El Betis destroza el estreno del Pizju¨¢n
El verano de 1958 se vivi¨® en el ambiente futbol¨ªstico sevillano con una efervescencia extraordinaria. El Sevilla iba a estrenar un campo nuevo, mientras el Betis hab¨ªa regresado a Primera Divisi¨®n despu¨¦s de estar fuera 15 a?os, algunos de ellos incluso en Tercera.
Hab¨ªa sido una larga y penosa traves¨ªa para el Betis, que antes de la Guerra Civil hab¨ªa llegado a ganar la Liga de 1934-1935. He conocido a b¨¦ticos que para ver a a Zarra, a Kubala o a Di St¨¦fano hab¨ªan tenido que pasar por el humillante tr¨¢mite de comprar una entrada en Nervi¨®n, el viejo campo sevillista, para ver a esos grandes genios cuando visitaban la ciudad. Ahora eso se terminaba. ?El Betis volv¨ªa a Primera!
El nuevo campo del Sevilla se iba a llamar Ram¨®n S¨¢nchez Pizju¨¢n en homenaje al hombre que puso en marcha la iniciativa y que hab¨ªa fallecido como presidente del club. Su sucesor, Ram¨®n de Carranza, Marqu¨¦s de Soto Hermoso (hijo del c¨¦lebre alcalde gaditano del mismo nombre), anunci¨® en su toma de posesi¨®n que culminar¨ªa el proyecto. Y as¨ª fue. El nuevo campo se edific¨® justo al lado del viejo Nervi¨®n. Marcelino Campanal, me explica: ¡°El Nervi¨®n estaba donde ahora est¨¢ esa gran zona comercial. Desde ¨¦l, cuando entren¨¢bamos, ve¨ªamos d¨ªa a d¨ªa c¨®mo iba creciendo el nuevo. Est¨¢bamos ilusionados, claro. Cabr¨ªa el doble de gente y todo ser¨ªa nuevo¡±.
Era 1958, buenos a?os para el Sevilla. Los verdiblancos ven¨ªan de estar 15 a?os fuera, algunos de ellos en Tercera, tras una larga traves¨ªa
En efecto, el S¨¢nchez Pizju¨¢n duplicar¨ªa en su estreno la capacidad de Nervi¨®n: de 20.000 a 42.000 espectadores, con la idea de aumentarlo a 60.000 en una segunda fase, que m¨¢s adelante se llevar¨ªa a efecto. El nuevo estadio estaba inspirado en el Bernab¨¦u, inaugurado en 1947. El arquitecto Manuel Mu?oz Monasterio particip¨® en ambos proyectos. El Sevilla se despidi¨® de Nervi¨®n el 25 de mayo, en el partido de vuelta de octavos de la Copa, ante Las Palmas. En la ida hab¨ªan ganado los canarios por 5-0. La vuelta se qued¨® en 2-0. El ¨²ltimo gol lo marc¨® Pep¨ªn, y lo encaj¨® otro Pep¨ªn, portero de Las Palmas, que m¨¢s adelante ser¨ªa figura del Betis.
Eran buenos a?os para el Sevilla. En la 1956-1957 hab¨ªa sido subcampe¨®n de Liga, lo que le permiti¨® jugar el curso siguiente la Copa de Europa, gracias a haber sido el Madrid campe¨®n de Liga y tambi¨¦n del torneo continental, con lo que la plaza de Espa?a qued¨® para el segundo. En la temporada 1957-1958 no hab¨ªa estado tan bien. En la Copa de Europa cay¨® precisamente ante el Madrid y en la Liga acab¨® d¨¦cimo, pero se consider¨® algo pasajero. Generalmente, los equipos que constru¨ªan campo ahorraban en refuerzos y pasaban un bache. Pero ahora, con el campo en perspectiva de estreno y los nuevos pr¨¦stamos por las previsibles taquillas, hab¨ªa reforzado muy bien su delantera, con el argentino Di¨¦guez y el h¨²ngaro Szalay.
Aquel fue un verano de h¨²ngaros. Se cumpl¨ªa a?o y medio de la entrada de los tanques sovi¨¦ticos en Budapest para sofocar un levantamiento popular. Aquello provoc¨® muchos exiliados, entre ellos bastantes futbolistas, a los que la FIFA suspendi¨® por a?o y medio. Cumplido el plazo, muchos recalaron en Espa?a. Algunos tan ilustres como Puskas (al Madrid) o Kocsis y Czibor (al Bar?a). El Sevilla trajo a Szalay, excelente extremo, adem¨¢s de al nuevo entrenador, Janos Kalmar. Tambi¨¦n el Betis se hab¨ªa reforzado con un h¨²ngaro: Kuzman, delantero centro. Aunque la figura del equipo era Luis Del Sol, entonces extremo, m¨¢s adelante colosal interior del Madrid y de la Juve.
