Concepci¨®n

Mientras se romp¨ªa Espa?a con un sonido grave de placa tect¨®nica que ensordeci¨® el estadio y que result¨® ser, cuando pudimos levantar la cabeza poco a poco, una pipa crujiente, una de esas pipas transg¨¦nicas que se va de madre, Zinedine Yazid Zidane se asom¨® al Santiago Bernab¨¦u. Desde Alfredo di St¨¦fano no se ha sentado gloria igual en el banquillo. El club ha llenado la tienda de camisetas del franc¨¦s como en los viejos tiempos. Una hora antes del partido s¨®lo se escuchaba la caja registradora en Padre Dami¨¢n: la Juventus tiene que estar flipando. Cuando deje de ser entrenador hay que presentarlo como delegado de campo.

No se sabe nada del Zidane entrenador, no se conocen sus pizarras ni sus m¨¦todos. Es como poner en el banquillo un monumento. El madridismo se ha fiado a su misterio, a sus violentas introspecciones, a esa suerte de m¨ªstica embadurnada de una paz inquietante. Hubo gente el s¨¢bado en el Bernab¨¦u que empezaba a murmurar cuando el bal¨®n se perd¨ªa por banda y pod¨ªa controlarlo el franc¨¦s divino. Si Zidane consigue que ese famoso runr¨²n ¡ªaquel que poblaba las gradas cuando el 5 ten¨ªa un d¨ªa estupendo o Guti, que cuando era bueno era el mejor, sacaba a Arantxa de Benito al campo a hacerse pasar por ¨¦l porque hac¨ªa mal tiempo, el rival era el Numancia o lo que fuese¡ª, medio camino estar¨¢ hecho.

De momento el franc¨¦s tiene en el Madrid una oportunidad ¨²nica: entrenarlo sin pretemporada, a pesar de los amagos. ?En cu¨¢ntos veranos se ha dejado el Madrid los t¨ªtulos! Atacar¨¢n y defender¨¢n todos, tienen que divertirse, hay que liberarse, vamos a dar espect¨¢culo, el Bernab¨¦u quiere goles, los buenos han de jugar siempre, el mejor amigo de mi novia es homosexual, seguro que no quiere nada con ella y yo controlo las drogas, las drogas no me controlan a m¨ª.

El debut feliz de Zidane s¨®lo se vio empa?ado por una pol¨¦mica que recogi¨® el diario Sport. ¡°?Piden Cristiano y Bale fuera de juego en el gol de Benzema?¡±, se pregunta el peri¨®dico en el titular. Y se da paso al que quiz¨¢s sea, a estas horas, el mejor subt¨ªtulo del periodismo espa?ol: ¡°Cuando Benzema marc¨® de tac¨®n el primer gol ante el Deportivo sus compa?eros levantaron los brazos, al igual que toda la plantilla del club gallego¡±. Si no levantan los brazos, malos compa?eros; si los levantan, unos hijos de puta.

(El mejor titular, como sabr¨¢n, est¨¢ fuera de concurso: ¡°Un seguidor parecido a Falcao celebr¨® el gol de Benzema al Bayern en Champions¡±).

El partido fue s¨®lo una promesa. El Madrid, como Zidane, tiene la belleza de las cosas que a¨²n no sucedieron.