Ricardo Pastor, un ser de otra ¨¦poca, mucho m¨¢s que el Pitoniso Pito
El c¨¦lebre pronosticador de quinielas catal¨¢n protagoniz¨® un periodismo ya desaparecido
Dicen que Ricardo Pastor jug¨® al domin¨® hasta que le aguantaron las fuerzas y que ¨²ltimamente las partidas se hab¨ªan trasladado a su domicilio, d¨¦bil como estaba para salir de casa. Pero ¨¦l segu¨ªa jugando y jugando muy bien; aseguran que tuvo una hora m¨¢s de entendimiento que de vida. Le funcion¨® la cabeza hasta el final con la precisi¨®n de un reloj, como siempre. Pero el pasado s¨¢bado su coraz¨®n se par¨®; falleci¨® a los 91 a?os, en el barcelon¨¦s barrio de Sants, donde naci¨® el 22 de octubre de 1924. Sus amigos lloran el adi¨®s de un ser de otra ¨¦poca, de una persona hecha a s¨ª misma en una Barcelona que no existe, en un periodismo que ha desaparecido, un ser generoso, y bueno, sabio porque vivi¨® la vida mucho y con alegr¨ªa, en la calle y en las redacciones de peri¨®dicos y radios, en bares y teatros, y siempre hablando de f¨²tbol con pasi¨®n y con humor. A Pastor, adem¨¢s, se le recordar¨¢ por su personaje, el que cre¨® en 1953 y al que se conoci¨® como el Pitoniso Pito. Pero fue mucho m¨¢s.
Se gan¨® el primer jornal como electricista de los almacenes El Siglo, contratado por su hermano, Francisco, gerente, y presum¨ªa de ello. Puede que siendo adolescente, mientras ganaba unos duros repartiendo Goles, un panfleto que se distribu¨ªa por las Ramblas la noche de los domingos, que publicaba los resultados deportivos de la jornada, se aficionara a las estad¨ªsticas relacionadas con el f¨²tbol. A base de lapiceros, libretas y talento invent¨® su particular procesador de datos que culmin¨® en el personaje del Pitoniso Pito. Naci¨® en las p¨¢ginas del diario deportivo Dicen¡ como competencia al Mago Karag, que a falta de dos jornadas para el final de Liga pronosticaba el campe¨®n de Liga en El Mundo Deportivo. Rizando el rizo, ¨¦l empez¨® a hacerlo a falta de 10, con descensos incluidos. Federico Gallo, director de Radio Nacional, le inst¨® a inventarse el sobrenombre.
Durante muchos a?os, anunci¨® simult¨¢neamente su pron¨®stico en las p¨¢ginas del diario color sepia y en la radio. Primero en el programa Fantas¨ªa, en RNE; despu¨¦s con Miguel ?ngel Valdivieso en Radio Peninsular, y m¨¢s tarde con Jordi Estadella en Radio 4. El personaje sobrevivi¨® a Dicen¡ y ya fuera en El Peri¨®dico de Catalunya, en Don Bal¨®n ¡ªen la redacci¨®n de la calle de la Diagonal guardaron durante a?os en un armario el atrezo para la foto anual, con un bal¨®n vintage y una varita m¨¢gica¡ª o en cualquier programa que presentara Pere Escobar en TV-3 o Catalunya Radio, Ricardo Pastor no falt¨® al pron¨®stico. Como no falt¨® durante los ¨²ltimos 35 a?os cada mi¨¦rcoles a su cita con los lectores de El Peri¨®dico para aconsejarles sobre el boleto de la quiniela. Hasta hoy. El lunes ya no lleg¨® el sobre a la redacci¨®n.
¡°Nunca me cegaron los colores, siempre me gui¨® la l¨®gica¡±, sol¨ªa decir, y lo ilustraba con un ejemplo: uno de sus pocos errores en los pron¨®sticos a final de curso se?ala al Espanyol. Un a?o dijo que bajar¨ªa y se salv¨® de milagro. De hecho, fall¨® m¨¢s en las apuestas por los descensos que con las de los clasificados para la UEFA y solo se equivoc¨® tres veces con el campe¨®n ¡ªuna con la Liga de Djukic, dio al Depor por ganador¡ª y nunca cuando vaticin¨® que ganaba el t¨ªtulo el Bar?a o el Madrid. Como Luis Aragon¨¦s, estaba convencido que las Ligas se decid¨ªan en las ultimas 10 jornadas pero, en su caso, lo basaba todo en la estad¨ªstica acumulada durante las anteriores.