El sorteo del calendario decidi¨® que el primer visitante del Sevilla ser¨ªa ?el Betis! Al Sevilla no le hizo gracia. As¨ª que aunque la idea era estrenar el campo en el primer partido de Liga, se decidi¨® cristianarlo antes. Se pens¨® en el C¨¢diz, pero no cuaj¨®. Se opt¨® entonces por otro vecino, el Ja¨¦n, que acaba de descender a Segunda Divisi¨®n despu¨¦s de dos temporadas en Primera.
Gritos de ¡°?Betis, Betis, Betis!¡± inundaron el cielo de Sevilla. El estreno del nuevo campo, orgullo sevillista, hab¨ªa quedado aguado
Se fij¨® el domingo 7 de septiembre, el anterior al inicio de Liga. Tras la M¨²sica del Regimiento de Soria, los preceptivos discursos y el hisopo del beneficiado de la Catedral y capell¨¢n del club, se jug¨® el partido, con floja entrada, que acab¨® 3-3. El primer gol lo marc¨® el visitante Arregui, que luego har¨ªa otro. Arregui hab¨ªa pasado por el Sevilla, de donde le sac¨® una lesi¨®n. Fue el gran jugador de la historia del Ja¨¦n, con 225 goles, repartidos entre Primera, Segunda y Tercera. Un exquisito cabeceador con un triste final: falleci¨® en accidente de tr¨¢fico en 1967, con s¨®lo 41 a?os.
El 14 se jug¨® la primera jornada de Liga: el Betis gan¨® 2-1 en casa al Granada, el Sevilla empat¨® 2-2 en Pamplona. Kuzman hizo dos goles y Szalay, uno.
El 21 es el gran d¨ªa: Sevilla-Betis, todo vendido, Zariquiegui de ¨¢rbitro. El partido es a las cinco, con un calor de 36 grados. Juegan estos:
Sevilla: Cardoso; Sant¨ªn, Campanal, Maraver; Ruiz Sosa, Pep¨ªn; Antoniet, Di¨¦guez, G¨®mez, Arza (capit¨¢n) y Szalay.
Betis: Otero; Valderas, R¨ªos, Portu; Isidro, Paqui; Casta?o, Areta, Kuzman, Azpeitia y Del Sol (capit¨¢n).
No han pasado dos minutos cuando Del Sol, muy fuera del ¨¢rea, caza un bal¨®n perdido y la clava desde lejos. 0-1. Del Sol lo recuerda bien. ¡°Fue un gran gol, aunque para que entre algo as¨ª has de tener mucha suerte. Yo ven¨ªa jugando de extremo izquierdo, pero Antonio Barrios, nuestro entrenador, me animaba a moverme por todas partes. Como yo no me cansaba¡ Y en una de esas me encontr¨¦ ese bal¨®n¡±. (Del Sol era tan incansable que cuando jug¨® en la Juve le apodaron Siete Pulmones).
El Sevilla fue cogiendo poco a poco el aplomo y en el 35¡¯ hay un penalti por mano de Valderas que transforma Szalay. Y en el 44¡¯, un jugad¨®n enorme de Di¨¦guez, que regatea a varios rivales y la pone en la escuadra. 2-1 al descanso y alegr¨ªa sevillista.
Pero todo cambia enseguida. En el 52, hay un centro-tiro muy cerrado de Kuzman que manotea torpemente Cardoso a la red, sin nadie que le acose. Le sienta tan mal que sufre un ataque de nervios y Kalmar aprovecha para sustituirle por Guerrica ¡ªen la ¨¦poca no cab¨ªa m¨¢s cambio que el del portero, y previa lesi¨®n¡ª. Pero el Sevilla ha perdido la concentraci¨®n, el Betis se siente seguro, Del Sol es el amo. En el 70¡¯, una cesi¨®n a Guerrica se queda corta y Areta aprovecha para anticiparse y marcar. 2-3. Y en el 76¡¯, falta de Maraver a Casta?o. El saque lo recoge Kuzman y a la media vuelta, y con Campanal encima, marca un golazo. 2-4.
Fue una gran tarde. De esas que quedan¡± Luis del Sol, exjugador del Betis
Gritos de ¡°?Betis, Betis, Betis!¡± inundaron el cielo de Sevilla. El estreno del nuevo campo, orgullo del sevillismo, hab¨ªa quedado aguado por la victoria b¨¦tica. Campanal, desde su Avil¨¦s natal, donde a¨²n practica atletismo (es el terror en los campeonatos de veteranos) admite: ¡°Nos ganaron bien. Fueron mejores en el segundo tiempo¡±. Del Sol vive en Sevilla, y todav¨ªa aparece de cuando en cuando alg¨²n b¨¦tico que le pide que le cuente aquel partido: ¡°Fue una gran tarde. De esas que quedan¡±.
En Sevilla todav¨ªa se discute cu¨¢l fue el verdadero estreno: ?El del partido amistoso contra el Ja¨¦n, con baja asistencia, o el del partido oficial, frente al Betis, ante 42.000 sevillanos, entre ellos todos los notables de la ciudad?
Seg¨²n a qui¨¦n se pregunte, claro, la respuesta es una u otra¡
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