James Rodr¨ªguez al banquillo, decisi¨®n atrevida en el Bernab¨¦u
Zidane toma una medida que precipit¨® la destituci¨®n de Ben¨ªtez y da vuelo a Isco en el equipo titular en el primer partido que dirige como entrenador del Madrid
La decisi¨®n de Rafa Ben¨ªtez que m¨¢s molest¨® a la directiva del Madrid antes de la junta que determin¨® su destituci¨®n fue la suplencia de James en Mestalla el domingo pasado. El colombiano no disput¨® ni un solo minuto contra el Valencia y, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la c¨²pula madridista, la medida fue gravemente censurada en el palco. Despu¨¦s de Bale, que cost¨® cerca de 100 millones de euros, James, que cost¨® 80, es el futbolista sobre cuya figura Florentino P¨¦rez ha depositado m¨¢s esperanzas a la hora de construir el Madrid del futuro. Si la posible docilidad de Zidane fue objeto de controversia tras su nombramiento como entrenador, el pasado lunes, su primera alineaci¨®n indica dos cosas. Primero, que hay motivos para pensar en que act¨²a con independencia, segundo, que James ha ca¨ªdo en un bache. James fue al banquillo y en su lugar se aline¨® Isco como volante interior, en el conocido esquema de 4-3-3 que ya emple¨® Ancelotti, con Bale tapando la banda derecha.
Si Ben¨ªtez no acert¨® como motivador durante su estancia en Chamart¨ªn, su falta de sensibilidad se manifest¨® con James e Isco m¨¢s que con otros hombres. Los dos medias puntas, los dos proclives a conductas impredecibles en el campo, los dos creativos. Los dos metidos en una crisis an¨ªmica desde el verano. Fuera de forma, con sobrepeso, seg¨²n testigos del vestuario, expresaron por omisi¨®n el clima de malestar que se instal¨® en Valdebebas en las ¨²ltimas semanas.
James e Isco comenzaron vacilantes. James porque se incorpor¨® a la pretemporada m¨¢s tarde que el resto de sus compa?eros, despu¨¦s de prolongar las vacaciones para poder descansar tras la Copa Am¨¦rica. Isco porque, a decir de sus colegas, decidi¨® emprender la temporada resuelto a disfrutar del oficio tal y como lo siente, como un artista, sin subyugarse a los deberes t¨¢cticos que le hab¨ªa impuesto Ancelotti desde 2013. Le oyeron decir que si su situaci¨®n no cambiaba pensaba en salir del club en 2016, y que un posible destino era el Manchester City. Ver los entrenamientos de Isco fue un espect¨¢culo desde agosto. ¡°Con cada sesi¨®n se pod¨ªa compilar un v¨ªdeo de virguer¨ªas y gestos t¨¦cnicos; le daba de espuela, se desviv¨ªa por tirar ca?os, hac¨ªa malabares¡¡±, recuerdan. Isco iba al trabajo con esp¨ªritu hedonista. Pensando en gozar de la pelota. Algo parecido hizo James. Dos formas de afrontar las jornadas laborales muy similares. Dos modos de vivir el f¨²tbol que no coincid¨ªan en absoluto con la filosof¨ªa de Ben¨ªtez.
Ben¨ªtez acab¨® por marginar a los dos poetas. Ninguno jug¨® en Mestalla en la ¨²ltima salida. Frente al Deportivo, el nuevo entrenador los puso a ambos. A Isco como titular, y a James como suplente, entrando por el malague?o en el minuto 65.
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