¨®n.