El humor es cosa seria
Pastor fue, en cualquier caso, mucho m¨¢s que el Pitoniso Pito. As¨ª, en su dilatado paso por Dicen..., tuvo siempre un minuto para educar a toda una generaci¨®n de periodistas. Y era muy trabajador: firm¨® secciones como El humor es cosa seria, Charlas en Canaletas, Las cartas de Juan Palurdo, sarc¨¢sticas cr¨ªticas de cine o la secci¨®n de quinielas. Inseparable del m¨ªtico cronista de ciclismo Antonio Vallugera y del pionero del periodismo sobre baloncesto, Justo Conde, espa?olistas como ¨¦l, sol¨ªa protagonizar las tertulias con Julain Mir, el director: ¡°?ramos el Pe?¨®n de Gibraltar en una redacci¨®n llena de cul¨¦s, claro, empezando por el director y el subdirector, Garcia Castells, el padre de Xavier Garcia Luque, un gran periodista tambi¨¦n¡±, recuerda Justo Conde.
Pastor escribi¨® varios libros sobre la vida nocturna de Barcelona, documentados en casinos, frontones, cabarets, cines y teatros del Paralelo, libros costumbristas en los que relata noches que vivi¨® personalmente. Por eso, Conde le reivindica como algo m¨¢s que el se?or de las quinielas, o un pitoniso simp¨¢tico. ¡°Mi amigo fue mucho m¨¢s que eso, fue un gran periodista, sarc¨¢stico como pocos, un gran entrevistador, porque conoc¨ªa a las personas. Fue un grande de un periodismo que existi¨® de milagro en este pa¨ªs¡±, asegura Conde, tremendamente l¨²cido a los 81 a?os desde su casa de Sitges, donde avisa que en su ¨¦poca las pe?as del Bar?a sol¨ªan invitar a su amigo para que amenizara las cenas, a sabiendas de que era muy del Espanyol. ¡°Eran muy divertidas sus improvisaciones¡±, recuerda. De hecho, descubri¨® el f¨²tbol viendo jugar al Bar?a de Zamora y Samitier en el viejo campo de la calle de la Industria.
Su v¨ªnculo con el conjunto espa?olista fue muy grande, al punto de que el club catal¨¢n luci¨® brazaletes negros el pasado domingo en Ipurua, contra el Eibar, para honrar su memoria, horas despu¨¦s de su muerte. Dice la leyenda que en la temporada 1960-1961 incluso colabor¨® para lograr la permanencia de los blanquiazules en Primera. Perd¨ªan los pericos en San Mam¨¦s, 2-0, y en el Camp Nou marc¨® el Oviedo. El gol mandaba al descenso a su equipo. Pastor se las ingeni¨® para avisar a Jos¨¦ Manuel Lara, padre, que estaba en Bilbao. El fundador de Planeta, alarmado, baj¨® en el descanso a los vestuarios y arregl¨® el tema. Remontaron los de Sarri¨¤ y se salvaron del descenso. En 1975, con motivo del 75? aniversario del club, Manuel Meler, presidente de la entidad, le encarg¨® la letra del himno conmemorativo, que fue interpretada por Josep Guardiola.
Nunca dej¨® de ver partidos, pero desde que volaron Sarri¨¤, no volvi¨® a uno del Espanyol en Montju?c o en Cornell¨¤, as¨ª que se conformaba con ver los del Martinenc desde la terraza de su casa en el barrio barcelon¨¦s del Guinard¨® o disfrutaba con Messi, porque, por muy espa?olista que fuera, le gustaba el f¨²tbol tanto como f¨¢cil le resultaba cuadrar una quiniela de cuatro triples en reducci¨®n al 13, algo que defend¨ªa como ¡°sencill¨ªsimo¡±, pero que muchos, como su amigo y alumno, el periodista Emilio P¨¦rez de Rozas, siguen considerando ¡°imposible de entender¡±. ¡°De lo que estoy m¨¢s orgulloso es de haberme ganado la vida escribiendo cuando de peque?o era un fiera con los n¨²meros y una calamidad con las letras¡±, le confes¨® en una entrevista al periodista Joan Carles Armengol.
Ricardo Pastor deja viuda, Merc¨¨, hija y dos nietas ¡ªMerc¨¨ y J¨²lia¡ª y el recuerdo de su talento, bondad y generosidad entre quienes le conocieron.
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