Nadal se aferra a Darwin

Lo dec¨ªa un tipo sabio, un tal Charles Darwin: "Las especies que sobreviven no son las m¨¢s grandes ni las m¨¢s fuertes, ni siquiera las m¨¢s inteligentes o las que cambian o mejoran m¨¢s r¨¢pido, no. Las especies que sobreviven son las que se adaptan mejor". Y Rafael Nadal, chico avezado tambi¨¦n, claro que s¨ª, se aplica el cuento al mil¨ªmetro. ¡°No puedo luchar contra de lo que dicta el deporte. Quieren que todo vaya muy r¨¢pido, as¨ª que yo no puedo ir contracorriente. Debo adaptarme¡±, sentenci¨® hace nueve meses, durante una conferencia de prensa en la Caja M¨¢gica de Madrid.

Desde el a?o pasado, el ganador de 14 grandes trabaja con el molde de los nuevos tiempos. Estos promueven la velocidad, la potencia y la concreci¨®n. El v¨¦rtigo puro. Nadal y su equipo son muy conscientes de que solo as¨ª podr¨¢n subsistir en la din¨¢mica actual del circuito y de que solo as¨ª podr¨¢n dinamitar los cimientos dictatoriales de Novak Djokovic, amo y se?or en el asfalto, la hierba y qui¨¦n sabe si en este nuevo curso tambi¨¦n en la arena, el h¨¢bitat natural de Nadal.

El poder del serbio hoy d¨ªa es tan absoluto que obliga a la reinvenci¨®n constante. Para intentar batirle solo cabe la opci¨®n de experimentar, de evolucionar constantemente. Confiar en un patr¨®n est¨¢tico, por muy bueno o eficiente que haya sido este, es una condena de antemano. Por eso, Nadal se encuentra ahora entre tubos de ensayo, para ver si da con la f¨®rmula que abata al serbio en alguna circunstancia. Despu¨¦s de recuperar el control emocional y la confianza en los golpeos, el ¨¦xito pasa ahora por los cambios de estrategia y la aplicaci¨®n de nuevos mecanismos.

En esas est¨¢ el de Manacor, que bajo el sol de las ant¨ªpodas trabaja y experimenta con el objetivo de luchar por el primer grande de la temporada, que arranca esta madrugada (hora espa?ola) en Melbourne. "Hemos cambiado el juego de Rafael, haciendo que sea bastante m¨¢s agresivo, por eso ha podido jugar bien", conced¨ªa el t¨¦cnico Toni Nadal, en unas declaraciones recientes a la ATP. ¡°En realidad, lo que estamos haciendo es recuperar cosas que hicimos en 2008, 2010 o 2013, pero que por una cosa u otra no pudimos hacer porque Rafael tuvo problemas f¨ªsicos que le impidieron tener continuidad¡±. Prolonga el preparador Francis Roig, que tambi¨¦n se sentar¨¢ en el banquillo de Australia: ¡°Hoy d¨ªa su juego es diferente del de hace cuatro a?os. Tienes que adaptar tu juego a lo que hacen los buenos. Rafa es muy bueno y por eso pensamos que pod¨ªa cambiar aspectos de su tenis y lo est¨¢ haciendo¡±.

La esperanza apunta ahora, por tanto, a la amplitud de registros y modificaciones en el estilo de juego. El terreno an¨ªmico ya es otra cosa. ¡°Estoy satisfecho de ver que las cosas van por el camino que quiero. En pretemporada he entrenado mucho porque mi f¨ªsico me lo ha permitido. Tengo ilusi¨®n y motivaci¨®n. Estoy contento con lo que estoy haciendo y me siento bien¡±, afirm¨® Nadal en la comparecencia previa al torneo, en el que se estrenar¨¢ en la madrugada del lunes al martes contra Fernando Verdasco. Ante el madrile?o, lejos de sus buenos d¨ªas ahora, protagoniz¨® precisamente una semifinal inolvidable en 2009, en un duelo que se prolong¨® durante cinco horas y 14 minutos de juego. ¡°Me ha tocado una primera ronda muy dif¨ªcil. Digamos que no he tenido suerte, pero ¨¦l tampoco¡±, expuso el n¨²mero cinco, que cay¨® en dos de sus tres ¨²ltimos pulsos contra su compatriota (Madrid 2012 y Miami 2014), aunque la serie global est¨¢ claramente a su favor (14-2).

Hoy d¨ªa debes adaptar tu juego a lo que hacen los buenos. Y Rafa lo es" Francis Roig, entrenador

Despu¨¦s de Verdasco, el balear puede toparse con un gigant¨®n peligroso, Kevin Anderson; con el imprevisible Stanislas Wawrinka, su verdugo en la final de 2014; y con el exigente Andy Murray, al que ya bati¨® el pasado mes de noviembre, en el Masters de Londres. En ¨²ltima instancia, abordar¨ªa a Djokovic (por el otro lado del cuadro) en la cita por el t¨ªtulo. ¡°Es dif¨ªcil que pierda, pero espero estar ah¨ª, cerca de ¨¦l¡±, concluy¨® Nadal, aferrado al darwinismo. Adaptaci¨®n, evoluci¨®n, cambio. El resto queda en manos de Nole.